Relax y sol lejos de la masificación turística: seis playas desconocidas y solitarias de España

  • La masificación turística puede hacer que a veces sea complicado encontrar un buen sitio en la playa, pero en estos enclaves desconocidos te sentirás prácticamente solo

Cuando llega el verano, a todos nos gusta disfrutar de unos días de descanso en la playa, lejos del ruido de la gran ciudad y envueltos en el rumor del oleaje. Sin embargo, con la masificación turística de nuestras costas, muchas veces resulta imposible encontrar un huequecito en el que colocar la toalla, especialmente si lo que nos va es la zona del Mediterráneo.

Por suerte, a lo largo de los casi 8.000 kilómetros de litoral que hay en España, todavía queda algún que otro lugar en el que podremos relajarnos y darnos un buen chapuzón sin preocuparnos por no encontrar sitio en la arena. Si aún no has planificado tus vacaciones, pero sabes que quieres ir a la costa, anota: estas son algunas de las playas más desconocidas del país. ¿Te animas a descubrirlas?

Playa Leandro (Canarias)

Que en Canarias hay playas maravillosas a nadie le sorprende. Las islas son uno de los destinos favoritos para pasar las vacaciones de miles de turistas, que cada año aprovechan los meses de verano para disfrutar de su singular clima y geografía.

Aun así, en Canarias también podemos encontrar rincones en los que pasar unos días tranquilo, alejado de las grandes aglomeraciones. Uno de ellos es la Playa Leandro, en Fuerteventura, una pequeña cala de poco más de 100 metros de longitud flanqueada por la playa de Majada de Las Cabras y por Punta Leandro y situada a escasa distancia de Pozo Negro.

Gracias a su ubicación, aquí disfrutaremos de unas aguas tranquilas de gran visibilidad. La playa Leandro es, además, un lugar fantástico para los aficionados de la pesca y del snorkel. Eso sí, a pesar de su proximidad con otras calas, aquí no encontraremos ningún tipo de servicio, por lo que debemos de ser cuidadosos a la hora de sumergirnos en el mar.

Cala Escorxada (Baleares)

Al igual que en Canarias, en las Islas Baleares también podemos encontrar pequeños rincones libres de la masificación turística, espacios que todavía guardan la magia y el encanto de la costa y en los que podremos relajarnos disfrutando del sol en la arena.

Nosotros te recomendamos la Cala Escorxada, una playa de difícil acceso situada en el sur de Menorca que encapsula toda la belleza natural de la isla. Conformada por una ensenada de 200 metros, esta pequeña cala nos ofrece unas aguas cristalinas de tonos turquesas, unas arenas blancas y finas y un paisaje natural de terrenos pedregosos en los que podremos adentrarnos para organizar rutas de senderismo con los que completar nuestra aventura. Si viajas a Menorca, no te la pierdas.

Playa de Canido (Galicia)

Para algunos, las playas de Galicia son de las mejores de toda España, algo que tal vez se explique por la cantidad de banderas azules que encontramos en su costa: hasta 111, que se dice pronto. Nosotros no sabemos si mejor el Norte o el Sur, para gustos, como se dice, hay colores, pero lo que sí sabemos es que la Playa de Canido es uno de los lugares más tranquilos de la costa gallega, ¡y eso que también cuenta con bandera azul!

Conocida también como la playa de O Canto de Area, la playa de Canido se encuentra en Vigo, entre la isla de Toralla y la Punta de los Pinos, en un entorno urbanizado que, pese a todo, no le ha quitado su encanto natural.

Con aproximadamente 250 metros de longitud, esta cala en forma de concha destaca por sus aguas tranquilas y su carácter rústico, en el que podremos ver multitud de cantos rodados de pequeño y mediano tamaño y un fondo marino rocoso por el que pasan una gran cantidad de peces. Aquí podremos pasar el día sumergidos en el mar, tomando el sol y disfrutando del bello verano, pero al salir no te olvides de parar por alguno de los restaurantes de la zona para disfrutar de una buena ración de pescado y marisco. Pura gastronomía gallega.

Playa de Gulpiyuri (Asturias)

Seguimos por el Norte, pero esta vez nos desplazamos hasta Asturias para descubrir una de las playas más bonitas de toda España: la playa de Gulpiyuri, un minúsculo secreto de poco más de 40 metros de longitud con una belleza inversamente proporcional a su tamaño.

Situado entre la costa de Llanes y Ribadesella, se trata de una playa de interior de agua salada catalogada como Monumento Natural, y no nos extraña. Aquí el Cantábrico se cuela por debajo de los acantilados, la vegetación es exuberante, verde y agrícola y la arena, gruesa y blanca. Rodeada de rocas y prados, para acceder a esta pequeña joya hay que desplazarse a la localidad de Naves y atravesar un sendero agrícola, pero la experiencia merece la pena.

Playa de Valdearenas (Cantabria)

Ubicada en el municipio cántabro de Piélagos, en la población Liencres, encontramos la playa de Valdearenas, un enclave de casi 3.000 metros de longitud situado justo al lado del parque natural de las Dunas de Liencres.

Esta playa alterna un paisaje rocoso en su zona oriental con un paisaje más plano en su zona occidental y nos ofrece unas vistas espectaculares de las puestas de sol, de esas que quedan de diez en instagram. De arena blanca y fina y grandes dunas, el fuerte oleaje la convierte en una playa ideal para los amantes del surf. Además, cuenta con una zona nudista.

Cala Jovera (Cataluña)

Cuando pensamos en playas qué visitar en Cataluña, solemos pensar en la Costa Brava, y no es para menos: ahí se encuentran alguno de los enclaves más bonitos de todo el país, como Cadaqués, el famoso lugar en el que Dalí pasó gran parte de su vida y al que llegó a catalogar, con motivos, como el pueblo más bonito del mundo.

Sin embargo, más allá de la Costa Brava, también podemos encontrar playas de gran encanto en la comunidad catalana. Una de ellas es Cala Jovera, en Tarragona, un bonito rincón de 90 metros de longitud que se extiende bajo la sombra del castillo de Tamarit, una joya del siglo XI ubicada en un promontorio a orillas del Mediterráneo en la que merece la pena detenerse cuando hayamos disfrutado de nuestra sesión de sol y agua.

La imagen del castillo sobre el mar nos ofrecerá una panorámica maravillosa para el recuerdo, pero en Cala Jovera también podremos disfrutar de una playa de arenas finas y doradas y de unas aguas limpias, cálidas y tranquilas en la que podremos olvidarnos, momentáneamente, de todos los problemas de nuestra vida laboral. Sin servicios, y con una ocupación muy baja, aquí disfrutaremos de toda la belleza del bello verano en calma.