Islas privadas y resorts de lujo: las vacaciones soñadas para bolsillos millonarios

  • Los millonarios también buscan tranquilidad en sus vacaciones, pero de una forma diferente en la que no cabe duda de que se gastan algo más de dinero que el resto de mortales

No todo el mundo disfruta de las vacaciones del mismo modo. Un año nos basta para ahorrar un poco y darnos esas vacaciones tan merecidas durante el verano en ese destino que tanto deseabas. Luego va en cuestión de gustos, mientras unos prefieren irse de hotel y no salir, otros quieren hacer turismo y conocer los alrededores. Unos son más del bullicio de la playa, y otros más de la tranquilidad de la montaña; así que otra cosa no, pero la temporada estival ofrece cientos de ofertas para todo tipo de personas. Aunque hay algunos que, sin duda, tienen unas vacaciones más que espectaculares: los millonarios.

A ellos, precisamente, no les hace falta tirar de ahorros porque el dinero ya lo tienen y sus destinos no es que sean más selectos que los del resto de mortales, lo que ocurre es que son más exclusivos, y de eso no hay duda. Son formas distintas de pasar las vacaciones, pero en su caso el lujo estará más que presente en absolutamente todos los sentidos.

Habitaciones con todos los lujos

Obviamente los millonarios no acuden a cualquier hotel, van a los más lujosos y a las habitaciones más exclusivas. Tanto, que el servicio es reducido para guardar la mayor privacidad de los huéspedes. Dinero sí, pero tampoco es que les guste llamar la atención. La suite nos la podemos imaginar gigantesca, con todas las comodidades, muchas incluso con su propia piscina privada para no tener que acudir a las zonas comunes.

La exclusividad se paga, y por eso mismo muchos hoteles ofrecen en sus destinos a pie de playa accesos privados para que ellos puedan disfrutar del mar sin que nadie les moleste o para que su yate pase a buscarlos e irse mar adentro a contemplar la paz y la tranquilidad del océano.

Islas privadas sin ninguna molestia

¿Pensabas que la máxima exclusividad se encontraba en los resorts de lujo? Pues va a ser que no. Hay hoteles de lujo en lugares tan selectos que solo unos privilegiados con una cuenta bancaria considerable se lo pueden permitir. En zonas remotas del mar Caribe, el océano Pacífico o en el Índico hay islas en las que una sola noche supera las cuatro cifras. Pero claro, estamos hablando de islas en las que solo hay un hotel de gran exclusividad que ofrece unas pocas villas como alojamiento.

Estas islas privadas son un sueño para cualquiera, aunque llegar a ellas tampoco es que sea sencillo. Los millonarios acuden en sus barcos, en helicóptero o en su propio jet privado. Una de las islas más exclusivas está en Filipinas, y alojarse en el hotel Banwa Private Island cuesta unos 100.000 dólares la noche, con la pequeña cláusula de que el mínimo para hacer la reserva son tres noches. Barato, lo que se dice barato, no es.

Se podría decir que esta es una de las islas privadas más caras que se pueden encontrar, pero la oferta de ellas para millonarios que quieran disfrutar de villas rodeadas de naturaleza son muchas, repartidas por todo el mundo para que en cualquier momento que quieran desconectar, puedan acudir a ellas. Es más, muchas han sido noticia más de una vez por ser el destino vacacional de las celebrities más top o por ser el lugar donde se ha celebrado más de una boda, como la de Johnny Depp y Amber Heard en su propia isla, Little Hall’s Pond Cay.

Un año sabático

Otra de las grandes características de las vacaciones de los millonarios es que parece que siempre están de vacaciones. Su colchón económico les permite hacer esos viajes que todos soñamos pero que por tiempo, nunca podemos. Un mes, seis meses o el año completo. Da igual, si los millonarios quieren pasarse el próximo año recorriendo Asia pueden hacerlo tranquilamente y sin ninguna preocupación mientras conocen todas y cada una de las culturas de uno de los continentes más místicos.

Habitaciones con acceso privado a la playa, resorts de gran lujo en islas privadas en las que difícilmente se coincidirá con alguien que no sea el servicio, o barcos y aviones privados. Desde luego que las vacaciones de los millonarios están a otro nivel y solo unos pocos privilegiados pueden disfrutar de tales comodidades. A la espera de que nos toque la lotería, no queda otro remedio que soñar con unas vacaciones de ese estilo.