Rolls Royce: así se forjó la apasionante historia del coche preferido por la aristocracia

  • La nueva marca ya traspasaba las fronteras haciendo honor a su adjetivo, y sólo la clase más acomodada podía adquirir estos lujosos pero carísimos coches.

  • Con el "Silver Ghost", la marca llegó hasta los países árabes.

Mucho se ha escrito sobre la historia de Rolls-Royce, de sus orígenes, de cómo la marca se empeñó, desde un principio, en fabricar el mejor automóvil del mundo. En Uppers haremos un rápido repaso a la historia más conocida, pero también nos adentraremos en las curiosidades de la marca, que no son pocas.

La historia de Rolls Royce se remonta a 1902 cuando Charls Stuart Rolls, un aristócrata británico, conoció a Frederick Henry Royce. Rolls fue un piloto automovilístico de la época, entró al mundo de los negocios abriendo un concesionario de autos franceses en Londres Panhard Levassor. Rolls conocía la clase aristocrática y veía en ella un potencial bastante amplio para el mercado de los autos de lujo.

Así, se asoció con Royce, un ingeniero que fabricaba autos de lujo que poco a poco fueron ganando fama por sus modelos bien construidos, con los cuales dejaba a sus clientes totalmente satisfechos. Rolls le encargó que fabricara algunas unidades para observar su calidad, y quedar completamente satisfecho, dejó a un lado su importadora y se unió a Royce para formar una empresa de autos de lujo. Así nació Rolls-Royce.

El mejor coche del mundo

En el año 1904, con el eslogan de “el mejor coche del mundo” se crea Rolls Royce Co. en la ciudad de Manchester. El símbolo era una “dama volando” sobre el capó, que simbolizaba para ellos el espíritu del éxtasis. Los primeros modelos fueron exhibidos en el salón de Paris. Modelos de 10, 15 y 20 caballos de potencia y uno de motor seis cilindros en línea de 30 caballos, y todos eran modelos diseñados por Royce, con excelentes resultados y firma de contratos importantes. Royce emplearía toda su experiencia mecánica en construir los coches y Rolls toda su logística y contactos para venderlos.

En 1907 fabrican el coche con el cual se consolida la unión entre Rolls y Royce, convirtiéndose en un hito. El Silver Ghost, siendo el primer coche desarrollado en conjunto. Un automóvil lujoso y de los más costosos de su época, que batió el récord de resistencia de su época al recorrer algo más de 23.000 km sin una sola avería. Estaba propulsado por un motor de seis cilindros y 7.000 centímetros cúbicos.

La nueva marca ya traspasaba las fronteras haciendo honor a su adjetivo, y sólo la clase más acomodada podía adquirir estos lujosos y carísimos coches. Con el "Silver Ghost", la marca llegó hasta los países árabes.

En 1908 crearon una nueva fábrica en Derby tras su éxito con el "Silver Ghost”. En 1910, dos años después, Rolls, que era un entusiasta de la aviación y amigo personal de los hermanos Wright, muere trágicamente en un biplano.

En 1931, buscando la expansión, la empresa compra Bentley Motors, empresa que hoy es considerada la prima hermana de Rolls-Royce; y para 1939, se adquirió la carrocera Mulliner Park Ward Limited. En esta misma década entre 1930-1939, llegan el Phantom II y Phantom III. Este último es el primer Rolls Royce con motor de bloque V12 de 7.340 cc. con carrocería tipo limusina.

Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial 1940-1949, las fábricas inglesas son forzadas a construir material bélico. Rolls Royce se encargó de la construcción de motores para avión. Dichos motores contaban con alta calidad, tan buena como sus autos, el éxito de estos motores fue tal que a día de hoy se construyen motores de aviación. Con los cuales incluso se ha osado romper la barrera del sonido con motores y turbinas de aviación.

El lujo viene implícito

En los cincuenta, Rolls Royce solo podía ser adquirido por los más altos representantes políticos de los países más poderosos. Solo por cuestiones de imagen. Como la princesa Isabel y el duque de Edimburgo. El Phantom IV del que solo se fabricaron 18 unidades, fue diseñado exclusivamente para la realeza y jefes de estado. España posee tres de esas 18 unidades, incluyendo la única versión descapotable.

En la década de los sesenta, la firma británica tomó como objetivo un nuevo tipo de clientela, las estrellas de cine y la música. En 1965 la marca dio título a una película, “El Rolls-Royce amarillo”, donde un Phantom II compartía protagonismo con Omar Sharif, Ingrid Bergman y Rex Harrison. Ese mismo año le entregaron a John Lennon un Phantom V, que el cantante repintó con un diseño psicodélico. Entre tanto, Rolls Royce introdujo en 1965 el Silver Shadow I, primer auto de la marca en ofrecer un chasis monocasco. Tenía una velocidad limitada de 190 km/h y alcanzaba los 220 Nm a 4.500 rpm.

Rolls Royce y la aviación

En la Primera Guerra Mundial la producción de los vehículos de la marca se disparó por la necesidad de diferentes vehículos de transporte como: ambulancias, vehículos de transporte y hasta autos blindados, todos solicitados por el ejército. Incluso se vieron algunos "Silver Ghost” transformados en tanquetas.

En esta época, Royce diseña su primer motor para aviación, negocio en el que su ya difunto socio Rolls había señalado la necesidad de invertir. La marca empieza a montar los motores Eagle, que propulsan a los Vickers Vimy y desde entonces, no cesará su presencia en el mundo de la aeronáutica.

Al término de la Primera Guerra Mundial, la marca forjó su leyenda en la fabricación de motores aeronáuticos, uno de ellos fue el motor R, el cual se desarrolló para participar en el concurso aéreo Schneider Tropy en 1929. Alojado en el Merlín, ganó el trofeo, batiendo un récord de velocidad aérea. Más tarde sería instalado en aviones aliados como el Spitfire o el Hurricane.

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