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Conductor que no se haya enterado, conductor que vive en otro mundo. Si el uso del móvil al volante ya estaba prácticamente limitado, desde la llegada de la nueva Ley de Tráfico su restricción es tal que no está permitido su uso de ninguna manera, al menos en lo referente a su manipulación, debido a la distracción que supone en el conductor, poniéndolo en peligro a él y al resto de usuarios de la vía. Con la nueva norma las sanciones son mucho más duras y, si eres de los que lleva su teléfono en un soporte revísalo, porque no todos valen.
Cuando se conduce no está permitido el uso del teléfono móvil, de ninguna manera, ni siquiera sujetarlo con la mano, aunque no se esté utilizando. De hacerlo, la sanción es más restrictiva que antes, ya que se retiran 6 puntos del carnet y la multa económica puede llegar a los 500 euros en los casos más graves.
No obstante, la ley sí permite llevar el teléfono en ciertos puntos del coche cuando lo necesitas para algo, por ejemplo, para marcar la ruta que debes seguir hasta tu destino y que tienes que introducir en el navegador antes de arrancar el motor. En esos casos lo normal es llevar el móvil sobre un soporte homologado que te permita no retirar del todo la vista de la carretera.
Pero lo dicho, debe ser un soporte homologado que tiene que estar colocado por debajo de la zona de visión del conductor, además de permitir que este acceda a todos los elementos del salpicadero y no obstaculice el buen movimiento del volante durante la conducción. En concreto hay tres tipos de soportes homologados que puedes usar.
Sin embargo, es frecuente ver soportes de tipo ventosa que van justo en la zona de parabrisas. En sí estos soportes no están prohibidos, no lo pone en la Ley (estarían entre los soportes magnéticos), lo que se castiga es su ubicación en el parabrisas. Por eso Tráfico no permite su uso principalmente por una razón, es un elemento que, al ir sobre el cristal, entorpece o impide la correcta visión del conductor en la carretera. Es decir, lo puedes usar, pero no sobre el cristal porque es una ubicación incorrecta.
Por su parte, sobre todo en los meses de verano, el calor que concentra el parabrisas hace que haya cambios de temperatura sobre el cristal que permitan que la ventosa se desprenda y caiga, algo que en medio de una conducción supone una distracción para la persona. Y a lo importante, ¿te pueden multar? Pues al ir en un lugar que no está permitido sí, la sanción puede llegar a los 100 euros y conllevar una retirada de hasta 6 puntos.