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Finales de noviembre. Las ciudades comienzan, normalmente, a ir encendiendo poco a poco las luces navideñas. Comienza una época mágica. Las calles se llenan de gente que mira hacia arriba, como si fuera algo hipnótico. Abuelos con nietos, madres y padres, matrimonios paseando… nadie se lo quiere perder. Te has hecho la imagen mental, pero ¿qué pasará este año? En las grandes urbes ya se van colocando poco a poco, sí habrá decoración festiva, pero las ceremonias de los encendidos no serán iguales. Las multitudes, con la pandemia, habrá que evitarlas y por eso tendremos recorridos organizados y medidas higiénico-sanitarias. Te contamos cuál es el plan de algunas ciudades y el movimiento #LucesNo, la iniciativa que ha ganado peso en las redes sociales.
Millones de luces led inundan ya las calles viguesas y Abel caballero, su alcalde, asegura que la ceremonia de encendido, que todavía no tiene fecha, pero todo apunta a que será el penúltimo sábado del mes, será con aforo limitado, los asistentes, que será medio centenar, estarán sentados y habrá distancia entre ellos para que sea “100% segura”. Ante esta reducción tan drástica de espectadores, el Ayuntamiento va a permitir que los ciudadanos disfruten de modo telemático del encendido del alumbrado, emitiéndolo en directo y de forma online.
Este año, además de la iluminación, la ciudad contará con un espectáculo musical. "Va a haber juegos de luces y combinaciones musicales. Seguimos haciendo mejoras para dar mayor vistosidad a la Navidad”, asegura desde el consistorio. Respecto al tren turístico, que lleva años recorriendo el centro para ver la decoración navideña también existirá, pero su aforo estará totalmente limitado. Caballero asegura que hará lo que digan los expertos. “Si hace falta que vaya una persona por vagón, irá una persona. Habrá atracciones, luces led, cabalgata y todo lo que convierte a Vigo en un referente internacional durante más de 50 días, pero con un 1.000% de seguridad Covid".
Viernes, 27 de noviembre. Es el día en el que Málaga dará la bienvenida a la Navidad. La calle Larios, avenida peatonal principal de la ciudad, contará con su tradicional bóveda de led, pero este año no protagonizará el espectáculo de luz y sonido al que nos tenían acostumbrados en ediciones anteriores. "Tampoco lo habrá en la calle Alcazabilla y en la Alameda Principal, todo lo que sean aglomeraciones de gente lo hemos quitado", explica la concejala de Fiestas, Teresa Porras.
Respecto a la ceremonia de encendido, que el año pasado contó con la presencia de Antonio Banderas, en esta ocasión será totalmente diferente. "En el 99% no se hará el acto del año pasado; este año pasaremos un poco de hacer ese llamamiento", apunta la edil. Todo parece indicar que no habrá evento en sí, en un afán de "buscar cosas para que no haya contacto ni aglomeraciones" pero sin eliminar todo ya que "hay muchas familias que viven solo y exclusivamente de este tipo de eventos".
La capital hará su encendido oficial, como cada año, en los últimos días de noviembre. Parece que el viernes 27 será el día que media España se vestirá de Navidad, pero lo hará sin grandes eventos como en ocasiones anteriores. En Madrid las luces llevan instaladas desde el mes de agosto y los ensayos del alumbrado se han celebrado a finales de octubre con las calles desiertas por el toque de queda bajo el que está la ciudad.
Con el fin de evitar las aglomeraciones, las mayores fuentes de contagio de coronavirus, y, aunque todo parece apuntar a que sí habrá el tradicional autobús que recorre las principales avenidas iluminadas, han aparecido alternativas como 'La Limusina de la Navidad'. Un recorrido en limusina por el centro de la ciudad que incluye música, cava y una degustación de turrones por 17,5 euros por persona. La duración de la experiencia es de 45 minutos y el punto de inicio y final es a elección del cliente.
Bajo la etiqueta #LucesNo, son cientos los usuarios que han pedido a través de Redes Sociales que los ayuntamientos donen la partida destinada al alumbrado invernal a los hosteleros, autónomos y en definitiva a todos los que están sufriendo las consecuencias de las crisis sanitaria y económica provocada por la covid-19. Además, consideran que es una forma de evitar el efecto llamada de celebrar unas navidades normales como si no hubiese pandemia.
Sin embargo, muchos usuarios también critican este movimiento alegando que la solución para salvar a unos no puede ser hundir a otros, ya que el alumbrado da trabajo a miles de personas en nuestro país. El debate está servido, pero por el momento los consistorios no se han pronunciado al respecto y, por el momento, siguen con sus planes de mantener las fiestas, eso sí, seguras.