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A sus 74 años Arnold Schwarzenegger sigue siendo un habitual del gimnasio, al que acude con frecuencia para seguir entrenando sus músculos. Pero casi nunca va solo, pues a lo largo de tantos años entre máquinas y pesas ha forjado amistades o lleva la compañía de un entrenador para hacer los ejercicios que mejor le vengan en cada momento. Incluso en más de una ocasión ha ido con su hijo pequeño de 24 años, Joseph Baena, que si bien ya ha comenzado a interesarse por el mundo de la interpretación, sin duda donde más ha seguido los pasos de su padre es en el culturismo y en el deporte.
Sin lugar a dudas el deporte es primordial en la familia Schwarzenegger gracias al estilo de vida que siempre ha mantenido el patriarca, pero mientras unos se cuidan lo justo, Baena ha decidido seguir los pasos de su padre estudiando interpretación y luchando cada día en el gimnasio por conseguir el mismo cuerpo escultural que tenía (y tiene) su padre a su edad.
Su entrenamiento bien podría ser secreto, pero el joven es bastante activo en su cuenta de Instagram, donde además de compartir sus encuentros con amigos, aficiones, algún que otro rodaje en el que ha participado o con su padre, tanto disfrutando o como entrenando en el gimnasio, donde se les ve a menudo.
El joven hace todo tipo de deportes para no dejarse ni un músculo por entrenar. Además de pasearse constantemente por el gimnasio, lo combina con otras actividades, como salir a correr, nadar o boxeo. Al realizar tanto ejercicio ha conseguido ganar bastante músculo logrando una figura muy similar a la de su padre a su misma edad. Eso sí, el entrenamiento debe complementarlo con una dieta equilibrada en proteínas, grasas saludables e hidratos de rápida absorción.
Entre los ejercicios para pecho viene bien la apertura con mancuernas, aunque siempre hay que ir progresivamente para evitar una posible lesión por realizar demasiado esfuerzo. Y aunque el tren superior sea importante, nunca hay que olvidarse de las piernas, para las que Baena opta normalmente por sentadillas con barra, ya que ayuda a entrenar prácticamente todos los músculos del tren inferior.
Pese a que hoy en día la relación padre e hijo es idílica, nunca lo han tenido fácil. Joseph es fruto de una relación extramatrimonial del actor con la que fue su empleada del hogar, que quedó embarazada a la vez que Maria Shriver, la entonces esposa de Schwarzenegger, naciendo ambos niños con prácticamente una semana de diferencia.
La historia salió a luz en 2011, cuando Schwarzenegger dejó de ser el gobernador de California, también porque el parecido entre padre e hijo era más que evidente, provocando que él y su esposa terminasen divorciándose. Desde que el actor conoció que Joseph era su hijo se encargó de su manutención y lo trató como a cualquiera de sus vástagos, tanto que le ha felicitado públicamente por muchos de sus logros, como su graduación en la universidad o su reciente cumpleaños.