¿De qué variables depende el rendimiento de los coches eléctricos?

  • En 2035, la Unión Europea prohibirá la venta de todos los coches y furgonetas nuevos que emitan dióxido de carbono

  • Los coches eléctricos son el futuro de Europa, pero en nuestro país estos modelos siguen teniendo una baja penetración en el mercado

  • Uno de los problemas por los que estos modelos no terminan de arrancar en España es su autonomía, pero con los modos de conducción podemos mejorarla

Los coches eléctricos son el futuro, y la Unión Europea ya avanza hacia ellos. Este verano, en el mes de junio, la Comisión Europea presentó un nuevo paquete de medidas enmarcadas en su compromiso contra el cambio climático en el que se incluía el cese de la comercialización de todos los vehículos de combustión a partir de 2035. O lo que es lo mismo: de todos los vehículos propulsados por diesel, gasolina, gas e híbridos.

Europa apuesta por los vehículos eléctricos

Esta propuesta todavía debe ser aprobada por el Parlamento Europeo, pero de materializarse, prohibirá la venta en Europa de todos los coches y furgonetas nuevos que emitan dióxido de carbono a la atmósfera y obligará a los fabricantes a comercializar con vehículos que sean completamente eléctricos o de pila de combustible si quieren mantenerse en el mercado europeo, el más importante del mundo.

Con esta medida, Bruselas, que también planea subir el precio de los combustibles fósiles para incentivar a la población a adquirir modelos no contaminantes, pone los clavos en el ataúd de los vehículos de combustión. Y es que a pesar de que los modelos en activo podrán seguir circulando, los cálculos apuntan a que de cara a 2050 ya no quedará ninguno de estos vehículos en las carreteras europeas.

Europa camina así hacia una transición de cara a una movilidad cero emisiones en la que el coche eléctrico será el gran protagonista. Sin embargo, este tipo de vehículos siguen despertando ciertas dudas y reticencias entre la población, especialmente en nuestro país, donde, a pesar de la tendencia alcista que han ido registrando en las ventas, no termina de cuajar. En concreto, en España la cuota de mercado de los coches eléctricos se sitúa en torno a un 2,6%, según los datos de la ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones), una cifra tres veces más baja que la del resto de Europa.

Los motivos de esta baja penetración en el mercado son variados. Están, por un lado, la escasa infraestructura de recarga y los insuficientes puntos de carga rápida. Por otro, el precio de la electricidad, los altos precios de estos automóviles y las propias rentas de la población, más bajas que las de muchos de nuestros vecinos europeos. Pero también está la propia autonomía de los coches eléctricos, el punto más débil de estos modelos. A pesar de las mejoras que han ido experimentando, y de que, actualmente, podemos ir con total facilidad de casa al trabajo con estos vehículos, la autonomía de los modelos eléctricos puede quedarse corta si queremos realizar un viaje de larga duración, sobre todo si apostamos por vehículos de precios asequibles.

¿Cuáles son los modos de conducción de los vehículos eléctricos y cómo afectan a su rendimiento?

Para poder disfrutar de un poco más de autonomía y adaptar el coche a nuestras necesidades, los vehículos eléctricos cuentan con varios modos de conducción que les permiten cambiar sus prestaciones en función de lo que busquemos en ese momento. Estos modos de conducción, sin embargo, no afectan solo la autonomía, sino que también modifican el rendimiento máximo que pueden llegar a alcanzar. Por ejemplo, un Corsa-E puede registrar una potencia máxima de 136 CV y una velocidad máxima de 150 km/h, pero solo en uno de sus modos de conducción. En los demás, esta potencia se verá reducida.

Pero ¿cuáles son estos modos de conducción? Por norma general, podemos encontrar tres en todos los vehículos eléctricos, independientemente de la marca. Estos son el modo normal (o confort), el modo eco y el modo sport.

El modo sport es el modo en el que el coche puede ofrecer su máxima potencia. Está enfocado en sacar todo el rendimiento mecánico y dinámico del vehículo y, con él, podemos pisar a fondo y disfrutar de todo el placer de la conducción.

El modo eco es el extremo opuesto, ya que busca optimizar la autonomía de estos vehículos. Para ello, limita la potencia del motor y su consumo de energía. Este modo es el ideal para circular por las zonas urbanas, donde se suele circular más despacio y la demanda mecánica es menor. En el caso de los Corsa-E, el modo ECO reduce la potencia a tan solo 82 CV, mientras que la velocidad se sitúa en un máximo de 90 km/h.

El modo normal, finalmente, es el punto intermedio, el que busca el equilibrio entre confort, potencia y autonomía. Este modo es el que viene predefinido en los vehículos y el que utilizaremos por norma general en nuestro día a día, ya que está diseñado para realizar trayectos mixtos, tanto urbanos como interurbanos. En un Corsa-E, el modo normal otorga una potencia máxima de 105 CV y una velocidad de 130 km/h.

Para cambiar de un modo de conducción a otro, los vehículos eléctricos suelen disponer de un botón específico. A la hora de circular con este tipo de coches, es importante que tengamos en cuenta las prestaciones de cada modo: así, podremos sacarle el máximo rendimiento posible y adaptarlo a todas nuestras necesidades.