Cinco dependencias emocionales que te impiden avanzar con tu pareja

Todas las personas tenemos alguna grado de dependencia respecto a alguien. El mero hecho de querer a alguien ya implica un vínculo emocional. Es algo que probablemente surge en la infancia, cuando aprendemos a andar y sentimos que si estamos en peligro de caer nuestros padres van a estar detrás para ayudarnos. Los problemas surgen cuando nos desviamos de lo que es una franja de dependencia sana y nos vamos a los extremos. Los celos, la inseguridad e incluso las conductas agresivas son rasgos característicos de una dependencia emocional disfuncional, pero hay síntomas más sutiles. Almudena Sos, terapeuta de parejas, nos da algunas claves para saber identificarlas y poder avanzar en la pareja.

¿Cómo sabemos si estamos ante una dependencia emocional?

Yo lo detecto al segundo porque cuando viene la persona a verme solo habla de su pareja. Intentas encaminar la conversación a ella, pero en seguida vuelve hacia su pareja. Cuando es así, la persona está intranquila, sufre mucho. Su estado habitual no es la paz, sino la ansiedad. Ponte sobre alerta si piensas en las necesidades de la otra persona, en sus horarios y aficiones y no tienes en cuenta tus necesidades en tu día a día. Sientes que hay algo o alguien que maneja tu vida, que no eres dueño de lo que te ocurre y eso te genera rabia y un profundo malestar y resentimientos. Preocúpate si no sientes que las cosas fluyan. Viene todo cargado como por una sensación de mucho peso. Esas sensaciones suelen venir acompañadas a conductas obsesivas y compulsivas: adicciones a sustancias, compra compulsiva…

Díganos cinco casos de dependencia emocional que nos impiden avanzar en nuestra vida de pareja

Dependencia de pareja. Es la más conocida y de la que más se habla en cuanto a dependencia a personas se refiere. Es cuando no tienes vida propia y, al empezar a estar con otra persona, empiezas a vivir tu vida a través de la vida de la otra persona. Puedes convertirte en cuidador de esa persona o no. Pero vas a vivir la vida, no digo tu vida sino la vida, a través de la vida de la otra persona.

Dependencia de la familia: hijos. Es cuando vives la vida a través de la vida de tus hijos. En las relaciones de pareja me encuentro con frecuencia que un miembro de la pareja tiene dependencia al otro miembro, por ejemplo la mujer tiene dependencia del hombre, y este tiene dependencia de un tercero, generalmente hijos, pero también trabajo… Con lo que se retroalimentan las heridas mutuamente unos a otros.

Dependencia de la familia: otros familiares, padres… Es muy frecuente en parejas que uno de los miembros tenga dependencia emocional de sus progenitores, que también han sido dependientes emocionales. Se da con frecuencia que en la infancia de esa persona, ha sentido que uno de sus progenitores sufría y ese niño se sentía cuidador de esa parte que el niño percibía como débil. También se dan en estos casos padres que no han dejado hacer libremente al niño su propia trayectoria evolutiva y le han sobreprotegido. Estos casos suelen ser en adultos que viven su vida a través de sus hijos. Se da mucho en personas con adicciones a sustancias.

Dependencia de familia: hermanos. Suele ocurrir en familias en las que los padres no han estado muy presentes, por trabajo o por otros temas, y la relación entre los hermanos ha sido muy importante. El niño vive situaciones que le producen heridas en ese entorno familiar, puede ser sentirse rechazado por los hermanos, no ser el elegido del hermano protagonista… esto va a marcar tremendamente su futuro, y va a quedarse enganchado en la relación con sus hermanos buscando sanar esa herida el resto de su vida.

Dependencia de amigos. Necesidad de la persona de pertenencia a un clan social. Necesidad de existir en un grupo social. Es la típica persona que llega el jueves y se va con sus amigos. 

¿Pueden ser algunas dependencias emocionales incapacitantes para una parte de la pareja?

Según tu nivel de conciencia. Si uno de los miembros lleva un trabajo personal hecho en sí mismo, no tiene por qué. Cuando observas las dependencias emocionales de tu pareja, vas a vivirlo como que forma parte de su trayectoria evolutiva de crecimiento personal y eres capaz de permanecer a su lado sin dejarte arrastrar. Puedes decidir quedarte ahí en la relación y estar muy bien. Porque tú estás bien contigo mismo.

El problema es cuando estás desconectado de ti y sientes malestar. Y le echas la culpa de tu malestar a la otra persona. Si esto les ocurre a los dos miembros de la pareja, es la crónica de una muerte anunciada, porque la cosa no va a ir a mejor.  Pero solo con que un miembro de la pareja se trabaje y esté bien consigo mismo, se van a suavizar mucho las cosas, ya que no es que no le vaya a ocurrir nada a partir de entonces, pero cuando estás trabajada y te ocurren cosas, te responsabilizas de tu parte. Y cuando observas que le ocurren cosas al otro, tampoco sientes que sean tuyas, así que estás bien.

De ser así, ¿qué se puede hacer?

Puedes estar con una pareja que esté muy mal, por ejemplo que tenga problemas con alcohol, drogas u otras adicciones, pero tú estar muy bien porque estás bien contigo mismo/a. Para eso es fundamental que tengas casa, hogar dentro de ti. Cuando eso es así, he visto muchas veces a la persona que está mal, sentirse atraída por tu estabilidad y por tu serenidad y acercarse a ti sin que tú hagas nada más que ocuparte de ti misma. Te conviertes en una persona tremendamente atractiva.

Qué se puede hacer para no llegar a las dependencias emocionales en la pareja?

Cuando empiezas una relación o estés en el punto que estés, debes tenerte en cuenta. Si sabes que eres propenso a perderte en la relación y en la otra persona, haz un extra de toma de conciencia. Vete al cine una vez por semana tú solo. Es imprescindible que empieces a crear cosas tuyas y crearte una vida. Si no, vas a volverte muy poco atractivo para la otra persona. Además, que tú no te tengas en cuenta y siempre pases al otro por encima tuyo, inconscientemente genera mucho resentimiento en ti hacia la otra persona y en tí contigo mismo. Así que es innegociable. Empieza a crearte hobbies y rutinas que, aunque en principio no te gusten, vayan siendo cosas solo tuyas.