Bill y Melinda Gates se separan: ¿qué implica un divorcio amistoso cuando hay más de 100.000 millones en juego?

  • El cofundador de Microsoft ha anunciado a través de Twitter que su matrimonio con su mujer, Melinda, ha llegado a su fin tras 27 años

  • La duda ahora es qué pasará con el patrimonio del magnate, valorado en 130.000 millones de dólares según Forbes

  • Hablamos con la abogada Rocío Ocaña, especialista en matrimonios y divorcios, para que resuelva dudas a este respecto

"Después de pensarlo mucho y haber trabajado mucho en nuestra relación, hemos tomado la decisión de terminar nuestro matrimonio". A través de Twitter, Bill Gates (65 años) ha anunciado que, tras 27 años de enlace con su mujer, Melinda Gates (56 años), ha llegado el momento de tomar caminos diferentes. Al mismo tiempo, el magnate y cofundador de Microsoft ha confirmado que ambos seguirán cooperando en su fundación (Bill & Melinda Gates Foundation) conjunta, que tiene como objetivo la lucha contra la desigualdad y la pobreza.

La duda ahora es qué pasará con la gran fortuna que ostenta el cofundador de Microsoft, valorada en 130.000 millones de dólares (unos 108.000 millones de euros), según información de Forbes. Al parecer, el fin del matrimonio ha sido de mutuo acuerdo y la intención es arreglar los detalles a través de acuerdos privados, intentando evitar un desenlace a través de los tribunales. ¿Qué podría ocurrir en caso de que hubiera una enemistad? ¿Cómo se repartirá el dinero? Para contestar a las dudas, consultamos a la abogada Rocío Ocaña, especialista en matrimonios y divorcios.

Los detalles de la separación

Antes de entrar en materia, es necesario conocer qué se ha ido sabiendo hasta el momento. El medio TMZ ha accedido en exclusiva a los documentos del divorcio, de los cuales se pueden extraer algunas conclusiones:

  • No hay contrato prenupcial, en tanto que el único de los acuerdos a los que se hace referencia en el documento es el de separación
  • No habrá pensión de manutención para los hijos, ya que todos son mayores de 18 años
  • Melinda ha declinado la manutención conyugal, alegando que no es necesaria
  • Aunque se espera que ambos solucionen la gestión mediante acuerdos privados, han pedido que el hipotético juicio se celebre en abril de 2022.

¿Cómo se repartirá el dinero?

Es la gran incógnita que sobrevuela en torno a la cuestión. "Si es un divorcio amistoso, todo depende de la voluntad de las partes. Si no se quieren problemas, lo lógico es que firmen un convenio regulador", afirma Ocaña a Uppers. Si las pretensiones de algunas de las partes son desorbitadas, deberán acudir al juzgado. "Es muy importante saber el régimen económico matrimonial que tuvieran, es decir, los bienes que han tenido a lo largo del matrimonio. En este tipo de matrimonios, es lógico y frecuente que se hayan firmado unas capitulaciones para cambiar el régimen".

¿Qué consecuencias tiene no haber firmado un contrato prenupcial?

Todo depende del régimen económico patrimonial. "Si la pareja tiene bienes gananciales, se va a tener que repartir la mitad de los bienes generados desde la boda hasta el divorcio". En estos casos, el riesgo es que, mediante ley, se dictamine la obligación del pago de una pensión compensatoria elevada. La cuestión es que Melinda ya ha rechazado, en el acuerdo de separación, el requerimiento de una manutención conyugal.

En España no es posible cambiar la decisión. "Solo podría modificar si las circunstancias que se tienen en cuenta para tomar medidas han cambiado sustancialmente, si no, no". Hablamos, en este caso, de que la persona empiece un nuevo matrimonio o viva de forma marital con otra persona.

Bonus: Acuerdo prenupcial, ¿sí o no?

"Siempre", resume la abogada. "Nunca sabes lo que puede pasar, en España se hace muy poco. Aquí, las capitulaciones matrimoniales se utilizan solo para determinar el régimen económico matrimonial. En ellas se pueden pactar muchas cosas. Aquí no es algo comunmente aceptado. Se considera feo hacer firmar a la pareja una renuncia de derechos previamente. Aquí hay otra conciencia".

Otros divorcios millonarios

El matrimonio Gates ha sido el último de una larga lista de enlaces de multimillonarios que han terminado separándose. Antes de la pandemia, en 2019, el divorcio que más portadas acaparó fue el de Jeff Bezos, fundador de Amazon y su mujer Mackenzie Scott, una exitosa escritora. Tras separar sus caminos, a la novelista le correspondió el 4 % de las acciones de Amazon, así como una cuantía de 35.000 millones de dólares y se terminó convirtiendo en la cuarta mujer más rica del mundo.

Es recordado, al mismo tiempo, el fin del matrimonio entre Amancio Ortega y Rosalía Mera. La exmujer de Ortega se convirtió en la mujer más rica de España y se hizo con el control del 7 % de Inditex, el gigante textil responsable de marcas como Zara.

Hasta el Tribunal Supremo llegó la indemnización que el presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, tuvo que abonar a su exmujer Astrid Gil Casares. Finalmente, el asunto se resolvió con un pago de más de 840.000 euros por parte de Del Pino, a quien se le llegaron a demandar hasta seis millones de euros.