"No me dejaron volar por llevar el certificado de la vacuna solo en papel"

  • Viajar fuera de España este verano se ha convertido en un verdadero galimatías

  • Formularios, PCR, antígenos, certificados de vacunación... los documentos necesarios pueden ser confusos y llevar a error

  • Loreto Barros nos cuenta su terrible experiencia al intentar coger un vuelo con destino Lisboa

Entre la PCR, los test de antígenos y el pasaporte de vacunación, plantearte salir de España este verano (o incluso ir a alguna de nuestras islas) se ha convertido en un verdadero galimatías. Y si no que se lo digan a Loreto que, con cuatro de sus amigas, iba a pasar unos días en Comporta, Portugal. "Era un viaje que teníamos pendiente desde hacía cuatro años. Volaba a Lisboa con una de ellas y allí nos recogían las otras dos para poner rumbo a nuestro destino final", nos cuenta. Lo que tenía que ser una maniobra sencilla, habían comprobado una y mil veces que tenían todo lo necesario para volar sin problemas, se convirtió más bien en una pesadilla con un final agridulce.

El certificado: solo válido en versión digital

Uno de los requisitos que pide el gobierno portugués es llevar relleno un cuestionario para poder ser localizado en caso de rastreo, Loreto y su amiga lo llevaban en un QR en el móvil. Además, es necesario presentar el certificado de vacunación o, en su defecto, una PCR con resultado negativo. Ahí empezó el problema. Ambas tienen la pauta completa y llevaban el documento en dos formatos, una en digital y la otra en papel. "Al llegar al mostrador de facturación, nos pidieron localizador de reserva, dnis y pruebas covid. Mi amiga enseñó su certificado digital y yo le di mi informe en papel. Cuál fue mi sorpresa cuando me dijeron que solo servía la versión digital. Me lo tuvo que decir una segunda vez porque no daba crédito".

Loreto nos cuenta que absolutamente en ningún sitio especificaba esto y la solución que le dieron fue que se realizase una PCR a uno por la noche para que diese tiempo a tener el resultado. La broma le costaba 300 euros, más el importa de la prueba en sí. "Descarté la idea en cuanto me la planteó", nos cuenta angustiada. En ese momento, y con los nervios a flor de piel, decidió llamar a teléfono de información de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y preguntar cómo conseguir la versión móvil del informe que le habían dado en el Ramón y Cajal al recibir la segunda dosis de la vacuna.

La app de la Tarjeta Sanitaria, colapsada

"Bájate la app de la Tarjeta Sanitaria Virtual. Para acceder necesitas un código de 4 dígitos o un QR que te dan en tu centro de Salud – opción descartada-. Te mando el código a tu móvil y ya solo necesitas el número de la tarjeta sanitaria y un pin. Una vez completes el acceso ya te aparece el documento en digital", le explican vía telefónica. Loreto vio la luz al final del túnel, pero no fue tan sencillo como se lo plantearon.

El código no llegaba (a día de hoy, nueve días después sigue sin hacerlo) y la app le daba error. "Una operaria del aeropuerto me dijo que lo dejase de intentar, que no funcionaba correctamente. Corrí hacia la puerta por si no había suficiente cobertura, pedí el wifi del aeropuerto, desinstalé la app y la volví a instalar, reinicié el móvil, solté todos los tacos que me sabía. Y nada". Como era de esperar, la hora del embarque llegó y Loreto no encontraba solución alguna, tanto ella como su amiga terminaron perdiendo el vuelo. Ni cortas ni perezosas, decidieron coger el coche y tirar, vía terrestre, hasta su destino, eso sí, con un enfado considerable.

"Lo que no me explico es por qué la compañía no notificó a los que viajábamos el día 1 de julio que, supuestamente, a partir de ese día (aunque la información es totalmente confusa) era obligatorio presentar el informe digital. No lo veo por ninguna parte", expone frustrada.

El continuo cambio de normativa

El caso de Loreto es solo una muestra del verdadero follón que supone intentar viajar este verano. Con los países adaptándose poco a poco a esta nueva realidad y el 'pasaporte covid' activo desde el primer día de julio, pero con un sistema poco automatizado para conseguirlo, saber la normativa de cada destino es, en ocasiones, prácticamente imposible. Cada comunidad autónoma tiene un sistema diferente para obtenerlo y, con un ritmo de inoculación alto, algunas de las plataformas están colapsadas por norma general.

"En ninguna de las tres webs de la compañía aérea estaba actualizada la normativa y, de acuerdo con ellas, llevábamos todo lo necesario para volar sin problemas. En una de ellas especificaba, claramente, los documentos necesarios y ponía que el certificado de vacunación era válido tanto en papel como en su versión digital. La información ponía que estaba actualizada dos días antes de mi vuelo”, nos explica Loreto.

Informarse bien. Es la pieza clave en los desplazamientos internacionales que realicemos en los meses estivales y, a la vista está, que es necesario chequear varias fuentes antes de partir. La página oficial del gobierno del país de destino suele ser la que tiene la información más actualizada. Toda comprobación es poca o te puede pasar como a Loreto y quedarte injustamente en tierra por un tema meramente burocrático.