Subirse a un avión siempre suele ser una buena noticia, sobre todo si es un destino deseado o ahora, que con la Navidad viajar significa reencontrarse con familiares y amigos a los que seguramente hace bastante tiempo que no ves. Si el viaje es largo, puede que se haga pesado, pero seguramente lo que a nadie le gusta es pasar el control de seguridad. Ese momento de tener que quitarte las botas y la chaqueta, sacar el ordenador, la tablet, o los líquidos de la maleta de la maleta de mano es insoportable y terminas cargado con varias bandejas en una larga cola. ¿Y si todo eso tuviese los días contados?
Se trata de un escáner de equipaje que generan imágenes 3D de alta resolución que consigue agilizar la inspección de los equipajes de mano que pasan por la cinta. ¿Cómo repercute esto? En una reducción de las largas colas que se montan para pasar el control de seguridad previo al embarque, ya que con este escáner no habrá que sacar los dispositivos electrónicos para colocarlos en una bandeja aparte ni tampoco los líquidos que llevemos, con la posibilidad de que se pueda levantar la restricción de que como máximo los botes pueden ser de 100 mililitros.
Por el momento en España no hay noticia alguna de la instalación de este tipo de escáneres en ningún aeropuerto. Sin embargo, ya ha llegado o está llegado a diferentes puntos de Europa. Entre ellos Helsinki, al salir del aeropuerto de la capital de Finlandia ya no es necesario separar líquidos o portátiles del resto del equipaje en diferentes bandejas desde este verano, solo hay que retirar lo que llevamos en los bolsillos para pasar por el arco.
Poco a poco esto se está expandiendo. El aeropuerto de Stansted de Londres lo ha estado probando en los últimos meses y su intención es simplificar todos los controles para la comodidad del viajero con una nueva legislación, estableciendo como fecha límite comienzos de verano de 2024 para que los aeropuertos de Reino Unido actualicen sus escáneres de seguridad.
Además de Reino Unido y Helsinki, desde 2021 el aeropuerto de Schiphol de Ámsterdam tiene instalado este sistema de control de pasajeros. Además, desde 2018, la Administración de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (TSA) lo ha puesto en pruebas en 15 de sus aeropuertos más importantes, como el de Los ángeles, San Diego o Chicago con la intención de ampliar este mecanismo de cara al futuro.