El confinamiento nos afectó a nivel emocional, físico y laboral. Pero también a nivel material. Tener el coche parado durante meses ha provocado un aluvión de citas en talleres. La batería fundida, cambiar el aceite, los frenos... Disponer de tu vehículo en plenas condiciones es algo tan simple como indispensable. Y en este contexto, los talleres están siendo uno de los negocios que mejor están funcionando tras el fin del estado de alarma. Y más aún, porque los españoles los consideran como lugares seguros frente al Covid. O al menos, eso dice un estudio reciente.
Un informe de la compañía tecnológica Continental, en colaboración con la Fundación CEA, basado en encuestas a consumidores, ha expuesto que hasta tres de cada cuatro españoles se han sentido seguros en los talleres tras haber llevado sus coches a la revisión después del confinamiento. También afirman que no han tenido sensación de riesgo de contagio, en parte gracias a la adopción de medidas de seguridad para evitar cualquier situación que pueda desarrollar posibilidad de contagio.
La encuesta también señala que uno de cada cuatro usuarios creen importante que sus talleres tengan el sello de garantía de seguridad frente al coronavirus. Esto afecta a los clientes, pero también a los empleados, que según Continental también aprueban la vuelta a la actividad con garantías de seguridad, gracias a las medidas que se han tomado. Gel hidroalcohólico a disposición de empleados y clientes, obligatoriedad de mantener la mascarilla en todo momento y establecer una distancia de seguridad mínima de 1,5 han sido las tres medidas que se han ido estableciendo durante los últimos meses, también en los talleres.
Para volver a la actividad limitando las posibilidades de contagio, Continental ha creado, junto a la compañía de auditorías y formación TÜV SÜD, el sello 'Taller seguro ante el COVID-19', un distintivo que se otorga a los centros que cumplen con todas las recomendaciones del Ministerio de Sanidad. Se sustenta en tres ámbitos: primero, la seguridad de las personas, cubierta con las medidas de prevención. Segundo, la seguridad para los procesos. Y tercero la seguridad en medidas de higiene. Todo ello se sustenta en la figura del 'Responsable de seguridad frente al COVID-19', un empleado que recibe formación respecto a los protocolos de manipulación de objetos, desinfección de máquinas y áreas comunes.
De esta forma, los talleres han podido retomar su actividad de forma segura, no sin antes pasar revista a todas las medidas y recomendaciones emitidas desde Sanidad. Así se explica, por tanto, la satisfacción de clientes y empleados ante la vuelta a la actividad de un sector fuertemente tocado tras la pandemia, que vio reducidas drásticamente sus cifras de ingresos después de que el gobierno decretase el estado de Alarma durante dos largos meses.