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Cada día miles de personas acuden a supermercados, tiendas de ropa, de cosmética, de muebles o de lo que sea y se gastan dinero en sus compras, algo totalmente cotidiano. Lo que quizá se nos escapa son esas compras excéntricas y fuera de lo normal que, una vez te enteras parecen un chiste o propias de una película. Pero claro, los grandes multimillonarios tienen la oportunidad de gastarse grandes cantidades de dinero sin que les suponga un problema. Por ejemplo, acudir a las instalaciones de Bugatti y salir de allí con ocho coches de la marca. Sí, por mucho que parezca irreal, ha ocurrido.
Los clientes de Bugatti no son cualquiera, entre ellos está Cristiano Ronaldo, que a lo largo de este año recibirá un coche de unidades limitadas de la compañía francesa. Hace unas semanas un cliente se pasó por la central de Bugatti en Molsheim y se ve que recibió un buen trato, ya que salió de allí con ocho de sus vehículos.
Al parecer la persona, que se mantiene en el anonimato, lleva tiempo siendo un fiel cliente de la marca y así lo demostró en su día de compras. Se llevó seis unidades del Baby Bugatti II, un modelo para niños que habría seleccionado personalmente para cada uno de sus hijos en diferentes colores.
El Baby es el coche más barato que ofrece la marca, siendo una réplica en un tamaño menor del Bugatti Type 35 de 1924 que no es fácil conseguir, ya que está limitado a 500 unidades. Son vehículos eléctricos que pueden utilizarse de dos modos, o para niños o para adultos, utilizando en cada uno de ellos una potencia y una velocidad máxima distinta. En todo caso, la marca no ha desvelado con qué características han sido adquiridos, lo que deja en el aire el precio de cada uno, pudiendo costar entre 30.000 y 58.000 euros dependiendo de sus implementaciones.
Tenemos ya seis de las ocho compras más o menos claras, pero aún quedan las dos joyas de la corona que el comprador anónimo se llevó a casa. Una de ellas es un Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse World Record Edition, un vehículo del que solo se fabricaron ocho unidades y que llegó a conseguir el récord de velocidad máxima en un descapotable, 408'84 kilómetros por hora. En su día su precio ascendía a unos 2 millones de euros, pero debido a lo complicado que ha debido ser conseguirlo en el mercado de segunda mano, lo más probable es que su precio haya sido mucho mayor.
El otro es un Chiron Super Sport 300+, también con unidades limitadas, solo se fabricaron 30 unidades. Fue un vehículo que rompió récords al poder superar los 490 kilómetros por hora a un precio de 3'5 millones de euros cada unidad vendida. De lo que no cabe duda es que con la compra de estos ocho coches, la colección de Bugatti de este cliente está cada vez más cerca de completarse, si no lo ha hecho ya.