Lo habrás escuchado a lo largo de estos días, la Dirección General de Tráfico (DGT) no se lleva muy bien con las mascarillas negras. ¿Significa eso que queda prohibido conducir con ellas? ¿Acarrea algún problema ponerse al volante con una puesta? Realmente no. Entonces, ¿por qué tanto revuelo? El problema está en los exámenes teóricos para sacarse la primera parte del carnet de conducir para el que puede que tu hijo esté preparándose para hacerlo próximamente. ¿Cuál es el verdadero revuelo sobre la mascarilla negra y la DGT?
Lo primero, ni la DGT ni Tráfico han prohibido las mascarillas negras en ninguna circunstancia, puedes seguir llevándola en el coche sin miedo a que nadie te vaya a multar por ello. Todo esto se remonta a que, en Badajoz, los responsables de Tráfico recomendaron que no se debe utilizar mascarillas negras durante el examen teórico. Según cuenta el medio Hoy, esto ya ocurrió en verano y desde entonces han hecho la recomendación varias veces explicando que en otras provincias la Guardia Civil había detectado que algunos alumnos han utilizado cámaras ocultas en ellas.
Por eso mismo, y para evitar fraudes durante el examen teórico, han pedido que las mascarillas que se utilicen no sean negras. La DGT ha informado que no hay ninguna prohibición sobre esto, solo que debido a que se ha detectado este problema las jefaturas de tráfico están más atentas y, en concreto la de Badajoz decidió tomar esta medida. ¿Qué pasa si tu hijo no tiene ni idea y acude con una mascarilla negra a hacer el examen En principio nadie le va a negar la posibilidad de que haga la prueba teórica, solo que quizá le pedirán que se la quite un momento para comprobar que no lleva nada debajo.
En principio, la única norma existente por parte de la DGT para hacer el examen, tanto teórico como práctico, es que es obligatorio llevar una mascarilla, o bien una quirúrgica, o bien una FFP2, que deben ser sin válvula de exhalación.
Ahora bien, mejor que a tu hijo no se le ocurra hacer trampa en ningún examen, pues la DGT ya ha avisado en sus redes sociales que la en nueva Ley de Seguridad Vial se recogen penalizaciones y sanciones por cometer un fraude en cualquiera de los exámenes de conducir.
En este caso, utilizar dispositivos de intercomunicación en una prueba se considera una infracción muy grave. ¿Las consecuencias? Una sanción de 500 euros y la imposibilidad de presentarse a la prueba durante seis meses como penalización. Así que ya ves, mejor no llevar mascarilla negra para que no sospechen los examinadores y que tu hijo no haga trampas, o le tocará pagar una cuantiosa multa.