"He sido monógamo toda la vida, pero ahora quiero abrir mi pareja": cómo gestionar los celos

  • Lidia Manot, autora del libro 'Más allá de la monogamia': "Debemos ser naranjas enteras y no medias naranjas esperando completarnos"

  • "Si analizamos los celos, ¿qué sentimos en realidad? Podemos descubrir que hay inseguridad, miedo al abandono, miedo al rechazo y miedo a la soledad"

  • "Las personas no-monógamas lidiamos con los celos, entendemos que pueden formar parte de nuestra experiencia humana"

Abrir o no abrir la pareja. Es una decisión importante que afecta a otras dinámicas de la pareja. Según la psicóloga y terapeuta de pareja Lara Ferreiro, muchas de las parejas abiertas no han decidido abrirla en el mismo grado. A veces, uno de los miembros está más decidido y seguro que el otro y, de alguna manera, anima a la otra parte a abrir la pareja. Esta discrepancia de expectativas puede suponer un problema.

Además, abrir la pareja es una experiencia reveladora también entre las parejas más convencidas. En ese viaje es frecuente que aparezca el fantasma de los celos, incluso de la deslealtad. Sentir celos es una reacción primaria vinculada con la sensación de posesión y el sentimiento de desconfianza. Incluso las parejas más seguras y asentadas pueden sufrir celos y todos los sentimientos asociados en momentos concretos. ¿Cómo podemos lidiar con tales demonios emocionales? La comunicadora especializada en No-Monogamia Ética y Relaciones Libres Lidia Manot, autora del libro 'Más allá de la monogamia', comparte las principales claves.

¿Los celos son compatibles con la pareja abierta?

Las personas no-monógamas lidiamos con los celos, entendemos que pueden formar parte de nuestra experiencia humana. La palabra “celos” en sí da muy poca información. Decir “tengo celos” únicamente me puede llevar a poner el foco en lo que sucede fuera de mí o en lo que hace o no hace mi pareja.

¿En tu opinión, qué se esconde detrás de los celos?

Si desgranamos los celos (que realmente no son una emoción en sí) y nos preguntamos ¿qué sentimos en realidad? Podemos descubrir que hay inseguridad, miedo al abandono, miedo al rechazo, miedo a la soledad… y mi experiencia es que cada una de esas ramas de los celos nos llevan a algo más profundo: algo que tiene que ver conmigo y con mi propia capacidad de cuidarme, sostenerme y amarme sin esperar que lo hagan otras personas por mí.

¿Tener celos puede enseñarnos algo de nosotros mismos?

Hemos hablado muchas veces de que debemos ser naranjas enteras y no medias naranjas esperando completarnos. Explorar los celos puede ser la vía más rápida para ello.

¿Cuál es la clave para gestionar los celos?

Es importante que demos espacio a la vulnerabilidad de estos procesos y aquí es de vital importancia que haya comunicación, cuidados y voluntad de aprender en la relación a un ritmo adecuado para todo el mundo dentro de lo posible.