{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
El pasado mes de febrero, Tom Brady, una de las mayores estrellas que el fútbol americano ha dado, anunció su retirada del deporte que le ha convertido en leyenda. Después de que el equipo en el que milita, los Tampa Bay Buccaneers, cayeran eliminados en los playoffs y perdieran la oportunidad de revalidar su título de campeón, el quarterback, que llevaba 22 años dedicado a este deporte, anunció su decisión de abandonar la NFL (siglas de la National Football League) para enfocar su “tiempo y energía en otras cosas”.
Brady, que anteriormente ya había amagado con su retirada (ya en 2020, después de que abandonase el equipo al que dedicó la mayor parte de su carrera, los New England Patriots, se especuló con su posible retirada), decía adiós después de haber batido todos los récords y haber ganado lo imposible. El jugador, que debutó como titular en la NFL en septiembre de 2001, logró ganar la Super Bowl y su primer título de MVP (siglas de Most Valuable Player, que en español sería algo como ‘jugador más valioso’) en su año de debut, y desde entonces su palmarés no ha dejado de crecer hasta batir todos los récords.
Con más de 200 partidos ganados bajo el brazo, Brady puede presumir no solo de ser el jugador que más victorias ha conseguido en la NFL, sino también de haber ganado más que cualquier otra franquicia del deporte. Su impresionante palmarés incluye siete anillos de campeón de la Super Bowl, cinco MVPS de la Super Bowl (cifra récord donde las haya) y tres MVPS de la NFL, así como diez títulos de Conferencia y 18 de Ronda Provisional. Casi nada.
Con su retirada, Brady marcaba un antes y un después en la NFL. Sin embargo, un mes y medio después de haber hecho oficial su adiós, Brady se retractó de sus palabras y anunció a través de sus redes sociales que jugaría su temporada número 23 en la NFL con los Tampa. “Estos últimos dos meses me he dado cuenta de que mi lugar sigue estando en el campo y no en las gradas. Llegará ese momento. Pero no es ahora”, escribió. “Amo a mis compañeros de equipo y amo a mi familia que me apoya. Ellos hacen que todo sea posible. Regresaré para mi temporada 23 en Tampa. Tenemos asuntos pendientes”.
A pesar de haber cambiado de opinión y haber decidido jugar una temporada más, el jugador ya ha empezado a preparar el terreno de cara a su jubilación. Y es que según declaró el CEO de Fox Corporation, Lachlan Murdoch, durante la reunión de ganancias de la compañía del tercer trimestre, la empresa habría firmado un acuerdo con el jugador para que, cuando finalmente se retire, pase a ser el analista principal de la cadena de la NFL junto al comentarista deportivo Kevin Burkhardt.
“Estamos encantados de que Tom se haya comprometido a unirse al equipo de Fox y le deseamos todo lo mejor durante esta próxima temporada”, declaró el empresario.
Este acuerdo tendrá una duración de diez años y, con él, Brady percibirá más de 30 millones de dólares al año. O lo que es lo mismo: un total de 375 millones de dólares en diez años, una cifra estratosférica con la que Brady iguala las ganancias que ha obtenido durante su larga trayectoria en la NFL.
El contrato de Brady con la Fox es el más grande que se haya firmado nunca en la historia de las retransmisiones deportivas. Ahora, solo queda saber cuándo el jugador abandonará el campo para ocupar su lucrativo puesto como analista.