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Lo más probable es que durante estos meses cada vez que bajabas al supermercado o a la farmacia pasases por delante de tu coche para revisar que estaba bien… hasta que decidiste dejar de hacerlo. Tanto tiempo parado solo puede significar una cosa: suciedad. Tanta que hasta te daba vergüenza verlo, pero por suerte toda España se encuentra ya en fase 1 o 2, por lo que ya hay más libertad en la movilidad y, además de arrancarlo y darle un paseo para comprobar que el motor, la batería y otros elementos siguen funcionando después de tanto tiempo, toca lavarlo.
Durante estos meses ha llovido, ha hecho viento, ha granizado, e incluso en algunos puntos de la geografía española ha llegado a nevar, por lo que el aspecto de tu coche no es que sea el mejor. Menos mal que el confinamiento no solo era para ti y todos los vehículos están más o menos igual, por lo que nadie te puede señalar. Tras darle una buena limpieza en la que has retirado polvo, hojas, manchurrones o excrementos de aves que no han sido precisamente fáciles de quitar, te has dado cuenta de algo, la pintura del coche ya no está como antes, se ve sin brillo y desgastada.
El sol es uno de los principales causantes de que la pintura ya no sea igual que cuando compraste el coche. Antes lo usabas más y al final el desgaste de la pintura era menor, pero la exposición directa que ha tenido en los últimos meses ha sido fatal para la pintura. Lo primero es, como decíamos antes, limpiarlo, y lo mejor para dejarlo perfecto es quitar la mayor parte de la suciedad con agua a presión y luego sí, ir al túnel de autolavado para que quede perfecto, por lo menos en cuestión de limpieza.
Ahora viene la peor parte, la pintura hay que recuperarla de alguna forma, y si no quieres llevar el coche al taller para que le den una capa de pintura por el desembolso que conlleva, te va a tocar trabajar un poco. ¿Recuerdas esa frase de “dar cera, pulir cera”? Pues algo parecido es lo que vas a tener que hacer si quieres dejar el exterior de tu coche decente.
Para empezar, ya tienes el coche limpio, que es el primer paso. Ahora te va a tocar pulir, que lo mejor es hacerlo con una maquina pulidora para coches que eliminará la capa superficial de laca que está dañada. No creas que vas a perder la pintura, esa capa es lo suficientemente fuerte para poder quitar esos restos sin brillo que estropean la estética del vehículo. Hazlo por partes y poco a poco en las zonas donde el brillo haya desaparecido. Eso sí, si lo haces al aire libre, ahora que empieza el buen tiempo, evita hacerlo en las horas centrales del día cuando el sol está más potente o el calor es más fuerte.
Tras pulir bien, no te queda otra que aplicar cera poco a poco en esas zonas para proteger la pintura y dejar tu coche mucho mejor a como te lo encontraste tras esos meses de inactividad. Si lo que quieres es que la pintura aguante, el cuidado del coche es primordial, manteniendo el exterior siempre lo más limpio posible y evitando, ahora que puedes, que se acumule la suciedad. Además, para mantener el buen estado de la pintura lo mejor es encerar el coche una o dos veces al año para que el color este protegido, en especial en coches antiguos en los que inevitablemente ya está más desgastada.
Ya de por sí la pintura de los coches se va deteriorando con el paso del tiempo, pero la exposición directa que los vehículos han tenido a los agentes externos durante los meses de confinamiento puede haber hecho que la pintura pierda el brillo con más rapidez. Por eso, una buena limpieza y su posterior pulido y encerado permitirá conservar esa capa de pintura con brillo que le dará, a pesar de los años, otro aspecto a tu coche.