¿Qué es el rodaje de un coche y cómo hacerlo correctamente para evitar daños y averías?

Estrenar un coche completamente nuevo es uno de los mayores placeres que puede encontrar un conductor. Y no es para menos, considerando lo complicado que es elegir un modelo que nos convenza y los precios del mercado. No obstante, y a pesar de las ganas que podamos tener por sentarnos al volante y empezar a quemar la carretera, antes de pisar el acelerador por primera vez es conveniente que dediquemos un tiempo a realizar el rodaje del coche.

Antiguamente, todos los manuales recogían que los vehículos necesitaban pasar por un periodo de rodaje para evitar posibles daños y averías. Ahora, sin embargo, la mayor parte de los fabricantes defienden que esta operación ya no es necesaria, dados los avances que se han dado en el mundo del motor y los controles de calidad que deben cumplir los vehículos antes de salir al mercado.

Aun así, pasar por este sencillo trámite puede resultar extremadamente beneficioso para nuestro automóvil, ya que la manera en la que utilicemos nuestro coche durante sus primeros kilómetros afectará tanto al rendimiento que tendrá en el futuro como a su vida útil.

¿Qué es el rodaje del coche?

Podemos definir el rodaje del coche como un periodo de adaptación por el que se recomienda que pase el coche durante sus primeros kilómetros. Este proceso de adaptación es lo que permite que los componentes del vehículo se asienten para ofrecer su máximo rendimiento y cumplir con las exigencias de nuestra conducción habitual. Así, durante este periodo, las piezas sufren un desgaste controlado que les permitirá eliminar las pequeñas imperfecciones e impurezas que puedan tener de fábrica y acoplarse sin esfuerzos, evitando posibles daños.

A pesar de que el periodo medio de rodaje depende del vehículo y de que cada fabricante recomienda un kilometraje de referencia, se estima que el tiempo estimado para que un vehículo se ajuste correctamente es de entre 1.000 y 3.000 kilómetros. Es decir, cumplirlo nos llevará varios días. No obstante, se puede continuar este proceso hasta los 5.000 o 6.000 kilómetros, aumentando progresivamente las revoluciones de la fase anterior.

¿Cómo debe realizarse el rodaje del coche?

A la hora de realizar un rodaje adecuado, es recomendable seguir las instrucciones de nuestro propio fabricante. No obstante, existen una serie de consejos generales que pueden ayudarnos a completar este periodo con éxito.

Lo primero que debemos tener en cuenta si vamos a iniciar un periodo de rodaje es que debemos conducir con revoluciones bajas y moderadas entre los primeros 1.000 y 2.500 kilómetros. En el caso de que tengamos un vehículo que utilice diésel, tendremos que conducir a 2.500 revoluciones por minuto, mientras que si el coche es de gasolina, no podremos superar las 3.500.

Eso sí, tampoco podemos conducir con revoluciones muy bajas, por debajo de las 1.500, especialmente si atravesamos terrenos en cuesta. Una vez hayamos superado los 2.500 kilómetros, podremos empezar a aumentar las revoluciones, pero siempre de manera progresiva. En concreto, lo recomendable es que aumenten cada 100 kilómetros y en intervalos de 500.

Otra cosa que debemos evitar durante estos primeros kilómetros son las aceleraciones bruscas o con el motor parado. Antes de poner a nuestro vehículo a trabajar, debemos esperar a que el motor esté caliente, incluso cuando hayamos terminado el proceso de adaptación. Además, durante este periodo es recomendable que no carguemos demasiado el vehículo. En caso de que necesites añadir un remolque, lo mejor es que esperes a que haya recorrido 5.000 kilómetros, ya que nuestro coche todavía se está adaptando.

Finalmente, para que nuestro vehículo se adapte correctamente, es recomendable que durante estos primeros kilómetros circulemos, siempre que podamos, por trayectos urbanos con tráfico fluido y por recorridos con pendientes y curvas. Nos ayudará a estrenar por completo el motor.