{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
¿Cómo puede convertirse un joven de solo 19 años en el mejor tenista del mundo? El éxito de Carlitos Alcaraz se puede explicar de muchas maneras, empezando por el lema de su abuelo, "cabeza, corazón y cojones", pero también se puede abordar desde un punto de vista científico, analizando parámetros físicos y biomecánicos. En esa tarea nos ayuda José Manuel López Nicolás, Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular y Vicerrector de Transferencia y Divulgación Científica de la Universidad de Murcia.
Para el experto, la principal razón que ha llevado a Alcaraz al número uno de la ATP está en "la variabilidad de sus golpes. Juega de forma muy distinta a al resto, ya que igual hace una dejada, que un globo, que una derecha potente o que un revés cortado, a diferencia de otros tenistas que se basan en un único golpe fuerte". ¿Cómo se logra esa diversidad estilística? Una clave fundamental está en su potencia muscular, que le permite "llegar muy pronto a las bolas del rival y a colocarse biomecánicamente en la mejor postura para el golpeo".
El llegar bien colocado a las bolas también "le permite tomar psicológicamente las mejores decisiones a la hora de ejecuta los golpes", añade López Nicolás, quien apunta que la física tiene mucho que ver en los recursos de el de El Palmar. Uno de sus golpes preferidos es el 'passing shot', con el que supera a sus rivales cuando suben a la red. "La primera impresión de sus rivales es que se va muy lejos de los límites de la pista. De pronto, la bola empieza a curvarse y entra, dejando boquiabiertos a sus oponentes", analiza el experto en La Verdad.
"¿Quién explica este comportamiento? La mecánica de fluidos. Cuando Alcaraz golpea a la pelota no solo le imprime una gran fuerza, sino que también la rota lateralmente gracias a un poderoso efecto liftado", comenta López Nicolás. El liftado se logra imprimiendo un gran efecto y una gran velocidad de salida a la pelota, y ello provoca una diferencia de presiones entre su parte superior, que va girando, y la parte inferior. Para compensar esa diferencia de presiones aparece una fuerza perpendicular a la dirección de la corriente de aire, la fuerza de Magnus, que es la que empuja la pelota al suelo.
"Esta fuerza hace que la pelota cambie bruscamente su trayectoria y se curve hacia la zona de baja presión. Así, la bola de Carlos entra en la pista cuando inicialmente parecía que se iba ir lejísimos. Sus oponentes flipan. Al golpe así efectuado se le llama 'Banana-shot'", resume el experto.
Otro de los recursos favoritos de Alcaraz es la dejada, aunque en la final del US Open ante el noruego Casper Ruud no le salió tanto como habría querido. López Nicolás explica así este golpe: "en vez de liftar la bola, se trata de cortarla suavemente. Con ello lo que se produce es un backspin: la pelota gira hacia atrás y cuando pasa la red prácticamente no bota en el suelo y no se adelanta".
En cualquier caso, si nuestro experto tuviera que elegir un golpe de Alcaraz sería la derecha, pero también considera que el murciano tiene algunas cosas que mejorar. Principalmente, la consistencia mental. "A veces se va de los partidos durante unos juegos y eso puede ser trascendente", advierte. En la final ante Ruud le ocurrió durante algunas fases del segundo y el tercer set, aunque pudo reordenarse a tiempo. López Nicolás también cita "el resto, el revés y el saque" como puntos mejorables, aunque eso no significa que esos lances los resuelva mal en absoluto. "Pero por buscar detallitos", concluye el experto.