Resuelto el misterio de los calcetines que desaparecen en la lavadora

Te habrá pasado mil veces. Ese calcetín que se queda huérfano, totalmente solo, sin su compañero. Varias veces te habrá pasado eso de tender la colada o sacar la ropa de la secadora y, al ir a recogerla, ver como falta un calcetín. Lo buscas por todos lados y ni rastro. ¿La culpa? La lavadora ha vuelto a hacer magia y se ha tragado otro calcetín más. Esto ha dado lugar a que se realicen estudios de cómo se pierden o si de verdad es la lavadora la que se los traga y los hace desaparecer misteriosamente para siempre.

Una de esas investigaciones fue desarrollada por la marca Samsung, que llegó a señalar que cada año una persona suele perder unos 15 calcetines, por lo que a lo largo de toda su vida terminan perdiendo unos 1.264 calcetines. ¿A dónde van a parar todos ellos? Por si de media una persona pierde 15 en un año y de verdad las lavadoras se los traga, en una familia de varias personas debería notarse dónde acaban.

Pues bien, aunque es cierto que la lavadora se queda con algunos, el estudio de Samsung también señaló que algunos no llegan a la lavadora, por lo que muchas veces le echamos la culpa sin que el electrodoméstico tenga nada que ver. Muchos de ellos terminan escondidos detrás de un radiador o bajo el sofá sin que te des cuenta, lo que provoca en nosotros un efecto psicológico.

El más destacado es la conciencia visual, que cuando perdemos algo, en este caso un calcetín, lo buscamos solo en aquellos lugares donde es lógico que esté, como la lavadora o el cesto de la ropa sucia. Si no está ahí el calcetín no inviertes más tiempo en su búsqueda y lo dar por perdido.

Por su lado, el Instituto de Ciencia de Whirlpool, compañía de electrodomésticos, estudió lo mismo, subrayando como nuestras lavadoras se tragan muchos calcetines que mayoritariamente se quedan en tierra de nadie, en la zona que hay entre los tambores exteriores e interiores en aquellas lavadoras que tienen carga superior, mientras que en las que tienen la carga frontal suelen quedar bajo el caucho. Es decir, terminan bien escondidos dentro de la lavadora.

Esto se pudo comprobar cuando una administradora de propiedades en Estados Unidos contó su experiencia cuando un par de lavadoras del cuarto que tenían para que sus huéspedes hicieran la colada se estropearon. En vez de sustituirlas quisieron arreglarlas y, al desmontarlas, vieron como había más de 30 pares de calcetines, ropa interior, monedas y billetes e incluso una tarjeta de crédito.

Así que, aunque en ocasiones los calcetines se pierden antes de meterlos en la lavadora, en ella probablemente se encuentren muchos de los que misteriosamente te han ido desapareciendo, dejando sola a la otra mitad de la pareja.