Un sueño cumplido: los únicos cuatro faros de España en los que se puede pasar la noche

  • La experiencia es única y no fácil de encontrar. En España, sólo hay cuatro que además funcionen como hotel. Te los enseñamos

El mar. Tú. Y la persona que elijas. No es fácil cumplir el sueño de dormir en un faro (¿cuántas veces te has preguntado cómo sería vivir ahí arriba?), pero en los últimos años algunos enclaves, siempre misteriosos y rodeados de mitos, se han reconvertido en hoteles llenos de encanto y melancolía. Fuente de inspiración para cineastas, como “Lucía y el sexo” (Julio Medem) o “Shutter Island” (Martin Scorsese), y de libros como 'El viejo y el Mar' (Ernest Hemingway) o 'Luz de Mar' (Curro Vázquez), los faros han despertado siempre fascinación. Tanto si eres un upper aventurero o un upper romántico, ya tienes excusa para pasarte horas mirando el horizonte.

Faro de isla Pancha, Ribadeo

Situado sobre un islote que se conecta a tierra por un sinuoso camino, encontramos este faro que, desde 1857, guiaba a los marineros que surcaban los mares en las inmediaciones de la Ría de Ribadeo. Hoy, reconvertido en hotel, ofrece dos apartamentos de cuatro habitaciones en un enclave con un entorno natural de inigualable valor paisajístico. En primavera y verano la experiencia aquí llama a la calma pues las aguas tranquilas invitan al relax. En invierno, las olas baten con fuerza creando un espectáculo digno de ver, a buen recaudo, en primera fila… Para los amantes de la naturaleza, el lugar ofrece rincones de una belleza incomparable y se convierte en lugar de peregrinaje para decenas de especies de aves que migran del norte de Europa hacia el Sur.

Los precios (según temporada) parten de los 200 €/noche.

Faro de Llafranc, Costa Brava

Este singular faro se encuentra en uno de los enclaves más especiales de la península pues ofrece vistas interminables tanto del Mediterráneo como del Ampurdán. Situado a más de 175 metros sobre el nivel del mar, sus instalaciones parecen suspendidas del cielo. El antiguo alojamiento del personal que habitaba el faro se ha reconvertido en un hotel boutique de nueve habitaciones de inspiración marinera. En su restaurante de cocina casera podrás disfrutar de los mejores productos locales. El acantilado que le da cobijo está rodeado de maravillosas calas. Las playas de Tamariu, Llafranc y Calella de Palafrugell son de visita obligada. Como también lo es el conjunto arquitectónico de San Sebastián de la Guarda, situado a pocos kilómetros. Aviso para navegantes: el faro tiene tanto encanto que cuesta salir de él.

Los precios (según temporada) parten de los 225 €/noche.

Hotel Faro de Punta Cumplida

Que sería de una isla sin su faro… Este, uno de los más bonitos de nuestra geografía se encentra en la isla de La Palma. Es uno de los más antiguos de España, con siglo y medio a sus espaldas. Reconvertido ahora en hotel de diseño, es un destino único si quieres tener el mar como compañero de escapada. Cuenta con solo tres suites, todas diferentes y muy amplias. Aunque puestos a elegir, quédate la Suite del Farero: más de 100 m2, terraza privada y chimenea. El faro dispone, también, de una piscina infinita sobre el océano y de un jardín de más de 5.000 metros en el que pasear para ver la puesta de sol. Al amanecer podrás realizar una serie de saludos al sol en la plataforma de yoga. Miembro de Rusticae, los precios se facilitan bajo demanda de reserva.

Hotel O Semaforo de Fisterra

Si hay un lugar emblemático en la geografía española es el mítico cabo de Finisterre, allí donde durante siglos acababa la tierra conocida. Construido en 1853 es un faro conocido por todos los navegantes del mundo. Su importancia sigue en vigor pues alerta de la proximidad de una costa sumamente peligrosa, la costa da morte. Elevado a 138 metros sobre el nivel del mar, su haz de luz llega a alcanzar 65 Km de longitud. Desde una profunda reforma en 2016, la antigua sede de vigilancia de la marina, el semáforo se ha convertido en hotel de cinco exclusivas habitaciones y un restaurante con encanto. Disfrutar del non plus ultra, aquí en el fin del mundo, es toda una aventura.

Precios (según temporada) desde: 160 €.

Extra: el Faro-hotel de Corsewall, en Escocia

Y, para terminar, ponemos rumbo al norte, fuera de nuestras fronteras para llegar al extremo del sur de Escocia, en la zona de Galloway. Muchos lo consideran la perfecta etapa final de un recorrido por el país, pues es el lugar perfecto para desconectar de todo, descansar y reconectar con la naturaleza. Con el mar como referente absoluto este faro decimonónico sigue aún en pleno funcionamiento. Podrás visitar la casa de la familia del farero y escuchar, de viva voz, las historias centenarias del lugar. Su estilo combina el estilo tradicional inglés y piezas de anticuario, por lo que tendrás la sensación de haber viajado en el tiempo. Su entorno, rodeado de verdes prados y laderas solitarias invita a pasar los días sin más que hacer que contemplar el hermoso paisaje. Los precios (según temporada) parten de los 100 €/noche.