Echamos cuentas por ti: lo que te cuesta cada divorcio

  • No es lo más importante pero puede ser traumático. Repasamos punto por punto, los costes de un divorcio

  • "Hoy en día todas las audiencias están diciendo que el mínimo vital, para que un niño sobreviva un mes en España, son 150 euros”, explica. Eso quiere decir que un padre sin empleo, que cobre un subsidio de 450 euros, deberá pagar como mínimo 150 a su hijo.

  • En el caso de divorciados reincidentes se ajustan las cantidades para no dejar en la calle al progenitor que asuma la mayor parte de los gastos

Aceptar que se ha terminado el amor; iniciar una batalla —aunque sea solo legal— con esa persona a quien, tiempo atrás, quisiste, y por tanto, por quien aún sientes cariño; atisbar la posibilidad de perder el contacto diario con los amadísimos hijos (si los tienes); repartir objetos de alto valor sentimental; romper el contacto con suegros y cuñados, que eran parte de tu familia… Cuando uno se asoma al abismo de un divorcio sabe que se expone a muchas cosas malas. Pero las antes citadas no son las únicas. La escabechina que el proceso causa a la cuenta corriente no es quizá lo primero en lo que uno piensa, pero es otra consecuencia negativa —y puede que traumática— en esa ristra de desaguisados. Y no digamos si te divorcias más de una vez. Hablamos con abogados sobre todos los gastos a tener en cuenta.

El proceso legal

En toda separación legal hay varios frentes que van a dejar tu economía tiritando. El primero es la factura del abogado. Si la ruptura no es de mutuo acuerdo (lo que abarata bastante los costes: rondaría los 1.500 euros), habrá que ir a juicio, lo que supone un mayor desgaste emocional y crematístico. “El contencioso es muchísimo más caro. Puede oscilar entre los 2.500 euros, hasta 3.000. Hay abogados que cobran incluso 4.000, porque es un proceso muy largo y complejo”, expone Yolanda Gil Lozano, abogada especializada en Derecho de Familia y directora del despacho Gil Lozano, en Madrid.

Aparte está el coste del procurador, cuya labor consiste en “llevar las notificaciones entre el juzgado y el abogado. Cuando hay que presentar una demanda, es el procurador quien la presenta. Como por desgracia la justicia es lenta, se interesa regularmente en el juzgado por el caso, para que no se demore”, explica Elena Crespo Lorenzo, abogada de Derecho de Familia del gabinete internacional Bressers Law, en Barcelona. Los honorarios del procurador se sitúan en torno a los 400 euros, aunque dependen de si hay pensión de alimentos y pensión compensatoria. “Cuando estas se dan, el procurador cobra más”, matiza Gil Lorenzo.

Divorcio con hijos: custodia y pensión

Precisamente la pensión es otro aspecto que puede agujerearnos el bolsillo. “Se establece que cada progenitor contribuya al 50% en los gastos de los hijos; ahora bien, en caso de que los ingresos de uno de los progenitores sean inferiores a los del otro, se puede establecer una pensión de alimentos en favor de una de las partes”, describe Elena Crespo.

Se tiende a pensar que cuando se opta por una custodia compartida, ninguno de los progenitores tiene que pagar una pensión alimenticia. “Cuidado, es un error generalizado en la sociedad”, advierte Yolanda Gil Lozano. “Mucha gente viene y dice: ‘Quiero una custodia compartida para no pagar pensión’. Si hay una custodia compartida en la que uno de los progenitores gana 6.000 euros y el otro, 1.000, los niños tienen que tener el mismo nivel en las dos casas. En ese caso sí habría pensión de alimentos”.

Para establecer la pensión alimenticia, los abogados se basan en unas tablas creadas por el Consejo General del Poder Judicial (existe una herramienta pública que se puede descargar para calcularla). Dependiendo de los ingresos de uno y otro progenitor, resulta una cantidad aproximada; en ella entran gastos ordinarios (alimentos, ropa, colegio, medicación básica…) y extraordinarios (gafas, brackets…). Una serie de variables determinan las cantidades. “No es lo mismo que ganes 6.000 euros y tu hijo vaya a un colegio público, que ganes 6.000 y vaya a un colegio privado. El juzgado también valora si el niño tiene necesidades especiales, como autismo. Tampoco es lo mismo vivir en Madrid capital, más caro, que en otro punto de España”, aclara Yolanda Gil Lozano.

La pensión alimenticia: el mínimo por cada hijo

Existe una cantidad mínima por hijo, que aunque no está en el Código Civil “es una ley no escrita”, dice esta abogada. “Hoy en día todas las audiencias están diciendo que el mínimo vital, para que un niño sobreviva un mes en España, son 150 euros”, explica. Eso quiere decir que un padre sin empleo, que cobre un subsidio de 450 euros, deberá pagar como mínimo 150 a su hijo. Con los 300 restantes tendrá que comer, buscarse un techo y vestirse. Para el progenitor no hay un mínimo vital. “Muchísimos tienen que volver a casa de sus padres. Han de buscarse la vida, otro empleo o trabajar más horas”, dice Gil Lozano. “El beneficio del niño está por encima de todo”.

Claro que si las circunstancias de uno de los padres cambian en los años posteriores —por ejemplo, se queda en paro—, estas medidas se pueden revisar. Pero el simple hecho de solicitarlo al juez requeriría otra vez de la intervención de abogado, procurador, etc. Es una de las razones por las que Elena Crespo recomienda la mediación: “Es más económico, mucho más pacífico, da la oportunidad a las partes de comunicarse y ayuda mucho cuando hay un niño por medio. Muchas veces, ante una tercera persona neutral, es más fácil entenderse. Va por sesiones, como la consulta de un psicólogo”, apunta esta abogada.

Caso práctico con la calculadora en la mano

Aunque por los condicionantes que mencionábamos antes no se puede generalizar, le pedimos a Gil Lozano que saque la calculadora y nos diga cuánto tendría que pagar de pensión alimenticia un progenitor que tenga un sueldo de 2.000 euros al mes y el otro, de 1.000, vivan en Madrid capital y el hijo, sin necesidades especiales, asista a un colegio público. “Estamos hablando de 321 euros de pensión”, dice. ¿Qué ocurre cuándo hay varios hijos? Porque no es lo mismo pagar 321 euros a un hijo que 321 euros a cuatro. “Si tuvieran cuatro hijos, serían 1.040 euros en total. Se reduce la cantidad por cada uno”, añade.

Si hay una hipoteca, además, el progenitor que se va de casa tiene que seguir pagando el 50%. Otra vía de dispendio: aunque no es un gasto como tal, en los matrimonios en régimen de gananciales los ahorros individuales se dividen entre dos. “Eso incluye una indemnización por despido o por accidente: ¿te has caído de la moto y te han dado 50.000 euros? 25.000 para cada uno”, señala Gil Lozano.

Divorciarse como rutina: segundas, terceras o más rupturas

El caso de los divorciados reincidentes merece mención aparte. Es posible que una persona haya tenido hijos, se haya separado y esté pagando una pensión de alimentos; se haya vuelto a casar, haya engendrado otra vez, y por azares del destino —o por un carácter insufrible— haya vuelto a divorciarse. ¿Afecta esto a la pensión que estaba pagando a sus hijos anteriores, que se ve reducida para evitar que el padre termine durmiendo en un cajero entre cartones, o simplemente se acumulan cantidades? “Esto se da mucho más de lo que piensas”, se ríe Gil Lozano. “En esos casos, el cálculo se realiza descontando sobre el sueldo la pensión que ya esté pagando el progenitor. Se hace así porque si no habría gente que acabaría en la calle de verdad”.

En resumidas cuentas, fijándonos en las cantidades medias que hemos ido barajando, un divorcio puede salirte por más de 4.000 euros, te va a privar de la mitad de tus ahorros (si estabas en régimen de gananciales) y te va a reducir el sueldo como mínimo en unos 200 euros (si tienes un único hijo y te toca pagar pensión). Con un segundo divorcio…, suma y sigue. Puede que cuando se habla de sentimientos el dinero no sea lo más importante; pero según cómo altere tu economía, puede cambiarte la vida.