¿Mucho tiempo parado? ¿Suciedad muy incrustada? Aprende a limpiar tu coche para que quede como nuevo

  • Aunque no se le dé uso el coche sufre el paso del tiempo, por lo que debes limpiarlo a fondo por fuera y por dentro

  • La limpieza interior es importante para poder llevar una conducción agradable y segura, además de para mantener en condiciones todos los elementos

Tras el estado de alarma y la adaptación de gran parte de los trabajadores al teletrabajo ha quedado un gran olvidado: el coche. Primero fueron semanas totalmente parado y ahora no lo necesitas igual que antes porque no tienes que ir a trabajar y tus desplazamientos son mucho más cortos, por lo que se mantiene parado durante bastante tiempo. Esto no significa que cuando lo vayas a coger esté igual que siempre, ni siquiera si lo tienes resguardado en un garaje. Por mucho que se mantenga aparcado la suciedad se acumula y habrá que limpiarlo el día que lo vuelvas a coger no vayan a pensar que tu coche es más antiguo que de lo que realmente es.

Una limpieza interior a fondo

Más allá de una revisión de ciertos aspectos como los niveles de líquido refrigerante o de aceite, así como revisar la presión de los neumáticos, quizá la parte a la que más tiempo hay que dedicarle es al interior, es cierto que sufre menos la adversidad del exterior, pero es necesario darle un buen repaso porque al estar el habitáculo tanto tiempo cerrado habrá cogido polvo e incluso ese olor no muy agradable a cerrado. Si de verdad quieres dejarlo como nuevo lo ideal es que recojas todo eso que puede estar tirado por ahí, desde las monedas que se te caen y quedan escondidas hasta algún juguete de tu hijo o nieto. Con este primer paso hecho lo mejor es pasar un aspirador que quite la mayor parte del polvo visible, pero también de las zonas con esos recovecos a los que es tan complicado llegar.

En cuanto a los asientos, si son de tela puede que con pasar el aspirador baste, pero siempre puede haber alguna mancha que ni nos habíamos fijado que estaba ahí. Para ello puedes optar por una mezcla de agua y jabón o de agua y vinagre blanco para intentar acabar con ella. En relación a los asientos de cuero, un repaso con un paño húmedo y luego uno seco será suficiente, aunque cada cierto tiempo es necesario darle con un producto especial que mantenga su brillo e impida su desgaste.

Ahora que hay frío, y luego para los meses calurosos, debes tener los conductos de ventilación libres de polvo para poder llevar la calefacción, para ello primero retira el polvo y luego pasa un paño húmedo para dejar cada rejilla impoluta. Y recuerda también los cristales, no solo deben limpiarse por fuera, también por dentro para tener una conducción segura. Limpiacristales y un paño apto para ello que no raye el cristal será suficiente para dejarlos relucientes, sin olvidarte del retrovisor interior.

Solo queda la zona del salpicadero, donde un paño húmedo que retire cualquier tipo de suciedad será lo idóneo, aunque luego debes pasarle uno seco. Con ello parece que el interior ya estaría del todo limpio, pero no olvides de poner un ambientador suave que mantenga un buen ambiente interior en el coche.

El exterior, la cara visible

En cuanto al exterior agua y jabón podría ser perfecto para quitar toda la suciedad acumulada y que termine brillando como si lo acabases de sacar del concesionario, especialmente cuando está en un garaje y no sufre mucho los cambios del tiempo. Pero una gran mayoría de coches pasa tiempo en la intemperie, y eso pasa factura. Quizá lo peor que te puede ocurrir es que tras tiempo estacionado te encuentres excrementos de pájaro nada agradables y muy complicados de quitar.

El problema con ellos es que son muy corrosivos y pueden dañar la pintura, por lo que hay que limpiarlos con precaución. Lo mejor es humedecer la zona con agua o con el líquido del limpiaparabrisas para ablandar la mancha. Una vez humedecida lo ideal es que se use un trapo para intentar sacar la mayor parte sin apretar demasiado para no dañar la pintura. Pero lo más probable es que no se consiga, por lo que usar un detergente especial para coches puede ser lo que te permita acabar con esa mancha y, tras ello, siempre puedes darse con un pulidor para que quede reluciente y como si no hubiese pasado nada.

Recuerda que el interior no es solo el habitáculo, también el maletero, y que cuando limpies el exterior no debes olvidarte de las llantas si de verdad quieres dejar reluciente tu coche, como si lo acabases de comprar. Eso sí, los cristales de los retrovisores límpialos bien para que no queden gotas marcadas que te impidan una buena visión por ellos en la conducción. Con todo esto tanto el interior como el exterior de tu coche quedarían impolutos y podrás presumir de “coche nuevo”.