Listos para la aventura: ¿cómo debes preparar el coche para el verano?

  • Durante los meses de verano, se producen más de 80.000 averías en nuestro país

  • El aumento de los desplazamientos por carretera pueden poner en un aprieto a nuestro vehículo

  • Para evitar averías y accidentes, es necesario que revisemos y pongamos nuestro coche a punto antes de salir de viaje

El verano es una de las estaciones en las que se realizan más desplazamientos por carretera. Aprovechando el buen tiempo y la llegada de las vacaciones, muchos deciden coger el coche para salir de casa, ya sea para echar unas horas en la playa o la montaña o para disfrutar de alguna escapada por nuestra geografía con absoluta independencia.

Sin embargo, hacer tantos kilómetros durante esta época del año puede traernos más de un problema que puede arruinar por completo nuestras vacaciones. Según los datos del Barómetro de Averías del Real Automóvil Club de España (RACE), durante los meses estivales se produce una media de más de 80.000 averías en nuestro país, principalmente por un mal mantenimiento del vehículo.

Por ello, antes de ponernos en marcha, es imprescindible que revisemos el estado de nuestro automóvil para ponerlo a punto y evitar incidentes innecesarios. Para echarte una mano, aquí tienes una serie de consejos publicados por la DGT y la Guardia Civil que te ayudarán a preparar tu vehículo de cara a estas vacaciones.

Revisa el estado de tus neumáticos

Tener unas ruedas bien cuidadas es fundamental para poder mejorar nuestra seguridad y la de quienes nos rodean en la carretera. Por eso, antes de coger el coche para irnos de vacaciones, es conveniente que comprobemos que se encuentran en un correcto estado.

Para ello, tal y como señalan desde la DGT, deberemos verificar que cuentan con una presión adecuada, que el dibujo tiene como mínimo 1,6 milímetros de profundidad (aunque los expertos recomiendan cambiar las ruedas cuando hay menos de 2,5) y que los flancos y huellas no tengan cortes ni un desgaste regular. Además, deberemos comprobar el estado de la rueda de repuesto y del kit repara-pinchazos.

Comprueba el aire acondicionado

Cuando las temperaturas suben y el calor aprieta, el aire acondicionado se convierte en una pieza imprescindible de nuestros coches, sobre todo si estamos pensando en hacer un viaje largo. Por ello, es imprescindible que comprobemos que funciona correctamente antes de salir de casa. De lo contrario, tal vez nos encontremos en la incómoda situación de tener que hacer kilómetros y kilómetros de autopista a más de 30 grados y sin poder encender el aire.

Además, tal y como apuntan desde la Guardia Civil, si vamos a viajar en verano es fundamental que llevemos agua y otras bebidas no alcohólicas para poder hidratarnos y refrescarnos durante nuestro recorrido. Eso sí: para que no se calienten con el sol, mejor llévalas en una bolsa que pueda mantenerlas frías.

Vigila que el coche funciona correctamente

Además de los neumáticos y el aire acondicionado, antes de empezar un viaje es recomendable que revisemos todas las piezas de nuestro automóvil en busca de algún fallo.

En el caso de las luces, debemos asegurarnos de que funcionan y de que están limpias y reguladas en altura, mientras que, en el caso de la batería, tenemos que comprobar que los bornes están bien ajustados y sin óxido, que no hay fugas y que el nivel de líquido es el adecuado.

Asimismo, debemos comprobar que el nivel de los líquidos es el adecuado. Para ello, con el motor parado, en frío y sobre plano, debemos ver si los vasos de expansión marcan el mínimo y el máximo. Finalmente, en el caso de los frenos, debemos asegurarnos de cambiar las pastillas si han llegado a los 25.000 kilómetros y comprobar el estado de los discos.

No te olvides de la documentación y los elementos de seguridad

Independientemente de la longitud de nuestro viaje, es imprescindible que viajemos con toda la documentación en regla y que llevemos todos los elementos de seguridad obligatorio, es decir: la rueda de repuesto, el kit reparapinchazos, los triángulos de señalización y el chaleco reflectante. Nunca se sabe cuándo podemos tener un accidente, así que, como bien dice el dicho, mejor prevenir, que curar.