Cinco pueblos cerca de Madrid para escaparse de la ciudad y respirar aire fresco

  • Puedes hacer una ruta a pie, visitar los monumentos de uno de los pueblos más bonitos de España o sentarte a disfrutar de una plaza emblemática

  • A 50 kilómetros de Madrid olvidarás la urbe para disfrutar de cómo se vive en Miraflores de la Sierra, Nuevo Baztán, Chinchón o Patones de Arriba

  • La Hiruela está al doble de distancia pero la visita merece la pena

La opción de pasar el día fuera de casa, sin el ordenador e incluso con el móvil en silencio es muy gratificante. En Uppers hemos seleccionado cinco pueblos cercanos a Madrid para que te concentres en buscar la ruta más agradable o la más rápida. Ir solo o acompañado. Coger el autobús público o el coche. Elegir un restaurante donde comer o preparar unos bocadillos de tortilla. Son cinco escapadas cerca de Madrid donde cambiar el chip y terminar la semana.

1 Miraflores de la Sierra

Está al norte de la Comunidad de Madrid, a casi 50 kilómetros de la Puerta del Sol. Forma parte del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. El pueblo es un encanto para pasear y sentarse en cualquiera de sus plazas. Para los amantes de la montaña, desde Miraflores de la Sierra parten distintas rutas de senderismo de mayor a menor dificultad. El entorno natural es espectacular; se erige en un punto estratégico entre los puertos de Canencia y Morcuera.

Su primer nombre fue Porquerizas, según cuentan porque era un lugar donde se criaba y guardaba el ganado de cerdo doméstico o porque la población de jabalíes era muy abundante. La leyenda narra que, en el siglo XVII, Isabel de Borbón, esposa de Felipe IV, hizo una parada en una meseta cuando se dirigía al Monasterio de El Paular, por el camino real de la Morcuera. Desde el lugar que eligió para el descanso se veía Porquerizas y el campo con algunas flores así que exclamó: ¡Mira flores! Dicen que fue la reina la que decidió que a partir de ese momento ese pueblo tan bonito se llamaría Miraflores de la Sierra.

2 Nuevo Baztán

Se encuentra en la comarca de la Cuenca del Henares, también a 50 kilómetros del centro de Madrid, pero al este. Desde el 1 de enero de 2021 se ha integrado en la red de Pueblos Más Bonitos de España. Su fundación data del siglo XVIII cuando el navarro Juan de Goyeneche decidió establecer un asentamiento junto a unos complejos industriales que ya existían. Se dedicaban al vidrio, los paños, el papel y el jabón. Goyeneche encargó su diseño al arquitecto José de Churriguera siguiendo el estilo barroco de la Francia de Luis XIV.

El resultado fue espectacular. Todo el casco histórico con sus calles, casas, jardines, iglesias y palacios cuentan con el título de Monumento Artístico y Bien de Interés Cultural. La localidad también dispone de un centro de interpretación en las antiguas Bodegas del Palacio de Goyeneche. Por otra parte, también es un reclamo para los senderistas con la Senda de Valmones, una ruta circular de 7 kilómetros y baja dificultad. Durante una parte se sigue el arroyo Vega que después desemboca en el río Tajuña.

3 Chinchón

La distancia que separa la capital del pueblo de Chinchón es de 58 kilómetros. Se enclava en la comarca de Las Vegas en el sureste de la Comunidad de Madrid. En el siglo XI, los árabes fundaron la población, aunque se han encontrado restos del neolítico. Después de tres siglos y medio de dominación musulmana, en 1499 se constituyó el primer ayuntamiento cuando reinaban los Reyes Católicos.

El casco histórico y su increíble Plaza Mayor fueron declarados Conjunto Histórico Artístico en 1974. La Iglesia Nuestra Señora de la Asunción cuenta con un lienzo de Francisco de Goya. También hay que acercarse hasta la Torre del Reloj, al Monasterio de los Agustinos que es Parador de Turismo y al Monasterio de las M.M. Clarisas.

La Plaza Mayor es medieval. Comprende un recinto cerrado con cuatro accesos formado por edificios que le dan una forma circular. Las casas tienen hasta tres plantas. Todas presumen de soportales y de balcones de madera. Lo más singular es que estos balcones, que suman la cifra de 200, no pertenecen necesariamente a cada vivienda, sino que pueden tener un propietario distinto. La plaza siempre ha sido lugar de encuentro y de celebración con lo que los balcones se alquilan cuando hay eventos.

4 Patones de Arriba

Al noroeste de la capital despunta el pueblo de Patones, en la comarca del Jarama, a unos 75 kilómetros de la Puerta del Sol. Al llegar parece que uno se traslada al pasado porque la localidad conserva el aire medieval con sus calles empedradas (es obligatorio un calzado cómodo) y pequeñas casas. Son muy características por ser casi todas de piedra y de tejados de pizarra negra. Está a 800 metros sobre el nivel del mar así que las vistas del campo desde cualquier rincón son preciosas. Además, todo el monte está salpicado de las ruinas de antiguas chozas de pastores.

Merece la pena acercarse al yacimiento arqueológico de la Cueva del Reguerillo, a la Ermita de la Virgen de la Oliva, del románico-mudéjar del siglo XII y XIII, y a las ruinas del Pontón de la Oliva, una presa construida en el siglo XIX por el Canal de Isabel II pero que nunca pudo ser usada para abastecer de agua a Madrid.

El pueblo data de 1500 y acogió como nombre el apellido de los fundadores que era Patón. En 1999 fue declarado Conjunto Histórico y Bien de Interés Cultural. Pero lo más curioso es lo que cuentan: los pastores que fundaron la localidad también nombraron a su propio rey para regir y dictar sentencia en caso de disputa entre los vecinos. Al estar aislado, el pueblo no sufrió el asedio musulmán y prosiguió el reinado de su dinastía hasta que, a mediados del siglo XVIII, Carlos III le puso fin.

5 La Hiruela

Es el menos poblado de todos y el más lejano con una distancia de unos 110 kilómetros desde el centro de la capital. Se sitúa al norte de la Comunidad de Madrid, casi roza con Guadalajara y pertenece a la Sierra del Rincón. No hay datos para saber cuándo exactamente se fundó el pueblo de La Hiruela. Se cree que el primer asentamiento se produjo entre los siglos XII y XIII, después de la Reconquista y la repoblación de toda la zona.

Destacan sus casas de piedra, adobe y madera de roble que permanecen casi idénticas a cuando se construyeron. El Pilón, el Molino Harinero a orillas del río Jarama, la Casa Consistorial, la Casa del Cura o la Casa de la Maestra te trasladan a otra forma de vida muy distinta. También es bonita la antigua escuela, que hoy funciona como bar y área social.

La Sierra del Rincón es un entorno privilegiado y como tal pertenece a la red mundial de Reservas de la Biosfera. Además, se encuadra en el Programa sobre el Hombre y la Biosfera de la UNESCO. El ecosistema se encuentra aislado y el paso de los siglos no ha alterado este paisaje único. A través de distintas rutas para senderistas se puede disfrutar de bosques, arroyos y dehesas con robles, avellanos, abedules o enebros.