El cambio generacional es lo que tiene, da perspectiva. En una sociedad que en los próximos años estará dominada por los abuelos -en el mejor sentido de la palabra-, cabe pararse a reflexionar sobre crianza, roles y legado familiar. Con la generación del baby boom en plena transición, estrenando jubilación y papel de abuelos -en 2030 se estima que el 25,6% de la población española serán personas mayores de 65 años-, hemos preguntado a esos abuelos incipientes sobre aquello que en su momento no hicieron con sus hijos y que el tiempo les da la oportunidad de enmendar con sus nietos. Estos son sus consejos de padres a hijos.

Mis nietos son todavía pequeños, pero lo primero que les recomiendo es que pasen el mayor tiempo posible con los niños, que cuando tienes esa edad te cuesta porque parece que te apetece más salir solo con tu mujer. Pero con el paso de los años te das cuenta de que hay tiempo para todo y cuando más te necesitan los niños es cuando están en ese tiempo de jugar, que necesitan la referencia de su padre. La pandemia tiene ventajas e inconvenientes. La ventaja es que los niños estan recibien una compañía que si no difícilmente tendrían. Mi principal recomendación es esa, que pasen tiempo con sus hijos que ya llegará el momento en que los hijos pasen de ti.

Cuando el abuelo educa a sus hijos de una manera los hijos tienden a hacer casi lo mismo, en todo lo que es hábitos sanos, de comida, de horarios, pues la verdad es que veo que más o menos ellos repiten lo que han aprendido. Es una satisfacción como abuelo ver que repiten modelo.

Cuando mi hijo fue padre hace ya diez años no me planteaba que hubieses algo que haría diferente. Con el paso de los años y con Lucas, mi nieto, ya como niño y no bebé -ya va al colegio-, sí que veo que mi hijo replica con él la exigencia en los estudios. Siempre fui muy duro con las notas que sacaban mis niños y les pedía que sacaran calificaciones altas porque sabía que podían, que tenían potencial.

Ahora, viendo que hace lo mismo con Lucas, me da pena que el crío pierda ese tiempo de juego o de pasarlo bien por hacer más deberes. Pienso que entre un sobresaliente o un notable en matemáticas tampoco va la vida.

Todavía no soy abuelo, pero me queda muy poquito. Mi hija está en los últimos meses de su embarazo ahora mismo y la verdad es que no había pensado en qué consejo darle. No es que me sienta un padre ejemplar ni mucho menos -¡aunque tampoco soy malo del todo!-, pero más que decirle lo que no haría, puedo decirle lo que sé y creo que ha funcionado con ella: darle mucho cariño siempre.

Yo estoy divorciado y ella se quedó a vivir conmigo cuando era adolescente y su madre y yo nos separamos, toda mi preocupación entonces era que se sintiese una niña querida y que no se viese sola. Así que eso le puedo dar como consejo. De malcriar al niño ya me encargaré yo, como buen abuelo.

Es curioso contar esto porque la verdad es que desde que mi hijo mayor tuvo a su primera niña he sido muy consciente. Me arrepiento de haber puesto siempre por delante el trabajo de mi familia. Me culpo pero creo que también tiene que ver con la educación que yo recibí y lo que me decía mi padre, que era más duro todavía.

He sido directivo en un laboratorio, ahora prejubilado, y me pasaba el día viajando, en reuniones, comidas... Cuando mis hijos eran pequeños la mayoría de las veces llegaba a casa y era mi mujer quien ya se había encargado de darles la cena y acostarlos. Eso de estar ausente es lo que le pediría a mis hijos que no repitieran con los suyos. Con el confinamiento están pasando más tiempo en casa y eso al menos me alegra, les diría sin duda que no se pierdan el ver crecer a sus hijos si pueden, yo ya no puedo volver atrás en el tiempo y lo lamento.

Ahora son tiempos raros para dar consejos porque está todo muy raro y fuera de lo normal. Por ejemplo, mi hijo y su mujer están trabajando desde casa con el crío, antes iba una chica a cuidarlo, y mi mujer y yo apenas hemos podido ir a verlos porque vivimos en otra provincia.

Mi consejo sería que aunque el niño todavía sea pequeño, le inculquen el hablar con sus padres y comunicarse. Que cuando sea más mayor y salga por ahí con su teléfono móvil o se vaya a estudiar fuera como fue su caso, le llame mucho por teléfono. Yo no lo hacía mucho con mi hijo, su madre sí hablaba más con él, y ahora me da pena no haber estado más pendiente. También es verdad que con la pandemia esto ha cambiado mucho, porque como no podíamos vernos hemos estado haciendo muchas videollamadas y creo que hasta nos hemos comunicado más. Así que ese sería mi consejo, que intente tener una relación estrecha con su hijo.