Decorativo o funcional: tipos de césped artificial para hacer de tu terraza un pequeño jardín

  • Por lo general hay dos tipos de césped artificial para crear tu propio jardín, dependiendo de lo que busques será mejor uno u otro

  • Montarlo no es difícil, pero requiere de una tarde de trabajo, y su mantenimiento es básico, así que no hay de qué preocuparse

No tener una casa con jardín no significa no poder disfrutar de uno, es más, a veces uno pequeñito es hasta mucho más acogedor, y si tienes una terraza, un patio o un balcón no hay nada que te frene para hacer el tuyo propio. Hay que darle un toque más verde y refrescante ahora que llega el verano y, aunque creas que es complicado, tampoco lo es tanto. El primer paso es hacerse con un buen césped artificial como base de ese pequeño jardín y luego ya es echarle imaginación para dejarlo a tu gusto.

De primeras eso de césped artificial puede echarte para atrás en tu decisión, pero ten en cuenta que en general no requiere de mucho mantenimiento más allá de cuidarlo para que no se estropee y lo mejor, como no es natural no se te secará, por lo que probablemente, si es de buena calidad, te durará bastante tiempo. Además, ya verás como si no llega a ser porque es una terraza, cualquier visita se cree que es césped natural.

¿Decorativo o funcional?

Por lo general podemos encontrar dos tipos de césped artificial en el mercado, son los más utilizados y su elección depende de lo que cada consumidor busque para su terraza. El primero de ellos es el funcional. La principal característica de este tipo de césped es su longitud, bastante cortita, de unos pocos milímetros, por lo que suele ser bastante fácil de limpiar. Te en cuenta que debes analizar si lo quieres con o sin drenaje, pues a pesar de que lo vas a usar en verano, si lo dejas instalado durante el invierno sufrirá las consecuencias de la lluvia, por lo que siempre es aconsejable hacerse con uno con drenaje.

Lo mejor de este tipo de césped es que a simple vista parece natural y es bastante económico, por lo que no será un gran problema para tu bolsillo. Eso sí, si buscabas varias tonalidades verdosas para tu terraza, la mayoría del césped funcional solo viene en un solo color, pero no te preocupes porque quedará genial en el rincón que elijas.

Pasamos al segundo tipo, el decorativo, que aunque se adapta muy bien a terrazas o patios, se suele utilizar más en jardines, zonas deportivas, etc. Su aspecto es algo más natural que el funcional, en parte porque su longitud es mayor. Además, en zonas húmedas tiene mayor éxito porque drena el agua mucho mejor y tiene una mayor capacidad. Es más caro que el funcional, principalmente porque su aspecto con distintas tonalidades y su tacto se acercan mucho más al césped natural.

Toca instalarlo

Una vez que eliges el que más te gusta o te conviene, llega el momento de instalarlo en tu terraza para empezar a disfrutar de tu pequeño jardín veraniego. Lo primero es dejar la superficie sobre la que se va a colocar limpia y seca. Una vez que todo está como la patena, llega el momento de extender el césped que has comprado. Previamente debes haber medido para saber la cantidad que necesitas y el ancho que mejor te viene de cada rollo para evitar tener que hacer muchas uniones.

Lo sobrante mejor córtalo por la parte inferior que por la del césped y, antes de colocarlo, deja que sobre un poco para que mientras luego lo instalas a la perfección, para que no quede ningún borde desnivelado. Y si tienes que poner más de un rollo, recuerda colocarlos todos en la misma dirección para que el césped siempre esté orientado hacia el mismo lado y así de un aspecto más natural.

Ahora que ya lo tienes listo para terminar de instalarlo solo te queda fijarlo al suelo. Para ello hay dos métodos con los que lo puedes lograr fácilmente, o bien con una banda de unión y cola o bien con una banda autoadhesiva. Con las dos formas quedará perfectamente instalado, pero todavía queda un pequeño paso más antes de disfrutarlo por completo. En algunos tipos es necesario esparcir arena de sílice para que se agarre mejor al suelo y las fibras estén más protegidas. Ya solo te queda cuidar de él para que dure lo máximo posible, pasando una manguera de vez en cuando para eliminar la suciedad.

Ya tienes tu césped en tu terraza o balcón y solo queda añadir algunas macetas, una mesa con sus sillas y ya tendrás el rincón que tanto deseabas para pasar tranquilamente las tardes de verano. ¿Quién dijo que no podías tener tu propio jardín? ¡Claro que es posible!