El truco del hombro: el método para salir de un aparcamiento muy estrecho sin problemas

Se puede decir que hay dos tipos de conductores, los que aparcan fácilmente y a los que les cuesta maniobrar más de la cuenta hasta dejar el coche estacionado de una manera más o menos decente. Si aparcarlo es para algunos una tarea de lo más complicada, sacarlo en ocasiones lo es más todavía, especialmente cuando está en un aparcamiento muy estrecho en el que hay que maniobrar bastante. Por eso mismo a veces no está de más conocer algún que otro truco que nos ayude a sacarlo sin problema y, lo más importante, sin un solo arañazo.

Con la experiencia adquirida, cada uno va cogiendo sus propias manías y costumbres para aparcar, eso de que cada maestrillo tiene su librillo. Sin embargo, hay veces que nos vemos obligados a improvisar debido al poco espacio de maniobra que tenemos, algo que suele ocurrir, por ejemplo, en los parkings de los centros comerciales que, pese a ser en batería, a veces son muy estrechos y se nos complica la salida, hayamos aparcado el coche de frente o de culo.

Un coche a cada lado, columnas que nos entorpecen la vista y la maniobra… Quizá ese aparcamiento tan sencillo nos ha jugado una mala pasada para sacarlo. Esto ocurre en muchos parkings que terminan haciéndonos sudar más de la cuenta hasta que hemos sacado nuestro vehículo sano y salvo sin haber tocado a los que estaban a los lados.

No obstante, hay un método que deberías conocer para sacar de una sola maniobra tu coche la próxima vez que te ocurra, el conocido como el truco del hombro. Cuando sacamos un coche estando aparcado en batería hay que saber cuál es el momento justo para girar el volante y así no chocar con otro vehículo o con la columna. Y todo ello con un único movimiento de volante.

De esta manera, cuando tenemos el coche aparcado en batería y con el frontal hacía la carretera, es decir, hemos aparcado de culo, para sacar el coche hay que comenzar con el volante recto y no girar hacia el sentido de la circulación hasta que nuestro hombro esté alineado con el morro del coche que tenemos a nuestro lado.

Es justo en ese instante cuando hay que comenzar a girar el volante y a maniobrar suavemente para abandonar la plaza de aparcamiento si chocar ni rozar contra ningún vehículo o columna y sin necesidad de hacer maniobras imposibles para salir.