¿Por qué cada vez se venden menos coches? (No es solo por lo que crees)

  • La brutal e inexplicable subida de precios es una parte importante de la ecuación

  • La incertidumbre sobre la futura legislación y la arriesgada apuesta por los eléctricos también es clave

  • La falta de microchips es importante, pero no es la única razón

¿La caída en la venta de coches en España es algo pasajero o es una constante que se va a prolongar en los próximos años? En Uppers nos hemos puesto serios con este tema y hemos analizado distintos datos y estadísticas para arrojar luz sobre un tema vital para la economía de nuestro país, ya que la industria automotriz, junto al turismo, son los dos pilares básicos sobre los que se sustenta el Producto Interior Bruto (PIB) de España.

En octubre de 2022 se ha batido un récord negativo al vender en un mes sólo 65.966 coches. El acumulado de enero a octubre de este año es de 666.247 coches, lo que nos hace proyectar una cifra cercana a los 800.000 coches vendidos en este año que acabará en breve. ¿Remontaremos en 2023 o la tónica seguirá bajando?

2020 y 2021 han sido años de 851.000 y 859.000 coches vendidos, respectivamente, motivado por la pandemia del Covid19. Antes de eso, se vendieron, en 2019 1.258.000 coches y en 2018 1.334.000 coches. La bajada de la pandemia ha sido brutal, pero en 2022, año en el que, afortunadamente, el coronavirus ha dejado de ser la principal causa de mortalidad en España y en el mundo, la teoría decía que deberíamos ver como se recuperaba, al menos, el millón de coches vendidos y, sin embargo, casi podemos avanzar ya que ni siquiera vamos a llegar a la cifra de ventas de los dos años de la pandemia.

Cualquier tiempo pasado…

2005, 2006, 2007, fueron años boyantes. Esos años se vendían más de 1,6 millones de coches cada año. La crisis de 2008 fue devastadora. En los años siguientes se tocó fondo de tal manera, que en 2012 y 2013 apenas se pudo llegar a la cifra de 700.000 coches vendidos. La crisis fue prolongada y hasta 2015 no se superó la barrera del millón de coches nuevos despachados. Hasta la pandemia, marzo de 2020, la media era de 1,2 millones de coches vendidos.

Tras estos esclarecedores datos, hay un buen puñado de motivos causantes de esta debacle comercial. Quizá el más importante, el que todo el mundo menciona de inicio, es la escasez de procesadores y microchips, fundamentales en la fabricación de un coche. La pandemia paralizó la producción y el mundo se dio cuenta de que dependíamos sobremanera de una industria que tiene en Asia -China, Taiwán, Corea, Hong Kong- sus principales productores.

La escasez ha elevado los precios, lo que repercute en el precio final de los coches, pero es increíble que en estos dos años la mayoría de coches ha subido su precio entre un 20 y un 30 por ciento de media. Hasta el punto de que, en estos dos años, las marcas han publicado sus resultados anuales en los que se ve que, vendiendo mucho menos, se han obtenido, de media, un 20% más de beneficios, lo que hace pensar, claramente, que se han subido los precios más de lo que se debería, repercutiendo directamente en la caída de ventas, ya que el poder adquisitivo del consumidor ha caído en picado, incluso de manera más importante en nuestro país, donde el IPC no para de aumentar, en cifras que no se veían desde hace décadas, en torno al 10%.

Las alquiladoras y los consumidores no tienen suficiente confianza para arriesgarse a comprar coches

En estos años de pandemia, los distintos confinamientos y el miedo al contagio provocó que la gente viajara menos, y la consecuencia directa es que las compañías alquiladoras no necesitaban renovar sus flotas de vehículos, por lo que un buen porcentaje de la caída de ventas se debió a estos mayoristas que, sin embargo, ahora ya deberían tirar para arriba pero, sin embargo, son cautas y limitan muy mucho, por la crisis, la adquisición de nuevos vehículos.

Por último, pero para nada menos importante, a la alarmante caída del poder adquisitivo de las familias se une una política gubernamental que no da confianza al consumidor para adquirir un coche en propiedad. La cambiante legislación, el lanzamiento de globos sonda sobre la futura erradicación del vehículo con motor de combustión, los altos precios de los vehículos eléctricos e híbridos enchufables y la nula confianza en que lo que se dice hoy esté vigente mañana o se cambie por lo contrario, hace que el consumidor no se decida a dar un paso adelante y adquirir un vehículo, por miedo a que no te dejen circular con un coche diesel en unos años o que necesites una hibridación para pasar al centro de las ciudades y el gasolina normal no te sirva.

Si una vez superadas todas estas dudas, decides comprar un coche, las marcas han agotado todos sus stocks y conocemos casos de diferentes marcas que, una vez señalizada la compra del coche, te dice que tardarán un año en entregártelo. Así las cosas, muchos compradores acuden al mercado de segunda mano, que también ha visto como agotaba sus existencias. En definitiva, un problema global que afecta a las últimas unidades de consumo, que somos nosotros, y que, lo decimos ya con los datos en la mano, vemos tremendamente difícil, casi imposible, que España, en los próximos años, salvo sorpresa mayúscula, vuelva a vender un millón de coches al año.

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