Cinco carreteras en Europa por las que debes conducir y disfrutar al menos una vez en la vida

  • No querrás probar otras carreteras después de ir por estas

No queremos hacer publicidad gratis a una conocida marca de coches Premium… pero sí, 'Nos gusta conducir'. Y como ahora tenemos un poco más de tiempo y de ganas, lo que te voy a proponer no es nada descabellado, porque… ¿quién no ha pensado alguna vez escaparse con su coche –o moto- y disfrutar de las mejores carreteras que tenemos en nuestro continente? Europa tiene una riqueza cultural y una variedad orográfica que se refleja en el carácter de cada país. Y también, cómo no, en sus carreteras y en sus diferentes formas de conducir. A continuación te cuento un pequeño secreto: las cinco carreteras que no pienso perderme antes de colgar los guantes. ¿Me acompañas?

Trollstigen

Conocida a lo largo y ancho del planeta como 'La Escalera de los Trolls', Trollstigen es una empinada carretera de montaña con 11 revueltas y una pendiente media del 9% que serpentea caprichosa en Rauma, Noruega. Se inauguró el último día de julio de 1936 tras ocho años de intenso trabajo y los afortunados que la coronan disfrutarán de un mirador espectacular desde donde contemplar la caprichosa senda asfáltica que les ha llevado hasta allí y la cascada Stifgossen, de 320 metros de altura. Casi nada. Trollstigen conecta Andalsnes y Valldal y es una atracción turística tan importante para el país como el Preikestolen o el Trolltunga. Prohibido el paso a vehículos de más de 12,4 metros de largo, lo ideal es en primavera o en verano, pues esta zona montañosa se hace impracticable en invierno y está cerrada por la nieve. Si hubiera que elegir una sola carretera en el mundo, muchos amantes de la conducción elegirían ésta por su misticismo y sus raíces en la historia mitológica del país nórdico. ¿Nos vemos allí?

Ruta de Napoleón

Es la única muesca que tengo hecha en este 'revólver de cinco balas' que guardo en mi mesita de noche. Afortunadamente, la marca americana Ford ha presentado varios de sus coches en los últimos años en las cercanías de esta ruta y ha programado diversas pruebas de sus vehículos por esta legendaria carretera, que he hollado con una sonrisa de oreja a oreja en un potente Ford Mustang V8 5.0 de 450 caballos y en un más modesto Focus. A pesar de la riqueza en las vías de comunicación del país vecino, muchos opinan que es la mejor carretera gala para disfrutar conduciendo. Inaugurada en 1932, en realidad no es fácil completarla entera, pues son 325 kilómetros de curvas y paisajes realmente sobrecogedores, por donde pasó el emperador francés en su retorno de la Isla de Elba. Un buen número de sus tramos han sido habituales en el Rally de Montecarlo, pues esta vía comienza en Antibes, en plena Costa Azul y profundiza en el interior siguiendo un buen número de estatuas del águila francesa que vigilan el camino. Grasse, Saint-Vallier-de-Thiey, Castellane, Digne-les-Bains, Sisteron, Gap, el Col Bayard, Corps, La Mure… y hasta Grenoble, la Route Nationale 85 tiene tramos de montaña maravillosos para dar, regalar y disfrutar al volante.

Transfagarasan

Curvas muy cerradas y cambios de altitud casi abismales son las principales características de este tramo asfaltado de 92 kilómetros que une Transilvania y Valaquia, en Rumanía. De nuevo paisajes espectaculares e historias de leyenda jalonan esta carretera en el corazón de los míticos Cárpatos, que para bastantes entendidos puede rivalizar en calidad y disfrute con Trollstigen. La cordillera de Fagaras, en los Cárpatos Meridionales, es la protagonista en un trazado que tiene su punto culminante en el Lago Balea, a más de 2.000 metros de altura. Por cierto, que es mejor disfrutar de la Tansfagarasan sin prisas… y aunque las tengas, será complicado que la recorras entera en menos de dos horas. Más bien, piensa en tres horas para poder disfrutar de paisajes que te pueden causar un Síndrome de Stendhal en toda regla. Si los atractivos descritos hasta ahora te parecen pocos, que sepas que puedes hacer una parada para visitar el castillo de Vlad Tepes, más conocido en la actualidad como el conde Drácula. Por cierto, no es una carretera de pago, pero está cerrada de finales de octubre a primeros de junio por estar intransitable. Por último y para completar el anecdotario de esta obra de ingeniería civil, fue construida entre 1970 y 1974 fruto de una necesidad estratégica militar del gobierno del dictador rumano Nicolae Ceauçescu, como respuesta a los acontecimientos vividos en la conocida Primavera de Praga, en Checoslovaquia, en 1968. Venga, dos apuntes más: la carretera no tiene límite de velocidad oficial… y Jeremy Clarkson y compañía estuvieron por allí en 2009 grabando para Top Gear con un Aston Martin DBS Volante, un Ferrari California y un Lamborghini Gallardo LP 560-4 Spyder.

Paso del Stelvio

Con su punto más alto situado a 2.757 metros de altitud, el Paso del Stelvio se sitúa en Italia y, sorprendentemente, fue construida entre 1820 y 1825 por los austriacos. Punto clave entre las fronteras de Italia, Suiza y Austria, la importancia de este paso a lo largo de la historia de Europa y sobre todo en la I Guerra Mundial es más que relevante. Conocido especialmente por los aficionados al ciclismo por el paso bastante habitual en el Giro de Italia, los integrantes del conocido programa de TV Top Gear han dicho sin tapujos que es su carretera preferida. Por supuesto, en invierno está impracticable, y sólo de primavera a otoño se puede circular por ella. Tampoco encontraremos aquí una sola señal que indique la velocidad máxima de la vía, pero se recomiendo no pasar de 50 km/h. Para los amantes de los datos, diremos que el Paso del Stelvio tiene 24 kilómetros de largo y 48 curvas, con un desnivel medio del 7,5%. Estrecha y con muchos precipicios al borde del asfalto, la mala visibilidad es otra seña de identidad, por lo que los accidentes se suceden. Uno de los más famosos lo protagonizó Sir Stirling Moss en los años 90. En la actualidad, tanto Moto Guzzi como Alfa Romeo tienen en su catálogo modelos denominados Stelvio, testados aquí antes de su lanzamiento. Top Gear también estuvo aquí, con un Porsche 911 GT3 RS, un Aston Martin Vantage N24 y un Lamborghini Gallardo Superleggera. Clarkson, Hammond y May sí que saben…

Puerto de Furka

Ni mucho menos es tan conocida como las cuatro anteriores, pero es una carretera más que digna para entrar en este Top 5. No sólo digna, sino que es un obligado punto de peregrinación para los amantes de la conducción, junto al Paso de Grimsel y el de Suste, que completan una ruta circular en plenos Alpes Suizos, comunicando las localidades de Andermatt, en el cantón Uri, con Gletsch, en el cantón de Valais. Con su punto más alto a 2.453 metros de altura, el paisaje de montaña es espectacular y en uno de sus glaciares nacen las aguas de uno de los ríos más importantes de Europa, el Ródano. Siete curvas de herradura y desniveles del 13% son sólo dos de los alicientes de un puerto que comienza en la localidad de Ulrichen y tras pasar el cruce en Gletsch con el Paso de Girmsel, se puede divisar con una secreta alegría el resto de la ascensión. Los ciclistas lo tienen como uno de los puntos más codiciados para sus escapadas sobre dos ruedas, por lo que será complicado que puedas disfrutar de tu bólido sin tener que extremar la precaución en cada metro de la misma. De hecho, en agosto se celebra la 'Alpenbrevet', conocida por todos los aficionados del Viejo Continente. No podemos acabar de hablar de este Puerto de Furka sin las obligadas anécdotas: fue protagonista en la película de James Bond 'Goldfinger', con persecuciones espectaculares de las que salía indemne el mítico 007; y la parada en el no menos mítico Hotel Belvedere es casi obligada para, ¿por qué no?, recuperar el resuello o incluso empezar una ruta a pie, respirar aire puro y dejar descansar el motor de nuestro coche.

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