Rompe con los tabúes: cómo hacer una depilación de los genitales masculinos a partir de los 50 con total seguridad

  • No tiene muchos más riesgos que, por ejemplo, afeitarte la barba

Ahora es tu momento y lo sabes. Ahora es cuando ya nadie te dice lo que tienes que hacer y, sobre todo, lo que NO tienes que hacer. Te has ganado a pulso tu capacidad de decisión y ya es hora de cumplir con todos tus sueños. Alguno de ellos, incluso siendo injustificadamente un tabú. Por eso ahora es el momento de romper con ese tabú y dar el paso para hacerte la depilación de los genitales masculinos que tanto tiempo llevabas esperando hacer y no te habías atrevido.

Lo has visto en películas, te lo han contado... pero nunca te has atrevido. Las preguntas como "¿para qué voy a querer pasar yo por ese trance a estas alturas de la vida y que, a priori, parece doloroso y peligroso?" siempre han vencido a la acción, así que te vamos a responder todas esas cuestiones para que, de una vez, tomes las riendas de tus deseos y los cumplas.

Un poco de anatomía masculina para empezar

En primer lugar, hay que conocer un poco de anatomía masculina y saber por qué los testículos se encuentran fuera de nuestro cuerpo y no dentro. Si ya has pasado varias revisiones con el urólogo para ver el estado de tu próstata seguramente ya te lo ha explicado, pero, si no, presta atención.

Estas glándulas masculinas son como dos grandes depósitos encargados de producir y mantener activos a los gametos. Para que estén en unas condiciones agradables y preparados para la reproducción, deben estar a una temperatura no superior a los 35 grados, y dentro del cuerpo es complicado de conseguir, ya que solemos estar a 37.

Todo este ecosistema está bajo el paraguas del escroto, cuya parte exterior, formada por piel y pelo es la que vamos a atacar con este rasurado. Es una zona muy flexible, ya que está encargada de ayudar a los músculos que recubren el escroto para contraerse o relajarse ante determinados estímulos, como el frío o el calor.

Ventajas de hacerte un rasurado genital

Aunque te dé un poco de reparo, si has entrado aquí es porque, en algún momento, ha pasado por tu cabeza la opción de hacerte un rasurado de los testículos. No temas, las ventajas son muy superiores a las desventajas, y el proceso no es para tanto si sabes llevarlo bien y no te pones nervioso. En cuanto a las principales ventajas de hacerte un rasurado genital, podemos destacar:

1.- Vas a estar más fresquito, y para la época estival siempre viene bien. Además, si quieres lucir un buen bañador/ tanga en la piscina o en la playa, nunca está de más ir ligero de pelos.

2.- Olvídate de ese olorcillo a sudor testicular producido por el calor y un exceso de vello público.

3.- Te verás sexualmente más atractivo. Es un efecto óptico, pero el rasurado genital hará que veas tus atributos más grandes.

4.- Aumenta tu libido, porque al verte totalmente rasurado querrás probar cosas nuevas con tu pareja y viceversa.

Desventajas del rasurado genital

Sin embargo, la fiesta no iba a ser completa. Como todo, llevar a cabo una depilación de los genitales tiene sus pequeños riesgos que deberás asumir si quieres disfrutar de las ventajas, pero no te asustes.

1.- Te puedes hacer daño. Es obvio que si no lo haces con cuidado te puedes hacer una buena escabechina, ya que es una piel muy sensible, llena de capilares y terminaciones nerviosas y, por tanto, muy fácil de que, a la mínima, sangre.

2.- Los días posteriores pueden ser un poco duros. Te va a picar y lo vas a notar extraño. Para ello, lo mejor es hacer un buen mantenimiento post-depilación con cremas hidratantes, aunque también puedes usar aftershave siempre y cuando no tenga alcohol.

3.- Enfermedades de Transmisión Sexual: algunas bacterias pueden transmitirse más fácilmente si no encuentran ningún obstáculo por el camino. Si tanto tú como tu pareja estáis rasurados será más fácil que podáis contraer alguna ETS, aunque si los dos estáis sanos no hay por qué temer.

Cómo puedes hacerte el rasurado con seguridad

El primer paso ya lo tienes: te has informado de cuáles son los pros y los contras de hacerte el rasurado, y ya has tomado la decisión de llevarlo a cabo así que… adelante, vamos con ello.

Los preparativos

Son igual de importantes que el propio acto en sí. Cuanto más preparado estés y mejores herramientas tengas más fácil será.

Lo ideal es que te hagas con una maquinilla eléctrica y con una manual desechable. Pero esta última, por favor, que sea de las buenas y no la primera que pilles en el supermercado: la diferencia, aunque no lo creas, se nota, y no estamos aquí como para jugárnosla.

De manera adicional te puedes hacer también con una loción para afeitarte, como la que usas para la cara, pero sin alcohol. Aunque nada es obligatorio, te ayudará a que no se te irrite demasiado cuando acabes con el rasurado.

¡A por ello!

Ha llegado el momento. Lo primero que tienes que hacer es coger la maquinilla eléctrica y pasártela por los genitales con mucho cuidado. De esta manera lo que vas a conseguir es reducir la longitud de los pelos y dejarlos aproximadamente en un centímetro de largo.

Una vez ya ha pasado la avanzadilla es la hora de la batalla final, pero antes… un poquito de agua.

Para evitar que la zona se irrite demasiado, lo más recomendable es aplicar agua caliente a los testículos (tampoco te pases de temperatura, acuérdate de la regulación del principio).

Así, la piel estará más relajada, más flexible y los poros más abiertos. También te puedes rasurar mientras te estás dando un baño caliente y asunto zanjado.

Después, vete seleccionado las zonas que vayas a rasurar del todo y, poco a poco, pásale la maquinilla desechable. Con este movimiento dejarás de ver pelos en tus partes, pero ten cuidado al hacerlo, no vaya a ser que te hagas algún pequeño corte y empiece a sangrar. Si esto ocurre, no te asustes, aunque al aplicarte agua oxigenada en la zona lo pasarás un poco mal al principio.

Intenta no pasarte la maquinilla desechable muchas veces por el mismo sitio. Recuerda que es una zona sensible y piensa en cómo de irritada se pone la piel de tu cara cuando tienes que repetir pasada.

Tómate aquí tu tiempo.

Cuando ya lo tengas todo, dale a tus testículos el fresquito que se merecen. Vas a notar alivio cuando te eches agua fría en ellos. Ahora buscamos el efecto contrario que con el agua caliente; es decir, que se cierren los poros y la zona quede protegida.

El mantenimiento posterior

Nada más terminar el rasurado comienza una parte no menos importante: el mantenimiento de la zona en buenas condiciones.

Lo primero que debes hacer nada más terminar es aplicarte una loción postafeitado para hidratar la zona y que no te escueza en ese momento.

En los días siguientes también deberás echarte una crema hidratante para cuidar esa zona y evitar, por ejemplo, rozaduras e irritaciones innecesarias. Si te ves muy apurado incluso puedes utilizar polvos de talco.

También es recomendable que utilices alguna crema antiséptica para evitar que los pelos nuevos que vayan creciendo se queden encarnados y te puedan provocar una infección.

Ya lo tienes. Ya lo has hecho y no hay marcha atrás. Si te gusta, seguro que repites. Si no te gusta la experiencia tendrás que pasar un pequeño calvario hasta que el pelo vuelva a crecer lo suficiente como para no picar, pero lo hará con el paso de no mucho tiempo, así que no te preocupes en exceso y disfruta del momento: de tu momento libre de pelos.

Suscríbete aquí y te compartiremos las mejores historias Uppers