Remolque o furgoneta: transportar una moto es más fácil de lo que parece

  • En ocasiones no puedes conducir tu moto pero necesitas transportarla, ¿sabes como hacerlo de forma segura?

  • Una empresa de transporte, un remolque o una furgoneta son las opciones más seguras para el desplazamiento

A lo mejor aún no has tenido que lidiar con esta situación, pero si eres motero puede que en algún momento te toque y probablemente no sabrás como actuar de forma correcta. Te hablamos de cómo transportar una moto, porque claro, puede darse la situación de que haya que moverla pero no puedas conducirla. Por ejemplo, si te vas de vacaciones y también llevas el coche o si te compras una moto y aún no está matriculada. Pero lejos de problemas, hay varias opciones para transportarla de forma legal y segura para ti y ahorrarte cualquier multa en caso de que las autoridades te paren.

Existen diferentes formas de transportar una moto, siendo la más cómoda el contratar un servicio de transporte específico que se encargue de hacerla llegar a donde quieres sin ningún problema. Ten en cuenta que dependiendo de la distancia, del tipo de motocicleta y de su peso el precio final varía, pero al final son condiciones que tú mismo debes barajar para ver si te compensa o no.

El remolque, la opción más habitual

Aún así, hay dos formas clave para hacerlo tú mismo, instalándola en un remolque o en una furgoneta. La primera es una forma de desplazar las motos muy habitual, en especial cuando te compras una y aún no puedes conducirla sobre el asfalto. También es cierto que no todo el mundo tiene un remolque en casa, pero si eres aficionado a las motos, posiblemente alguno de tus amigos tenga uno, así que es el momento perfecto para pedirle un favor, aunque si este tipo de desplazamientos va a ser algo recurrente, puedes hacerte con uno, pues su precio oscila entre los 500 y 1.500€, más o menos, dependiendo del tipo y la motocicleta que haya que transportar.

Remolcar una moto con tu vehículo requiere de ciertas medidas de seguridad en cuanto a la distancia con el resto de los vehículos o de velocidad, así como el límite de peso, ya que entre el vehículo y la carga conjunta del remolque no se pueden superar los 3.500 kilos. Con ello, se establecen generalmente dos tipos de remolque para motos, los de menos de 750 kilos y los que superan esa cifra.

Los remolques que no superan los 750 kilos de masa máxima autorizada no requieren de licencias específicas para su transporte, mientras que si se necesita uno de más de 750 kilos la cosa cambia, pues el remolque tendrá que llevar su propia matrícula, contar con una licencia y, muy importante, haber pasado la ITV. La moto en ambos casos deberá ir colocada de pie y recta, amarrada a los enganches inferiores y bien sujeta con correas.

¿Cómo llevarla en una furgoneta?

Como ya te comentamos, también cabe la posibilidad de que se transporte en una furgoneta, lo que requiere de que la moto vaya en el interior del vehículo, aunque hay una gran variedad de furgonetas, siendo distinta la forma de desplazamiento en cada una de ellas. Por una parte están los derivados del turismo, que solo cuentan con la fila delantera de asientos, ya que el resto del habitáculo está destinado a la carga. La sujeción en este caso también se hace con correas y ojo, no se pueden superar los 100 kilómetros por hora.

Por su parte están las furgonetas comerciales que se destinan principalmente para el transporte de mercancías y las motos deben ir sujetas con correas al panel que separa el habitáculo donde van los ocupantes de la zona de carga y no se pueden superar los 90 km/h. Mientras, en los vehículos mixtos adaptables es necesario llevar una rejilla separadora a la que la moto irá sujeta y retirar o abatir las filas traseras de asientos. Además, en este caso no se pueden superar los 100 km/h.

Probablemente si viajan más personas contigo el remolque es la solución más práctica, en especial si también tienen que llevar equipaje, aunque la furgoneta para transportar la moto es bastante eficaz en los meses más fríos donde la lluvia puede suponer un problema y, al ir en el interior, evitarás que se moje. Ante todo, llevarla bien amarrada y asegurarte de que no se mueve es clave para un desplazamiento totalmente seguro.