El techo del coche existe y no te debes olvidar de limpiarlo: te enseñamos a hacerlo, paso a paso

  • Es un lugar del que la mayoría de conductores se olvida, pero sí, también hay que lavar la parte interior del techo

  • Si se hace de forma frecuente no habrá problemas, pero ojo con la acumulación de suciedad o a la aparición de manchas

Tras un confinamiento, una desescalada y unas vacaciones con algo de tensión ante los rebrotes hay alguien que ha sufrido un poco las consecuencias de este año y no es una persona, es tu coche. Probablemente estuvo parado durante meses, algo que ya has ido solventando con revisiones y limpiezas para que quede como nuevo y que la conducción sea segura pero, ¿estás seguro de que has limpiado bien a fondo tu coche o se te ha escapado algún rincón? Porque cuando te montas en él te fijas en los aspectos del interior principales y puede que se te escape algo: mirar hacia arriba. ¡Exacto! El techo, además de por fuera, también hay que limpiarlo por dentro si de verdad quieres tener el interior del vehículo impoluto. ¿Sabes cómo hacerlo?

Sí, hay que confesarlo, el techo del coche es el gran olvidado cuando por fin decidimos limpiar el interior. Pero es que claro, ¿cómo se va a ensuciar? Pues no sabemos como, pero la suciedad acumula, así que una limpieza de vez en cuando te ayudará a mantenerlo y a proteger la tapicería. Eso sí, habrá que tener en cuenta, entre otras cosas, el material o el tipo de mancha que hay, si es que existe.

Una aspiración ocasional para un buen mantenimiento

La opción fácil está clara: llevar el coche a un centro de limpieza y que se encarguen ellos del techo, recalcando que quieres que lo limpien, pues muchas veces hasta ellos pasan por alto esa zona del interior del vehículo. Aún así, si prefieres hacerlo tú mismo tienes varias opciones. La primera es hacer de vez en cuando una limpieza de mantenimiento, aunque aparentemente el techo no esté sucio. Aparentemente, claro. Igual que pasas un aspirador por la tapicería y todo el interior, haz lo mismo con el techo, a una potencia no muy exagerada para evitar daños y de esta forma eliminar todo el polvo que se puede haber acumulado.

Elimina toda la suciedad acumulada

Pero como hay casos y casos, puede que ahora mismo te estés percatando de que en todos estos años no has limpiado el techo de tu coche y cuando te montes verás que quizá su aspecto no es el mejor, algo oscurecido y descuidado. Por eso mismo va a tocar hacer una limpieza a fondo en la que habrá que empezar aspirando bien todo el techo para quitar la mayor parte del polvo. Tras ello vas a tener que usar un producto específico de limpieza que puedes encontrar en cualquier tienda especializada o, si prefieres un truco más casero, siempre estará a mano un poco de agua y jabón, aunque tardará mucho más en secarse.

Como no todos los productos son iguales, debes seguir específicamente los pasos que marcan y, si tienes dudas, aplica primero una prueba en una zona para ver el resultado y cómo funciona y ya luego lo repites por toda la zona para dejar el techo tan reluciente que parecerá otro coche. Eso sí, si la suciedad es mucha, puede que tras una primera limpieza no elimines todo, así que tendrás que repetir el proceso en alguna ocasión más hasta que quede como nuevo.

¿Y las manchas?

Y ojo, porque luego están las manchas concretas que aparecen en algún punto del techo y que hay que eliminar. Para ello lo ideal en casi cualquier caso es aplicar justo ahí un poco del producto de limpieza para el techo que tengamos y luego retirarlo con una bayeta frotando suavemente. Pero como todo es posible, vamos al caso concreto de una mancha de grasa, para la que lo mejor es utilizar un producto antigrasa o, si optas por lo casero, un poco de agua mezclada con vinagre.

¿Pensabas que el techo del coche se limpiaba solo? Si es el exterior y llueve sí, pero el interior es otra cosa y no hay que olvidarse de él cuando limpias de vez en cuando la tapicería y el salpicadero. Antes de que la suciedad se acumule más de la cuenta, pasa un aspirador y quita el polvo para evitar su desgaste y la aparición de posibles manchas que luego serán más complicadas quitar.