¿Por qué los españoles tenemos dos apellidos?

  • El doble apellido surgió en la Edad Media entre las clases altas castellanas y se propagó desde el norte de Castilla hacia los señoríos vascos

  • Con el tiempo, fueron proliferando los apellidos que hacía alusión al propio origen familiar, al físico, al lugar de origen, a las profesiones, a gentilicios o a nombres de plantas o animales (Pino, Vaca)

  • Desde 2017, el Código Civil, en su artículo 109, reconoce el derecho a que los progenitores de mutuo acuerdo determinen el orden de los apellidos antes de su inscripción en el registro civil

Al contrario de lo que ocurre en muchos países de Europa y América del Norte, los españoles tenemos dos apellidos que identifican la familia paterna y materna. España es también uno de los pocos países donde la mujer no pierde su apellido cuando contrae matrimonio.

En líneas generales, el primer apellido de un ciudadano español es primero el del padre y el segundo el de la madre. Sin embargo, es posible cambiar el orden. Desde 2017, el Código Civil, en su artículo 109, reconoce el derecho a que los progenitores de mutuo acuerdo determinen el orden de los apellidos antes de su inscripción en el registro civil.

Cambio de apellidos con la mayoría de edad

Por otra parte, cuando los hijos alcanzan la mayoría de edad, pueden solicitar que se altere el orden de sus apellidos, una opción que suele hacerse para no perder determinados apellidos si los descendientes son mujeres.

La decisión no es compleja de llevar a cabo, pero sí tiene consecuencias para el resto de la familia: si la pareja en su primer nacimiento invierte el orden de los apellidos, este cambio se aplicará de forma automática al resto de descendientes de esa misma pareja.

¿Desde cuándo se utilizan los dos apellidos?

El doble apellido surgió en la Edad Media entre las clases altas castellanas y se propagó desde el norte de Castilla hacia los señoríos vascos. No se llegó a extender al resto de la población del territorio hasta el siglo XVIII, pero esta tradición alcanzó su plenitud como uso generalizado solo puede afirmarse que se alcanzó a partir de 1850.

Tener los dos apellidos reconocidos implicaba que no se había nacido fuera del matrimonio y, por lo tanto, no se era hijo ilegítimo. En el caso de grandes patrimonios, los dos apellidos también significaba que no se renunciaba al linaje materno. En este caso, mantener los dos apellidos era importante para la supervivencia de cierta nobleza.

¿Por qué se utilizan?

La costumbre se fue extendiendo también entre la población más humilde por razones prácticas. Con el uso de dos apellidos era más fácil distinguir a los trabajadores. A veces no era tan fácil conocer el apellido de los padres. Por esta razón, fueron proliferando los apellidos que hacía alusión al propio origen familiar (Hernández, hijo de Hernán; González, hijo de Gonzalo), al físico (Rubio, Moreno), al lugar de origen (de Toledo, de la Vera), a las profesiones (Herrero, Panadero), a gentilicios (Alemán, Catalán) o a nombres de plantas o animales (Pino, Vaca). Por su parte, la repoblación de los territorios reconquistados y la conversión de musulmanes y judíos al cristianismo en la Edad Media también ha influido en la etimología de los apellidos

El primer registro del que consta la aplicación de los dos apellidos fue el censo de 1857. Sin embargo, fue en el Registro Civil de 1871 en el que se insta al uso de los dos apellidos. Quedaba registrado así por primera vez por el Estado. Su aplicación por ley llegó con el Código Civil en el año 1889, cuando se reconoce el derecho de los hijos a llevar el apellido del padre y la madre.

Los países que también utilizan el doble apellido

La necesidad de distinguir a cada ciudadano es común a todos los países y cada estado lo organiza a su manera. En Estados Unidos, por ejemplo, solo se utiliza el apellido paterno, pero tienen dos nombres, lo cual facilita la identificación de cada norteamericano.

En el resto del mundo, no es muy habitual que los ciudadanos utilicen los dos apellidos de sus progenitores como pasa en España. En Italia la tradición es utilizar solo el apellido del padre, pero desde el año 2016 la ley permite utilizar los dos apellidos. Algo parecido ocurría en Francia, aunque un cambio de legislación en 2005 permite usar los dos apellidos o que el primero sea el de la madre. En Portugal, el primer (y único) apellido es el de madre. En Suecia pueden utilizarse los dos apellidos en cualquier orden, pero si no hay acuerdo en la pareja se emplea solo el de la madre.