De la rapidísima moto S1000RR al Porsche Boxster: los motores con los que Tom Cruise disfruta en Misión Imposible

  • Aunque BMW es el principal protagonista, Mercedes, Land Rover o Triumph también aparecen en Misión Imposible

  • Coches, motos, trenes, helicópteros, aviones... Tom Cruise no tiene miedo a nada

  • El actor no duda en rodar todas las escenas de acción que puede, por difíciles que sean, como amante de los coches y motos que es

Si hay una saga de películas, además de las de James Bond, donde los protagonistas de carne y hueso pueden ser prácticamente eclipsados por los de motor y ruedas, no es otra que Misión Imposible. Y eso que Tom Cruise se deja la piel, literalmente, en cada secuencia. El actor de 58 años se empeña en rodar él mismo todas las secuencias de acción, y como fanático de coches y motos que es, no perdona una, hasta el punto de que es capaz de usar cualquier ayuda externa para hacer, incluso, caballitos imposibles sobre una moto, con tal de rodar él mismo la escena.

El bueno de Tom es un amante incondicional de los vehículos a motor. No dudó en acudir a Top Gear, el famoso programa de la BBC, y soportar incluso al irreverente Jeremy Clarkson, para ponerse a prueba en el circuito del programa, o comprarse un día de pruebas con el equipo Red Bull de Fórmula 1. Motos, coches, pero también trenes, helicópteros e incluso aviones, Cruise es de los que no se esconde cuando llega el momento de arriesgar y también de disfrutar.

La colaboración con BMW durante toda la segunda mitad de la saga sirve de trampolín a la marca bávara para mostrar al gran público sus últimos lanzamientos al mercado, tanto de dos como de cuatro ruedas. Las motos y los coches más deportivos y con el diseño más moderno desfilan por una pasarela en la que no falta la acción, el riesgo y la música a todo volumen, casi siempre con Tom Cruise al mando. Basada en la serie original estrenada en 1966, los medios técnicos actuales y la tecnología en coches y motos ha mejorado tanto que nadie podía imaginar hace más de 50 años que el protagonista fuera capaz de imaginar las escenas que se ruedan para el cine. Así que…

La misión, si decide aceptarla, es repasar las mejores motos y mejores coches del agente especial Ethan Hunt en 'Misión Imposible'. ¡Arrancamos!

En la primera, de 1996, el acento estaba puesto más en el argumento que en las escenas de acción. Aunque la del TGV, un tren de alta velocidad a toda pastilla, le costó a Cruise una rotura en el brazo al rodarla. El BMW Serie 3 y el Mercedes Clase S eran poco más que anecdóticos. Por cierto que un TGV cuenta con la nada despreciable potencia de 6.450 CV y alcanza los 365 km/h. Las 400 toneladas de peso son un lastre muy pesado para alcanzar más velocidad, aunque no está nada mal.

En la segunda entrega, del año 2000, se nota la mano del nuevo director, John Woo, que sustituye a Brian de Palma. El especialista en películas de acción le da un giro brutal a la intriga de la primera y sin prescindir de ella, las escenas de acción son brutales. En la primera parte de la película la persecución entre un Audi TT Roadster y un Porsche Boxster, que acaba cayendo por un barranco, es fascinante. A pesar de ello, la escena al final cuando los protagonistas se persiguen sobre dos Triumph, Speed Triple y Daytona es de lo más espectacular visto en las escenas de acción. Por cierto que los más perspicaces aún se escandalizan cuando las motos pasan de neumáticos lisos a otros de tacos de una escena a otra en función de si ruedan en asfalto o en tierra. Cosas de las películas.

En Misión Imposible III (2006) la dirección pasa a cargo de J. J. Abrams, por lo que se mantiene la espectacularidad pero pierden peso las escenas con coches y motos. Aún así, aparecen un Lamborghini Gallardo, un Discovery de Land Rover y un Mercedes CLK, aparte de un trío de Serie 7 de BMW en plena persecución.

En 2011 la cuarta entrega, denominada 'Protocolo fantasma' es un lujo para los sentidos de los que gustamos de coches a toda velocidad. Y es que aquí aparece lo que era el concept de lo que luego fue el BMW i8, un adelantado a su tiempo, futurista y deportivo a partes iguales. Con Brad Bird tras la cámara, BMW ya tiene un protagonismo más que evidente. El X5 del antagonista de Ethan Hunt es perseguido por Cruise en un Serie 6 Cabrio en una de las escenas más importantes de la peli, donde varias berlinas de Mercedes acaban destrozadas.

La quinta película de 2015, 'Nación Secreta' cuenta con el mismo director que todas las entregas sucesivas, Christopher McQuarrie. Con la marca alemana presentando sus últimos modelos de dos y cuatro ruedas, es un gustazo ver al M3 y sus 431 CV en su máxima expresión. Y qué decir de las deportivas S1000RR, la moto más rápida en circuito fabricada en serie en ese momento, con más de 200 CV y menos de 200 kilos de peso. Por cierto que se hicieron muy famosas unas fotografías de un tráiler con todos los M3 destrozados del rodaje. Ocho en total.

'Fallout' es la sexta entrega, de 2018. Aquí BMW aprovechó para presentar en sociedad su nueva línea de motos custom con la R-Nine T Scrambler a la cabeza. Aviones, helicópteros y camiones salpimientan un rodaje donde las motos casi superan en protagonismo a los coches. Y es que el bicilindrico bóxer de 110 CV de la Nine-T llama poderosamente la atención, incluso ante la aparición fugaz y en segundo plano de la nueva Triumph Tiger 800. En lo que respecta a los coches, flamante aparece el M5 y sus 600 CV procedentes de un V8 biturbo de 4.4 litros de cubicaje. También aparece su predecesor, un Serie 5 de mediados de los 80.

A pesar de que queda casi un año para el estreno de la séptima entrega, ya se ha podido ver alguno de sus protagonistas sobre ruedas. En el caso de las motos esta vez le toca el turno a las GS, las variantes trail y off road de BMW. En cuanto a los coches, hemos visto dos extremos que prometen mucha acción y fantasía. De nuevo aparece la última generación del M5, que sube a 625 caballos en su terminación Competition, y un pequeño Fiat 500 de hace más de 50 años, muy old school y con las puertas suicidas, que se deja ver en un avance protagonizando unas derrapadas brutales. Las escenas de acción más peligrosas de ésta séptima entrega de la saga se han rodado en el aeródromo de Dunsfold, al Suroeste de Londres, muy cerca de Crawley.

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