Cómo limpiar los faros del coche para que queden como nuevos: del vinagre al limón

  • En los meses de otoño e invierno, cuando las horas de luz solar disminuyen, los faros del coche cobran vital importancia

  • Para aumentar la visibilidad y disminuir el riesgo de sufrir un siniestro, debemos asegurarnos de que los faros funcionan con normalidad y de que están completamente limpios

  • Si los faros están sucios y proyectan una luz difuminada u opacada, podemos recurrir a algunos trucos caseros para limpiarlos

Ahora que ya estamos en otoño y el invierno comienza a verse en el horizonte, los días han empezado a hacerse más cortos y cada vez son más las lluvias y tormentas a las que debemos enfrentarnos. En estos meses del año, en los que las horas de luz solar disminuyen, los faros del coche cobran vital importancia, especialmente si nos vemos obligados a realizar largos viajes con frecuencia. 

Disfrutar de la máxima visibilidad posible en la carretera aumenta nuestra seguridad y disminuye el riesgo de sufrir un siniestro. Por eso, es importante que revisemos que los faros de nuestro automóvil funcionen perfectamente antes de lanzarnos a la aventura.

Este proceso, sin embargo, no pasa solo por comprobar que las luces se encienden correctamente, sino también los plásticos protectores, que pueden verse muy afectados tanto por el paso del tiempo como por los accidentes meteorológicos. Cuando esto ocurre, la intensidad de la luz que proyectan los faros de nuestro vehículo se ve disminuida y puede ofrecer un aspecto difuminado u opacado, reduciendo, consecuentemente, nuestra visibilidad y aumentando las probabilidades de sufrir un accidente de mayor o menor envergadura.

Para evitar estos problemas, que además de poder darnos un pequeño susto en la carretera podrían hacer que suspendiéramos la inspección de la ITV, debemos asegurarnos de que los faros del coche están completamente limpios. Afortunadamente, en muchos casos este problema puede solucionarse sin pasar por el taller, siguiendo unos sencillos trucos caseros. Eso sí: si quieres ponerlos en práctica deberás tener paciencia, ya que si los faros están muy sucios no bastará con una única aplicación. 

¿Cómo limpiar los faros del coche?

En estos trucos, utilizaremos artículos que generalmente podemos encontrar en los hogares. El primero de ellos es el vinagre, un producto que, además de servir en la cocina, cuenta con varias propiedades que nos ayudarán a eliminar las manchas más problemáticas. 

Para llevar a cabo este primer truco, lo primero que haremos será calentar vinagre en un vaso hasta que alcance una temperatura media, sin llegar a hervir. Tras esto, lo verteremos sobre un paño y lo aplicaremos sobre los faros, dejándolo actuar durante unos minutos. Transcurrido este tiempo, retiraremos el vinagre con una mezcla de agua y jabón y secaremos los faros con un trapo.

Si disponemos de un pulverizador en casa, podemos verter el vinagre atemperador en él y prescindir del paño. Además, si los faros están demasiado sucios, podemos añadir un par de cucharadas de bicarbonato de sodio en el vinagre para que la limpieza sea más efectiva.

Precisamente, el bicarbonato de sodio es el protagonista de nuestra siguiente solución. Este compuesto multiusos puede ser muy eficaz contra la suciedad de los faros, sobre todo si lo utilizamos acompañado de un limón. En este caso, para limpiar los faros de nuestro vehículo deberemos verter el bicarbonato en un recipiente y mojar medio limón en él. Tras esto, frotaremos los faros del coche con el limón, extendiendo el bicarbonato en círculos hasta cubrir la totalidad del área. 

Lo dejaremos actuar durante unos minutos. Una vez haya pasado este tiempo, retiraremos la mezcla con ayuda de agua y de un paño seco, asegurándonos que queda completamente libre de bicarbonato ya que, de lo contrario, los plásticos del faro podrían estropearse.

Finalmente, otro truco producto muy presente en las casas que podemos utilizar para limpiar los faros del coche es la pasta de dientes. En este caso, lo primero que haremos será limpiar los faros con agua y jabón para eliminar las partículas que hayan quedado incrustadas y las manchas más difíciles.  Tras esto, secaremos la superficie con un trapo.

Cuando los faros estén secos, aplicaremos la pasta de dientes por toda la superficie, ayudándonos con un trapo limpio y dibujando pequeños círculos. Una vez hayamos cubierto toda el área de los faros, dejaremos que la solución actúe durante unos cinco minutos. Transcurrido este tiempo, retiraremos la pasta con un paño húmedo, volveremos a pasar una mezcla de agua y jabón y secaremos los faros con un trapo. 

Para evitar que la pasta de dientes dañe la carrocería de nuestro automóvil, es recomendable que bordeemos el perímetro del faro con cinta aislante. De este modo, nos aseguraremos de que la pasta de dientes no afecta a la pintura. 

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