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Cuando pensamos en unas vacaciones de lujo nuestra mente se transporta a lugares como Punta Cana, las Maldivas, las Bahamas… La oferta de servicios turísticos en el mundo es amplia y muy variada. Sin embargo, en 2020 la tendencia ha cambiado y los viajeros buscan hoteles ecológicos, lujosos y con experiencias únicas.
La lucha contra el cambio climático cada vez toma más protagonismo en nuestra sociedad. Esto ha dado pie a la eclosión de los consumidores verdes, que deciden comprar o adquirir un servicio teniendo en cuenta la sostenibilidad de este.
Todo el mundo puede hacer algo para reducir su huella ecológica cuando viaja: la forma de llegada y salida, la elección del alojamiento, las actividades en el destino de vacaciones... todo esto se puede decidir de manera responsable. Ecología, sostenibilidad y exclusividad van de la mano en una propuesta para deleitar los cinco sentidos.
Diseñada y creada en Francia por un equipo de diseñadores navales, ingenieros y arquitectos cuya visión era crear era crear una embarcación ecorresponsable y nómada para ecoturistas, Anthenea es la primera suite de hotel flotante y ecológica del mundo. Inspirada en la cápsula que Roger Moore usaba como James Bond en La espía que me amó, Anthenea respira aire fresco ofreciendo una experiencia ecoturistica multisensorial dirigida a hoteleros y viajeros que buscan reconectarse con la naturaleza y explorar el mar a todo lujo.
Equipado con un motor eléctrico silencioso, Anthenea funciona con energía 100% renovable, utilizando energía solar para flotar indefinidamente gracias a cinco paneles solares orientados al sur y dos vainas de propulsión eléctrica, que le ayudan a adaptarse a cualquier cuerpo de agua en cualquier clima para lograr un turismo sostenible.
Su forma abovedada está diseñada para seguir los rayos del sol y mezclarse perfectamente con el medio ambiente, mientras que sirve como un observatorio submarino y un sistema de aire acondicionado natural. Los servicios opcionales incluyen un sistema de desalinización y horno de leña. La estructura está recubierta por paneles solares que dotan la energía eléctrica, y tiene un novedoso sistema de tratamiento y reciclaje de agua.
La cápsula de 50 metros cuadrados incluye tres espacios internos. El diurno: está equipado con un sofá, minibar, muebles cubiertos de hormigón encerado y una ventana subacuática de 3 metros. El espacio nocturno: con una cama circular de 2.20 metros y un baño. El espacio de relajación: tiene un solarium de 360° en el techo en el que pueden acomodarse hasta 12 personas. Los interiores están hechos completamente de materiales sostenibles.
La compañía Alcove by the Sea ofrece configuraciones alternativas, como centro de spa o sala de reuniones. También se puede vaciar de comodidades y accesorios y queda como una plataforma para organizar eventos, donde pueden estar 50 personas de pie.
Al ofrecer una nueva forma de experiencia turística entre la observación submarina y la exploración terrestre, Anthénea permite a los viajeros descubrir nuevos territorios y vivir experiencias inusuales. Sin permisos de construcción o construcción que requiere mucho tiempo, y con menos impacto en el medio ambiente, Anthénea ofrece a los hoteleros un enfoque ecorresponsable de la hospitalidad.
Esta cápsula tiene un novedoso sistema de flotación que evita los mareos, con una resistencia a los vientos de fuerza 6. Para evitar que las corrientes lo alejen sin rumbo queda anclado en el lugar donde se desee, pero luego es muy fácil de engancharla a una embarcación y trasladarla a otro punto.
Entre las ventajas que destaca Anthénea como una nueva opción en el mercado turístico es la de una experiencia única de observación submarina para los usuarios y para los hoteleros, la facilidad de ofrecer una opción eco responable de hospitalidad sin la necesidad de grandes proyectos de construcción. El precio de estos pequeños paraísos flotantes va desde los $535,000.