Cómo utilizar bien los cuatro intermitentes de tu coche: dudas comunes y multas

  • No solemos utilizarlos mucho pero cuando lo hacemos, ¿usamos bien los cuatro intermitentes?

  • Paradas en doble fila o cuando nos topamos con un atasco son las situaciones principales en las que los activamos

  • Despejamos las dudas sobre los intermitentes y las multas a las que te enfrentas por su uso incorrecto

Lo tenemos a golpe de botón para activarlos, pero quizá no siempre que lo hacemos estamos ante la decisión correcta. Hablamos de los indicadores del coche, en concreto cuando activamos las luces de emergencias, popularmente conocidas como los cuatro intermitentes que podemos encender con el simple gesto de pulsar el botón rojo triangular que tenemos en el interior del vehículo. Cuando estamos en un atasco, un ciclista nos hace reducir la velocidad o nos paramos en doble fila son solo algunos de los momentos en los que se suelen activar los cuatro intermitentes pero, ¿es correcto su uso en esas circunstancias?

¿Los activo si paro en doble fila?

Lo más probable es que alguna vez que hayas ido a buscar a tu hijo al colegio, el instituto o cualquier otro lugar te hayas encontrado con que no hay aparcamiento, por lo que activas los cuatro intermitentes y paras en doble fila. El Reglamento General de Circulación prohíbe estacionar de esa manera tanto si hay o no conductor en el interior del vehículo, ahora bien, no lo recoge en la lista de lugares donde está prohibido parar. No obstante, esa parada debe hacerse de manera que no obstaculice la circulación ni ponga en riesgo al resto de usuarios de la vía, tanto vehículos como peatones.

Este caso podría costarte una multa de 200 euros aunque estés parado menos de dos minutos con los cuatro intermitentes activados. Realmente el reglamento no establece literalmente que haya que activar las luces porque no se trata de una situación de emergencia, aunque se suele recomendar.

¿Qué hay de los atascos?

Otro de los momentos clave en los que solemos acudir a los cuatro intermitentes es cuando nos topamos con un atasco. Bien, lo cierto es que no siempre es la decisión correcta, al menos eso estipula el reglamento en su artículo 109. Si queremos avisar al resto de vehículos que vamos a frenar la marcha debido al tráfico se debe advertir "mediante el empleo reiterado de las luces de frenado o bien moviendo el brazo alternativamente de arriba abajo con movimientos cortos y rápidos".

Sin embargo, cuando el vehículo se ve obligado a reducir su marcha o a parar en una autopista o autovía, así como en lugares o en circunstancias climatológicas que reduzcan la visibilidad, "se deberá señalizar la presencia del vehículo mediante la utilización de la luz de emergencia".

Su uso, para emergencias

Ciertas circunstancias en las que sí se permite el uso de los cuatro intermitentes es cuando estamos ante una situación de peligro para alertar al resto de los conductores. Estos casos pueden ser desde una avería en la que activamos las luces de emergencia hasta poder parar el vehículo en un lugar seguro, hasta cuando presentamos cualquier síntoma que pueda poner en peligro nuestra conducción, como comenzar a sufrir un mareo.

La importancia de los intermitentes

Tanto el uso de los cuatro intermitentes como de los indicadores durante la conducción son clave para salvaguardar nuestra seguridad y la de los vehículos que nos rodean. Por eso mismo, hay que utilizar siempre adecuadamente los intermitentes, especialmente en situaciones de riesgo, como las rotondas. Las glorietas generan muchas dudas, y los indicadores pueden prevenir accidentes en ellas. Según la Guardia Civil, el 60% de los conductores no utiliza bien estas luces en las rotondas.

El reglamento es claro, y no solo para las glorietas, pues indica que cada conductor deberá señalar si pretende girar a la derecha o a la izquierda para acceder a una vía diferente por la que transita, advirtiéndolo previamente y con antelación al resto de vehículos con los intermitentes. Lo mismo ocurre cuando vamos a estacionar. De no hacerlo, podríamos tener una sanción con una multa de unos 200 euros.