Peregrinación en alta mar: así es la ruta del Camino de Santiago a bordo de un velero

  • El Camino de Santiago ya no es exclusivamente a pie, también hay una ruta marítima en velero

  • El Camino Marítimo recorre las Rías Baixas hasta la ría de Muros y Noia, desde donde se hace un último tramo a pie

  • La experiencia promete ser única e inesperada, siempre dependiendo del clima y el estado del mar

Uno de los grandes atractivos turísticos de España no es ni un hotel de lujo ni la playa más espectacular, es el Camino de Santiago, que cada año reúne a españoles y turistas que se deciden a hacer cualquiera de las rutas de senderismo que les lleva hasta Santiago de Compostela y les convierte en peregrinos. Muchos senior afrontan esta aventura única que todo el que la hace valora positivamente, haga el camino que haga, aunque uno de ellos aún es un desconocido para el gran público porque no tiene nada que ver con lo tradicional, esta sabe a sal y se realiza por mar.

Combinación de mar y tierra

Desde hace unos meses la ruta que recorre las Rías Baixas es considerada Ruta Jacobea Oficial y que, por tanto, los que se decanten por ella, también recibirán su Compostela como cualquier otro peregrino que haga el Camino por una de las vías tradicionales. Esta nueva ruta nace en el mar para terminar en la ría de Muros y Noia.

El mar es el compañero durante gran parte del trayecto y lo que hace especial esta ruta del Camino de Santiago. La primera parte consiste en viajar en velero hasta la ría de Muros y Noia emulando el mismo itinerario que ya hace siglos se realizaba por mar. Pese a que gran parte de los días se pasan en alta mar, no es un viaje fácil, pues te puede tocar buen tiempo y disfrutar de unos atardeceres mágicos, o que coincida con un gran temporal que te hagan cuestionarte si no hubiese sido mejor idea una ruta completamente terrestre ante el mareo ocasionado.

De esta manera, el velero irá navegando por las Rías Baixas, atracando en diferentes puertos, hasta llegar a la de Muros y Noia y la llegada a Portosín o a Noia. Si quieres la Compostela es necesario haber navegado 90 millas náuticas y haber sellado en cada puerto de la ruta. Pero aún no se ha llegado a Santiago de Compostela. El final de esta ruta requiere hacer un par de kilómetros a pie donde el salitre y el mar quedarán atrás para emprender el camino de unos 43 o 35 kilómetros, dependiendo desde dónde se parta la marcha.

Convertirse en un verdadero marinero

La etapa marítima no solo será admirar el océano, durante la estancia en el velero se podrá avistar, si hay suerte, delfines en plena libertad, pero también aprender nociones básicas de navegación, como arriar las velas o manejar el timón bajo la tutela del patrón para dar una experiencia diferente a los peregrinos que se atrevan con este itinerario.

Por lo general, el Camino Marítimo dura unos tres días, aunque puede ampliarse a más por el clima o por las paradas que se hagan en los puertos. Y al igual que en la tierra no se permiten vehículos a motor, en el velero tampoco, solo navegar a merced del viento. Y para dormir se puede optar por un hostal en tierra firme, pero se perderá el encanto de dormir en el camarote del barco, siempre amarrado a puerto, no te preocupes. Un camino totalmente diferente que combina mar con la tradición pero con un mismo objetivo, plantarse ante la catedral de Santiago como un peregrino más.