Ducati, de sus inicios lejos del motor a sus problemas económicos: la historia de la prestigiosa marca italiana

  • La marca italiana al principio no tenía nada que ver con el mundo del motor, pues se dedicaba a la radio

  • Los problemas económicos han marcado su situación desde hace décadas, aún así sigue en pie

Todo tiene su historia detrás, un recorrido que los ha traído hasta hoy. Cada día vemos y utilizamos numerosas marcas e incluso somos fieles a muchas de ellas a pesar de no conocer la historia que los rodea, cómo empezaron o qué dificultades han tenido a lo largo de las décadas. Ducati es una de esas marcas de motos prestigiosas que parece que siempre ha ido sobre ruedas, pero su historia se remonta a casi 100 años atrás, por lo que lógicamente no ha sido ningún camino de rosas, por el camino se ha encontrado alguna que otra espina.

Un inicio en la radio

Para conocer el “nacimiento” de Ducati hay que remontarse hasta 1926, cuando los tres hermanos Ducati, Adriano, Bruno y Marcelo, construyeron la Società Scientifica Radio Brevetti Ducati en Bolonia, donde producían distintos componentes para la radio. El éxito era patente, lo que les llevó a inaugurar una nueva instalación en Borno Panigale. Aún así durante la guerra fueron víctimas de bombardeos. Tras la contienda los Ducati comenzaron a crear motores para incorporarlos en las bicicletas. Tras unos años, Ducati consiguió fabricar su primera moto completa: la Ducati Cucciolo, la cual tiene un éxito abrumador en la década de los años 50.

Para poder trabajar mejor se decidió separar la producción de motos de la de los componentes electrónicos y así apareció Ducati Meccanica, donde se puso al frente al ingeniero Fabio Taglioni, responsable de la creación de las grandes motocicletas de la marca. Además, durante esta década la marca comienza a introducirse en las carreras con cierto éxito, hasta que en 1959 el piloto Mike Hailwoog ganaba su primer GP sobre una Ducati 125 Desmo.

Comienzan los problemas económicos

Los años 60 continuaron con buen rendimiento, pues se consiguió aumentar la cilindrada de sus nuevas motocicletas y Ducati se mantenía en las carreras con buenos puestos. A pesar de que el balance era positivo en términos generales, lo cierto es que en el tema económico la empresa no pasaba por su mejor momento, tanto que hasta el mismo gobierno tuvo que poner dinero en Ducati para salvar la marca y que pudiese seguir adelante con su producción.

En los años 70, con una nueva directiva al frente, se le encarga a Taglioni un nuevo motor bicilíndrico de 750 cc, siendo la mítica Ducati GT del 71 la primera motocicleta en llevar este motor. Ducati se lo planteó y puso su nueva motocicleta a competir y, contra todo pronóstico, consiguió ganar en Imola 1972.

Cambio de manos

Aún con este éxito y con el lanzamiento de grandes modelos la marca no conseguía que sus cuentas pasasen a tornarse en verde, todo lo contrario, seguían teñidas de rojo. Pero a mitad de la década de los 80 fue adquirida por Cagiva y comenzaron grandes cambios dentro de la compañía. Además, se creó el primer motor de cuatro válvulas por cilindro que se instaló en la Ducati 851, siendo una moto de gran relevancia en los años 90, ya que ganó ocho mundiales de los diez en los que compitió.

Precisamente en los años 90 nació una de sus motocicletas más reconocidas: la Monster, probablemente la que más éxito ha tenido en todos sus años de historia, pues en 2005 alcanzó la mitad de las ventas de la marca. Con ella también se quería competir con Harley-Davidson, algo que ya habían intentado años antes con la Indiana sin gran éxito. En los 90 su otra gran apuesta fue la 916 que a pesar de su éxito tampoco evitó la crisis en la que Ducati estaba inmersa, siendo comprada por Texas Pacific Group en 1996.

La marca pudo recuperarse económicamente, aunque este sigue siendo su punto débil, pues sus deudas en los 2000 seguía latentes hasta que fue adquirida por el Grupo Volkswagen a través de Audi en 2012. Durante estos primeros años del nuevo siglo su gran apuesta fue la Desmosedici RR, utilizada en el campeonato de moto GP que también se vendió al público y que a día de hoy es una pieza buscada por los grandes coleccionistas de motocicletas, pues se vendió como una serie limitada de 1.500 unidades.

No cabe duda de que Ducati es una de las marcas más reconocidas en el mundo del motociclismo, especialmente en la parte profesional. Que a día de hoy siga en pie es toda una hazaña y muestra de confianza, pues lleva arrastrando problemas económicos desde los años 60, problemas que no ha conseguido solventar ni con sus modelos más míticos.