La tendencia de casarse a los 50: "Se ve como un modo de formalizar tras la estabilidad"

  • Para Fátima Ruiz, psicóloga sanitaria, antes el matrimonio era el inicio de una vida en común y ahora es una consolidación

  • Según el INE, en 2022 se produjeron 2.765 bodas entre personas de 50 años; 20 años atrás, fueron 628

  • La abogada Sandra Burgos certifica que lo más beneficioso a la hora de emprender una vida en común es el matrimonio

Tras la caída del sector nupcial en 2020 por la pandemia, en 2022 y 2023 todo remontó y se dio ese esperado esplendor. Contraer matrimonio es una idea que debe plantearse desde la libertad y el amor. Pero ¿qué cambia si lo haces a los 50? ¿Se vive con mayor madurez y juega a favor todo lo vivido? Los expertos resuelven estas y otras incógnitas y descubrimos el testimonio de una pareja que se dio el sí quiero llegada esa franja de edad. 

Gracias al Instituto Nacional de Estadística (INE) conocemos que en el año 2022 tuvieron lugar 2.765 bodas entre hombres y mujeres de 50 años. Echando la vista atrás la cifra cambia significativamente: hace 20 años, en 2002, se dieron 628 bodas en esa etapa de la vida, concretamente, cuatro veces menos. 

Un apunte especial recogido de los encuestados para el estudio Pareja y familia en el horizonte vital de las nuevas generaciones, de la Universidad Autónoma de Madrid, es que el 45% aseguraron que se casarían, aunque conviviendo previamente. El conocerse en todas las facetas es un grado, sino que se lo digan a Soraya, dependienta, y su pareja, de 52 años, que convivieron tres años antes de decidir casarse. 

Derechos como “familia” 

“Ambos estábamos divorciados de nuestras parejas anteriores cuando nos conocimos y al tercer mes de estar en relación amorosa decidimos convivir. Nos daba más recelo dar el paso de comprometernos formalmente”, explica. 

Pero un día la pareja de Soraya habló con ella y le comentó que debían pensar en el futuro, puesto que ya no eran muy jóvenes. “Me expuso que debíamos pensar en nuestras comodidades y en nuestros derechos como núcleo familiar visto cara la administración y la sociedad en general”, manifiesta. 

Para ella firmar un papel no representaba más, pero sí entendió que a ambos les daría más tranquilidad. “Ernesto ha pasado un cáncer y tuvo mucho miedo, así que creo que él piensa más que yo en la muerte y quiere ayudarme para que me quede protegida con la paga por viudedad cuando fallezca, sumando otras ayudas fiscales”, afirma. 

Cuenta que están muy enamorados, que se conocen mucho con tan sólo mirarse y que se sienten ya marido y mujer, pero en pocos meses lo formalizarán por la iglesia. “Estamos tranquilos, seguros de lo nuestro y vivimos nuestro amor de un modo más puro, respetándonos, ayudándonos en todo y cuidándonos el uno al otro”, especifica la mujer. 

Respecto al evento, responde que no se lo plantean como si tuviesen 20 años, sino que saben que tener la edad que tienen representa ser más coherentes con todo y aunque están ilusionados, quieren ir acorde a sus posibilidades económicas. “A nuestra edad no estás muerto ni de cabeza, ni de corazón, ni pasionalmente, pero piensas antes las cosas, no te lanzas a lo tonto, incluso prefiero que se haya enamorado de mí por quién soy no por mi atractivo”, sostiene. 

Pensar en todo antes de dar el paso 

Hace pocos días supimos por los datos compartidos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE, el total de jóvenes en situación de desempleo y se cifraba en 465 mil al inicio de abril. Datos poco halagüeños si lo que te planteas es casarte y procurar una vida en común con tu pareja y lejos de tus padres. Por esto y más, Fátima Ruiz Fuster, psicóloga sanitaria y profesora del máster de orientación familiar en UNIR, comparte ciertos aspectos a raíz de algunas investigaciones respecto al incremento del matrimonio en sujetos de 50: 

  • El modo de entender el papel y el rol de las personas de 50 o más, antiguamente era más pasivo, como si se tratase del último peldaño de la vida. Esto dista de la actualidad, por lo que es más normal que se dé una oportunidad para el inicio de una relación amorosa y formalizarla con el matrimonio. 
  • El matrimonio se concebía como el comienzo de una vida en común y ahora se percibe más como una consolidación de la relación. 

“Estas investigaciones también exponen lo que la gente considera condiciones para el éxito del matrimonio como: la fidelidad, el respeto, la comprensión y la tolerancia”, remarca la profesional. 

Tal y como subraya, hasta los 50 la vida ya ha brindado oportunidades para asegurar esa fidelidad en la pareja en caso de que el matrimonio ocurra con la persona con la que llevas cohabitando durante mucho tiempo. “Asimismo, puedes, tras varias relaciones, tener claro lo que quieres, lo que te permites y que te plantees legalizar como matrimonio”, asevera. 

Podemos decir que ha aumentado la edad para poder tener una estabilidad vital y laboral, para formar una familia y cuando suceda: “tener claro que la pareja se respeta y aprecia, se ha podido constatar y se va a pregonar y consolidar con una celebración”. 

Búsqueda de la felicidad y ventajas administrativas 

El matrimonio es un acto jurídico y un modo de oficializar un vínculo en la pareja y está sujeto a derechos y deberes. “Hemos de considerar el aumento en la expectativa de vida y sobre todo en la calidad de vida. Los 50 son los nuevos treinta, las aplicaciones de citas han propiciado no sólo los primeros matrimonios a los 50, sino segundos, terceros e incluso cuartos”, apunta Sandra Burgos, abogada especialista en Derecho de Familia y Violencia de género y titular de SBD ADVOCATS, de Sabadell. 

La experta revela que el que se contraiga matrimonio en lugar de formar pareja, obedece a una mayor seguridad jurídica a la hora de poder optar a beneficios fiscales (declaración conjunta en la renta, desgravación, etc) y a una indiscutida pensión de viudedad si lo peor ocurre. 

Como aclara la abogada, son muchas las personas que acuden al despacho para informarse sobre qué es más beneficioso a la hora de emprender una vida en pareja, si el matrimonio o simplemente la vida en común, a lo que, salvo excepciones, recomienda el matrimonio

Por último, conviene recordar que atendiendo a cada Comunidad Autónoma no pueden equipararse los derechos de las personas casadas con las parejas de hecho. Estas últimas no tienen los mismos. 

Tomasa Calvo, catedrática de universidad durante 47 años, piensa que la gente ha podido vivir atendiendo a sus gustos y placeres y llegar a una edad madura donde les falte algo y aprecien otro tipo de cosas: la seguridad, el arropo y tener a quien le cuide. 

Para Calvo, el aumento de las bodas entre personas de 50 años puede reflejar la diversidad de las relaciones y la búsqueda de la felicidad en todas las etapas de la vida. “Puede tratarse de personas que han tenido ya algún divorcio y al madurar busquen algo tranquilo, que les asegura cierta paz y confianza”, identifica.