¿Tiene sentido en 2023 mandar a tu hijo a formarse militarmente?

  • Guillermo Fouce, psicólogo y presidente de la ONG Psicología Sin Fronteras: "En el caso de Leonor, creo que tiene sentido porque va a tener una responsabilidad ligada a la jefatura del estado y al manejo de las fuerzas militares"

  • "En jóvenes con trastornos o problemas delincuenciales, se aplican valores que se adquieren en academias militares para hacer con estos jóvenes un trabajo de recuperación"

  • "El problema que tienen estas cuestiones es que se hacen en entornos protegidos y estructurados, con horarios fijos, y después, cuando salen a la realidad, no tiene nada que ver"

Como ya hiciera el rey Felipe VI, la Princesa Leonor iniciará su formación militar el próximo curso en la Academia General de Zaragoza para pasar en los tres años siguientes por los tres ejércitos de las Fuerzas Armadas españolas.

La Princesa de Asturias, que está completando su segundo curso de Bachillerato en Gales, iniciará su formación militar a finales de agosto en la Academia Militar de Zaragoza, donde realizará el primer curso hasta la jura de bandera.  

En el segundo año de su formación, se incorporará al tercer curso de la Escuela Naval de Marín, en Pontevedra, y también se embarcará en el buque escuela Juan Sebastián Elcano. Por último, realizará el cuarto curso en la Academia General del Aire y el Espacio en San Javier. En el futuro, España tendrá por primera vez a una mujer al frente de las Fuerzas Armadas, ya que el jefe de Estado es también capitán general de los ejércitos.

¿Formación necesaria?

Leonor de Borbón no es la única princesa heredera europea que tendrá formación militar. Tanto la Princesa Isabel de Bélgica (21 años) como Victoria de Suecia (45) e Ingrid Alexandra de Noruega (19 años) han recibido enseñanzas de las distintas academias militares de sus países. La excepción es la princesa Catalina Amalia, hija de los reyes de Holanda, Guillermo y Máxima, ya que los monarcas de la casa de Orange no son la máxima autoridad castrense.

Para los que no se dediquen a la milicia profesionalmente, la formación militar puede parecer lejana al mundo 'líquido' del siglo XXI. ¿Tiene, por tanto, sentido que un chico o una chica de 18 años la reciba? "En el caso de Leonor, es una formación corta y creo que tiene sentido, más que por los valores o por otra cuestión, porque va a tener una responsabilidad ligada a la jefatura del estado, al manejo de las fuerzas militares. Por tanto, parece procedente e interesante que conozca su funcionamiento, sus valores y su filosofía", señala Guillermo Fouce, doctor en Psicología, profesor en la Universidad Complutense y Presidente de la ONG Psicología Sin Fronteras.

Dinámicas útiles en otros casos

La capacidad de autocontrol, la disciplina y la perseverancia para cumplir objetivos incluso en momentos difíciles son algunos de los valores vinculados a la vida militar. Son valores particularmente escasos en algunas etapas vitales como la adolescencia. En este sentido, ¿sería útil implantar alguna dinámica militar con fines formativos? "Sí puede aplicarse en jóvenes con trastornos o problemas delincuenciales", confirma Guillermo Fouce. Para el experto, algunos centros terapéuticos, de hecho, funcionan así: "Se aplican valores que se adquieren en academias militares para hacer con estos jóvenes un trabajo de recuperación. Son controvertidos y no están respetados en todos los casos, pero es verdad que pueden funcionar en algunos momentos; sobre todo, para poner orden".

Terapia vs. mundo real

La pregunta que surge es si podrán mantenerse esas rutinas militares fuera del centro terapéutico. "El principal problema que tienen estas cuestiones es que se hacen en entornos protegidos y estructurados, con horarios fijos, y después, cuando salen a la realidad, es un abismo y no tiene nada que ver con lo que han visto. Es un problema, sobre todo, con jóvenes muy desestructurados o delincuenciales. Pero es verdad que en algunos casos puede ser un punto de inflexión", razona este experto.

Los tratamientos con dinámicas militares se hacían, sobre todo, con drogodependencias. "Se iba a una comunidad terapéutica, apartada del mundo para a partir de ahí reconstruirse y continuar. Estas terapias tenían un éxito relativo, un éxito momentáneo, pero en el pasado se hacían con esta idea de ordenar lo que estaba desordenado", concluye Fouce.