El mítico Tiburón DS cumple 65 años: los secretos del coche favorito de Alain Delon que salvó la vida a De Gaulle

  • El proyecto del Citroën DS se trabajó en secreto durante 18 años, parte de ellos durante las dos guerras mundiales

  • A pesar de las numerosas averías en las primeras unidades, logró ser un icono del automovilismo mundial

  • El diseño de Flaminio Bertoni y Robert Opron, fue el favorito de Alain Delon, Marcello Mastroianni o Brigitte Bardot

Los amantes de los coches tenemos un cumpleaños que celebrar este 2020. Se trata, ni más ni menos, que de las 65 primaveras de un coche que marcó una época. Este adelantado a su época nació en Francia en 1955 y se trata del mítico Citroën DS más conocido como 'Tiburón' por su diseño, que se asemeja en buena parte a las formas de un escualo.

Salvó la vida a De Gaulle

Una de las primeras cosas que hay que señalar es que salvó la vida a Charles de Gaulle gracias a sus portentosas suspensiones hidroneumáticas. En plena lucha por la independencia en Argelia, un comando del OAS abrió fuego contra el coche del mandatario galo en París. Según las fuentes, recibió entre 140 y 187 disparos de bala. También las crónicas difieren entre que lograron inutilizar dos o incluso las cuatro ruedas reforzadas del coche. El caso es que la suspensión hidroneumática del coche hizo posible su conducción, incluso en ese estado, y el chófer pudo sacar de allí al mandatario y a su mujer con vida.

Además de eso, lo cierto es que el nacimiento de este vehículo revolucionó el mundo del automóvil no sólo por el diseño, sino por incorporar una cantidad de innovaciones técnicas que iban mucho más allá de un simple nuevo modelo. Diseño deportivo y afilado, revolucionarias suspensiones, dirección asistida, cambio semi automático de cuatro velocidades, frenos de disco de serie como los coches que competían en Le Mans… muchas innovaciones técnicas que dejaban claramente atrás al resto de vehículos de la época.

Su primer día, un auténtico bombazo

Dicen las crónicas de la época que en su presentación oficial en el Salón del Automóvil de París de 1955, en tan solo 15 minutos se registraron más de 743 órdenes de compra… y eso que no era un coche, precisamente, barato –casi un millón de francos de la época, al cambio actual, en torno a 25.000 euros-. Además, Europa estaba aún en plena reconstrucción tras la devastadora Segunda Guerra Mundial. Al final de ese memorable día, los pedidos acumularon los 12.000 coches y al final del salón se habían vendido 80.000 DS.

Los primeros clientes valoraban sobremanera un interior genuino y muy estudiado, con una ergonomía que, hasta entonces, era una palabra rara que ningún fabricante se molestaba en poner en práctica. Las ventanillas sin marco era un alarde de deportividad y tecnología en la época y además, aumentaba la sensación de espacio en el interior.

Éxitos en competiciones y varias versiones

Hablando de deportividad, a pesar de sus formas sinuosas y onduladas, no parece un coche que pueda proporcionar buen rendimiento en algún tipo de carrera, pero la verdad es que, en la década de los 60, tuvo bastante impacto en todo tipo de competiciones deportivas, principalmente en rallies, donde logró dos triunfos en el mismísimo Rally de Montecarlo, e incluso llegó a ganar el exclusivo y exigente Rally de Finlandia.

Se crearon versiones de dos puertas para competición, derivadas de la berlina de cuatro puertas que todos conocemos. Menos éxito tuvo la versión ranchera, aunque el descapotable fue una pieza codiciada. Según la revista 'Classic & Sports Car', el Citroën DS está en el podio de los mejores y más influyentes coches del siglo XX junto al VW Beetle y el Mini.

Más detalles que en una pasarela de moda parisina

El que es para muchos el coche más bello de todos los tiempos, encierra una especie de acertijo en su nombre. DS, leído a la francesa, sería algo parecido a 'Déesse', que significa diosa. Dado que coche es una palabra de género femenino en francés (une) “voiture”, el resultado no puede ser más acertado.

Se cuenta que la marca gala invirtió 18 años en el desarrollo del vehículo, lo que no es de extrañar, ya que pilló por medio la Segunda Guerra Mundial. Su primer motor fue un 1.900 cc de 75 CV y a pesar de que estaban bastante seguros del buen funcionamiento del conjunto, se creó un equipo de rápida actuación para solventar los fallos que se pudieran presentar… y al principio, sinceramente, no fueron pocos.

Con el paso de los años y hasta el cese de su producción en 1975, los motores fueron aumentando en cubicaje y en potencia, amén de incorporar nuevos acabados, como el Pallas, una auténtica carroza de lujo rodante, con elementos habituales ahora como asientos de cuero, pintura metalizada y cromados por doquier.

Una obra de arte… también del séptimo

Su paso por el cine no se podía evitar, y un objeto de deseo como el DS se paseó por el celuloide con actores y actrices de primerísimo nivel como Alain Delon, Marcello Mastroianni, Jean-Paul Belmondo o la mismísima Brigitte Bardot.

Si aun tienes dudas de que este Tiburón sobre ruedas sea una obra de arte, debes saber que ha sido uno de los pocos coches que ha lucido en museos y exposiciones artísticas. El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), sin ir más lejos, le dio un privilegiado protagonismo en su día. Flaminio Bertoni y Robert Opron, diseñadores de esta maravilla, tuvieron su correspondiente reconocimiento en vida, gracias a un coche que vendió un millón y medio de unidades en total.