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El pasado 17 de diciembre se celebró la Asamblea Nacional de los Pueblos más Bonitos de España, como sucede cada año desde la creación de su asociación en el año 2011. Este año se engrosó la lista con hasta seis municipios españoles. Los pueblos se designaron durante la asamblea que tuvo lugar en una de las localidades más emblemáticas de la lista: Chinchón (Madrid).
Estos nuevos pueblos se unieron desde el 1 de enero de 2023 a las 105 localidades que ya forman parte de la Asociación y trabajarán conjuntamente para dar a conocer la belleza excepcional de los rincones españoles.
La Asociación presume de unos estrictos 'criterios de calidad, belleza y accesibilidad turística' para elegir los municipios para asegurarse de no defraudar a ningún visitante. Los seis pueblos seleccionados que representaran a nivel internacional el turismo español han estado muy repartidos por la península en las provincias de Burgos, Soria, Lérida y Granada.
Castrojeriz tiene su origen en lo alto del cerro de Burgos, sobre el que se asienta el castillo de Castro. El pueblo forma parte del camino de Santiago, por lo que antiguamente era un lugar rico en el comercio de telas, lujosos tapices, los trípticos, tablas y esculturas flamencas.
Es por eso por lo que entre los lugares que hay que visitar está el Museo de Arte Sacro y el Museo Etnográfico. Además, también destaca el pueblo por su gastronomía; se puede degustar el típico lechazo asado de Castilla y León en horno de leña en sus restaurantes.
El Burgo de Osma es un pueblo amurallado situado en la provincia de Soria que esconde grandes tesoros que enamoran a todo el que lo visite. En este pueblo soriano encontramos gran cantidad de monumentos de alto valor histórico, como la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción construida entre los siglos XII y XVIII.
En este templo se juntan tres estilos artísticos; la catedral románica (de la cual quedan pocos vestigios); la catedral gótica, que constituye la mayoría del edificio; y las remodelaciones de fachada y escalinata de estilo renacentista. Otros dos de los atractivos de este pueblo son el palacio Episcopal, que data del siglo XVI y tiene un estilo gótico-flamenco, y la Universidad de Santa Catalina, del mismo siglo de estilo renacentista.
Pero sin duda la joya de la corona de El Burgo de Osma es su Castillo, del siglo X, que se alza a las afuera del pueblo, uniendo El Burgo con Osma. Construido en mampostería el Castillo nos ofrece una vista de ambas localidades y de desfiladero. Y para los amantes del deporte, El Burgo de Osma es el lugar de nacimiento de Jesús Gil y Gil, ex -presidente del Atlético de Madrid, donde cada año celebran un encuentro para ayudar al futbol de base.
Arties, por su parte, se ubica a 1.143 metros de altitud, en la unión entre los ríos Valarties y Garona, en un pequeño ensanchamiento del Vall de Bohí, lo que lo convierte en una joya escondida del Pirineo. Entre sus atractivos hay que mencionar la iglesia parroquial románica (s. XI-XII) con sus dos campanarios y sus maravillosas pinturas, la iglesia gótica (s. XIV), los restos del castillo de Arties o Entresaigües, la torre y capilla de la Casa de los Portolà (s. XVI) y los baños de Arties.
A solo 2,5 kilómetros de Arties, Garòs, un pequeño enclave de apenas 100 habitantes, se ubica a 1.115 metros de altitud en la vertiente derecha del Garona. De hecho, esa poca densidad de población es uno de sus atractivos, ya que ofrece un turismo patrimonial y de naturaleza a aquellos que quieren alejarse de las aglomeraciones. Destaca su iglesia parroquial (s. XII, reformada en el s. XV) y, en especial, lo que guarda: un Cristo de talla, una imagen gótica de la Virgen y una cruz procesional de plata. Todo ello, a menos de tres kilómetros de la estación de Baqueira, lugar imprescindible para los amantes de los deportes de nieve.
Durro apenas tiene 100 habitantes, pero está cargado de historia y de belleza. Este pequeño pueblo medieval se encuentra en el Vall de Bohí y se caracteriza por sus calles empedradas y tranquilas. Sin embargo, son de visita obligada la iglesia de la Nativitat de la Mare de Déu de Durro(s. XII), que forma parte de las iglesias románicas de la zona, y la ermita de Sant Quirc, en lo alto de la montaña, un emplazamiento que ofrece unas vistas privilegiadas del valle.
Más de 680 km al sur casi en línea recta encontramos la sexta localidad que se une este año al club de los Pueblos más Bonitos de España. Hablamos de Trevélez, en la Alpujarra granadina. A menos de 100 kilómetros de Granada, se trata de un pueblo que rezuma historia, con restos que prueban que la zona estuvo habitada ya desde el neolítico.
Sobre la falda suroeste del Mulhacén, en la confluencia de los Ríos Chico y Trevélez, en pleno corazón del Parque Natural y Nacional de Sierra Nevada el pueblo se alza a 1.480 metros de altura, con su barrio alto a 1.600 metros sobre el nivel del mar, lo que deja ver impactantes paisajes.
14 rutas de senderismo monumentos, como la iglesia de San Benito o la Ermita de San Antonio y de La Virgen de Las Nieves, y delicias gastronómicas como las truchas con jamón o la sopa de ajo elaborada con pan duro, ajo, huevos, aceite, jamón y pimentón están entre los imprescindibles.