'Cementerio' de coches de lujo en Dubái: el destino final premium de los automóviles más caros

Cuando un coche ya no da más de sí va a un depósito o a un desguace. Uno normal, al que cualquier vehículo iría tras quedar inutilizable por un accidente o porque tras muchos años de rodaje ha decidido que ya no puede más. Pero, ¿qué pasa con los más lujosos? Igual que sus dueños tienen en su bolsillo unos cuantos millones y conducen coches a los que los demás mortales no podemos acceder, también se estropean. Y no, no van al mismo lugar que cualquier turismo que vemos a diario por la carretera, eso te lo aseguramos. Es más, en Dubái hay una especie de “cementerio de lujo” que te dejará con la boca abierta.

Dubái es una ciudad de lujo que parece construida expresamente para los más adinerados del mundo en medio del desierto de los Emiratos Árabes. Grandes coches circulan por sus calles, pero hay muchos que tras un accidente, sus dueños deciden deshacerse de él o incluso los abandonan, y ahí está el depósito de coches de lujo para recibirlos. En Internet hay infinidad de vídeos que muestran la gran cantidad de vehículos que se pueden encontrar, miles y miles de coches de lujo amontonados.

Unos están algo destrozados tras un accidente y otros simplemente tienen algún que otro desperfecto que quizá arreglarlo cuesta unos cuantos billetes que no todo el mundo puede permitirse. Pero mucha atención, por que si se busca bien entre la multitud de vehículos almacenados, hay verdaderas joyas que están ahí sin ningún tipo de problema, aparentemente. Puede que simplemente hayan quedado algo “obsoletos” y sus dueños decidieran deshacerse de ellos y ahí están, cogiendo polvo, posiblemente a la espera de que alguien los adquiera en una subasta por un precio mucho más barato de lo que costaban en su momento.

Desde luego hay coches de todo tipo, desde Mercedes, Ferraris, Rolls-Royce hasta Lamborghinis o Jaguars. Muchos de los grandes youtubers se han acercado hasta ese supuesto cementerio para conocer la realidad… y sí, hay infinidad de coches de lujo en ese depósito. Según explican en algunos vídeos, en el depósito hay coches que han sido accidentados, pero muchos también han sido embargados y luego se venden en pujas, la mayoría de ellas a través de Internet. Eso sí, si compras uno accidentado, el arreglo corre de tu cuenta.

Se pueden encontrar grandes Maseratis en perfecto estado pero que están llenos de polvo, o un mismísimo Audi R8 recién llegado al depósito, aún con batería y abierto, pues cualquiera puede abrir la puerta e inspeccionar su interior, que te adelantamos que está como nuevo. También hay un Lamborghini Urus que, si no fuese porque está completamente destrozado, podría ser una autentica ganga para cualquier amante de la marca italiana.

Eso sí, parece que los encargados del desguace cuidan, y muy bien, a los coches de máximo lujo por mucho que estén destrozados, pues los suelen tapar para que se mantengan lo mejor posible y no entre arena en su interior. Recuerda que están, literalmente, en medio del desierto.

También hay exclusivos deportivos de marcas tan aclamadas como McLaren que están esperando un nuevo dueño que lo restaure y para volver a rugir por la carretera. Por no hablar del Lamborghini Huracán rojo, una de las joyas de la marca, que tiene algún que otro desperfecto pero comparado con otros, no está nada mal. Justo a su lado hay un Ferrari 458 Italia que parece estar en perfectas condiciones, si se le quita la capa de polvo que lo cubre, claro.

Hasta un Corvette de los más antiguos se puede admirar en este “cementerio de lujo”, aunque precisamente ese va a necesitar un buen desembolso en cuanto a reparaciones, pues le faltan muchísimas piezas y parte de la carrocería.

Acostumbrados a ver desguaces normales, admirar este depósito de coches de lujo puede que pronto se convierta en una atracción turística más en Dubái. Porque claro, la ciudad de lujo no podía tener un desguace normalito, no, lo tiene con verdaderas joyas automovilísticas que al parecer salen a subasta por Internet, estén en el estado que estén, de las reparaciones, si son necesarias, ya se encarga su nuevo dueño.