Cambiar de vida a partir de los 50: cómo hacer que los sueños se cumplan

  • Baltasar Montaño, Carina Vernet y Pablo Melchor, tres profesionales de éxito que decidieron emprender un nuevo camino en la madurez, nos cuentan cómo lograrlo

  • La determinación y el deseo de evolucionar con la edad son las principales herramientas del cambio

¿Se pueden vivir muchas vidas en una sola? La respuesta no ofrece dudas para Baltasar Montaño, Carina Vernet y Pablo Melchor, tres personas que decidieron cambiar de vida al llegar a la madurez. Pero, desafiando al tópico, su cambio no derivó en una existencia más plácida y quizá aburrida. Todo lo contrario. Lo suyo es voluntad, pasión y alegría. Esta es su historia.

Baltasar Montaño, el periodista que viaja 'Sin billete de vuelta'

Baltasar Montaño era un periodista de éxito de la sección de Economía. En las páginas salmón importan mucho las cantidades y los conceptos. Es el hueso duro de roer de cualquier medio. Pero a Montaño siempre se le habían dado bien los números. Empezó a manejarlos desde muy joven cuando decidió que trabajaría durante un tiempo para poder vivir la vida que quería. ¿En que consistía esa vida? En avanzar, conocer, escudriñar. Abandonar un destino y seguir viajando. ¿Cómo lo hizo? Administrando sabiamente su patrimonio y teniendo claro cuál es su presupuesto. "Con 1.500 euros vivo durante un mes, compensando según las necesidades. Te aseguro que es posible", nos dice.

La pregunta es qué lleva a un periodista de prestigio a dejarlo todo y a recorrer el mundo. "Una inquietud personal, el amor por el viaje, pero también la búsqueda del movimiento. No te voy a decir de lo nuevo porque yo he viajado mucho por trabajo y también por placer, pero siempre con billete de vuelta. A mí me excitaba desde jovencito viajar sin billete de vuelta, con todo el tiempo del mundo para disfrutar de los países a los que voy. Lo que busco es una vida diferente, una vida imprevisible, un poquito más anárquica y quizá más divertida, pero también más complicada", asegura en Uppers.

Esa vida complicada y su gusto por los retos le han permitido escribir su primer libro, llamado, como no podía ser de otra manera, 'Sin billete de vuelta' (Círculo de Tiza). ¿Qué nuevas aventuras le esperan? La vida sorprende y él se deja sorprender por la vida. "Voy a volver a México", el país al que más le ha costado decir adiós.

Carina Vernet, del éxito del Big Data a escribir novelas

Tiene 54 años y una exitosa carrera como directiva en una TIC. Para algunos, sería suficiente, pero para Carina Vernet, había otra vida más allá de los objetivos de ventas. Un día decidió retomar su pasión desde siempre -la escritura- y le dedicó tiempo y disciplina. "Ya no había niños a los que ayudar con los deberes. Y una tarde me vi sola y pensé qué hacía con mi vida". Esa fue su epifanía. El resultado es una primera obra llamada 'La esencia de la lluvia' (Círculo Rojo), "una novela de las que se pueden comprar en las librerías", le dijo su familia. 

Si escribir es contarse cuentos a uno mismo, en la madurez Carina Vernet busca las historias que dan la vuelta a la convención. "Siempre lo hecho, empezando por mí. Siempre ha sido una constante en mi vida pensar '¿qué pasaría si...?, pero desde que he empezado a escribir quizá lo hago de forma mucho más consciente. De hecho, siempre estoy tomando notas para historias que puedo escribir en un futuro", explica.

Para Vernet, empezar tarde en la literatura no ha sido un lastre, sino todo lo contrario. "En mi caso, me ha enseñado a entender la literatura como una manera de experimentar y de crear objetivos. Quiero llegar al mayor número de gente posible", afirma rotundamente. Su objetivo es convertirse en una escritora superventas. Y viendo sus éxitos profesionales, puede conseguirlo.

Pablo Melchor, el directivo que apostó por las causas pequeñas

Lleva emprendiendo desde los 25 años. Ahora tiene 47 y se sigue considerando emprendedor, pero ya no busca el beneficio empresarial, sino el vital, el de salvar vidas o, al menos, mejorarlas. Con ese objetivo fundó la ONG Ayuda Efectiva, un concepto revolucionario que huye de los grandes objetivos a favor de pequeñas acciones con gran impacto. "Yo era emprendedor. Y lo sigo siendo. Pero ahora, en vez de buscar un beneficio para mí, quiero mejorar el mundo. En el año 2000, con 25 años, monté una primera empresa sin business plan que acabó convirtiéndose en una gran agencia de marketing digital. Luego volví a emprender y monté un e-commerce, regalador.com, que sigue funcionando, pero al final tenía una insatisfacción de base", nos explica.

Y un día, su cabeza hizo clic y todo cobró sentido. "Estaba trabajando duro, poniendo toda mi cabeza al servicio de cosas que aportan (crear empleo o construir donde antes no había nada), pero sentía que no era suficiente. Pensaba que estaba acostumbrado a asumir riesgos y a hacer cosas arriesgadas... ¿Para qué? Un día oí un podcast que decía "la pregunta '¿qué quieres hacer?' es una mala pregunta". Eso de alimentar la pasión, en el fondo, es mirarse el ombligo y se mezcla con tu identidad y demás. En cambio, hay otra pregunta -¿cómo puedo ayudar?- que es muchísimo mejor. Ya no piensas en ti, piensas hacia fuera", afirma.

Para Pablo Melchor, pensar hacia fuera es la mejor decisión que ha tomado en la vida: "Quiero aprovechar el privilegio que no me merezco, que es haber nacido en un país como España, y las capacidades que tengo para mejorar el mundo". En esa búsqueda de una nueva vida encontró el altruismo eficaz, cuyo objetivo es cómo hacer el máximo bien con los recursos que tenemos. "Esto no va solo de ayudar, sino de hacer el máximo bien posible", asegura antes de despedirse con un deseo: "No pienso en fases como la jubilación o algo parecido. Mientras tenga energía y capacidad voy a aplicarlas en cosas positivas. Tenga los años que tenga, en el fondo me veo igual: con las mismas ganas de hacer".