Dale un respiro a tu cartera: cinco trucos para reducir el consumo de combustible de tu coche

  • El combustible es uno de los costes más importantes de los vehículos, pero siguiendo estos consejos podemos reducir su consumo y ahorrar dinero mes a mes

El combustible es uno de los gastos más importantes que debemos asumir cuando compramos un coche. De media, se calcula que cada año podemos llegar a invertir en torno a 1.200 euros en carburante, ya sea diésel o gasolina, una cantidad que en una época de crisis como en la que nos encontramos, con millones de personas con el salario congelado, afectadas por ERTEs o en situación de desempleo, puede llegar a comprometer nuestras finanzas.

Está claro que nunca podremos reducir nuestro consumo de combustible a cero, especialmente si vivimos en las zonas más rurales de nuestro país, donde la red de transporte público no ofrece las mismas frecuencias y facilidades que en las grandes ciudades y el coche resulta imprescindible para poder desplazarse. Sin embargo, existen una serie de trucos y consejos que podemos aplicar para reducir el consumo de nuestros vehículos y ahorrarnos unos buenos euros cada mes. Así que, si eres de los que necesita coger el coche todos los días, anota: tu cartera lo agradecerá.

Conduce más despacio

A más velocidad, más gasto: así de sencillo. Según la DGT, el consumo ideal de combustible suele situarse en torno a una velocidad de 90 km/h. Cuando superamos este límite y alcanzamos velocidades superiores a los 120 km/h, este consumo puede llegar a incrementarse en un 30%, lo que, a su vez, se traduce en un mayor gasto monetario.

Por ello, es conveniente que conduzcamos siempre a velocidades moderadas, incluso cuando circulamos por autopistas. De igual manera, si llevamos una conducción suave, también mantendremos nuestros gastos bajo control, así que evita dar acelerones y frenazos bruscos en la carretera. De este modo, no solo mejoraremos nuestros gastos, sino que reduciremos nuestro impacto medioambiental y aumentaremos nuestra seguridad.

Usa el freno motor

Un método sencillo para mantener una conducción estable es utilizar el freno motor, una técnica que nos permite reducir la velocidad de nuestro coche bajando las marchas y sin pisar los frenos.

Imagínate que estás conduciendo y ves que, a lo lejos, hay un obstáculo o un semáforo en rojo. En estos casos, en lugar de seguir acelerando, lo mejor que podemos hacer es recurrir al freno motor e ir desacelerando progresivamente para no dar frenazos bruscos.

Además de permitirnos ahorrar un gasto de gasolina innecesario, esta técnica evitará que desgastemos nuestros discos y pastillas de freno, aunque, eso sí, si vas a utilizarla, hazlo con delicadeza: de lo contrario, podrías dañar el embrague.

Controla la presión de tus neumáticos

Con el paso del tiempo, la presión de nuestras ruedas disminuye, desgastando nuestro vehículo y obligándonos a gastar cada vez más combustible. Teniendo en cuenta que los neumáticos consumen en torno al 20% de la gasolina de los coches, es imprescindible que nos aseguremos de que tienen la cantidad de aire recomendada por el fabricante para circular correctamente.

Estas cifras se encuentran en el propio manual del coche y pueden medirse tanto con un manómetro como con los sistemas electrónicos de control de presión de neumáticos que ahora llevan incorporados la mayoría de los automóviles.

En caso de que queramos ahorrar más, podemos optar por utilizar ruedas de baja resistencia de rodadura, que no solo consumen menos, sino que tienen una mayor vida útil. Eso sí, si lo tuyo son los deportivos, probablemente no te den las prestaciones que buscas, así que asegúrate de que se adecúan tanto a tu estilo de conducción como a las necesidades de tu vehículo antes de hacer el cambio.

Deshazte del peso innecesario

Aunque parezca una tontería, todo el peso extra que llevamos en nuestro maletero puede aumentar el consumo de combustible de nuestro vehículo. Por ello, para evitar que nuestro coche cargue con kilos innecesarios y haga mayores esfuerzos, es conveniente que revisemos periódicamente nuestro maletero para que nos deshagamos de todos esos trastos innecesarios.

Planea tus viajes

Planificar nuestros viajes no solo nos permite ahorrarnos tiempo en la carretera, sino que nos ayuda a reducir el consumo de combustible de nuestro coche. A pesar de que ir por las autopistas nos permite avanzar con mayor velocidad y reducir el tiempo que pasamos en la carretera, a veces es conveniente apostar por rutas de carreteras y autovías en las que podamos circular con una velocidad moderada, siempre y cuando el recorrido sea semejante.

De igual manera, debemos tener en cuenta que en los atascos el consumo de combustible se dispara, así que, en ocasiones, tal vez resulte más recomendable apostar por trayectos más largos y alejados de los núcleos urbanos si con ello logramos evitarlos.