La intrahistoria de la celebración de Bebeto acunando a un recién nacido en el Mundial del 94: ese niño ahora es jugador

  • Brasil eliminó a Países Bajos (3-2) en el Mundial de 1994

  • Bebeto marcó el segundo gol y dejó una celebración para la historia: el 'bebé', junto a Mazinho y Romário

  • Con el tiempo, su hijo también fue futbolista. Te contamos la intrahistoria del festejo.

Dallas, Estados Unidos. 9 de julio de 1994. La defensa holandesa se duerme después de que un defensa brasileño despeje el balón de cabeza. Bebeto, el más listo de la clase, se hace con la pelota y encara la portería rival. Regatea al guardameta y marca gol a placer. La grada carioca festeja el tanto con la exaltación propia de quien se sabe vencedor de un partido de cuartos de final del Mundial. Entonces, Bebeto hace un gesto que todos los que vieron aquel campeonato recuerdan: la celebración del bebé junto a Mazinho y Romário.

Una secuencia irrepetible

La escena, prominente recuerdo de aquel Mundial de EEUU que terminó ganando Brasil, esconde una historia generacional poco conocida, más allá de la superficie obvia del asunto. Dos días antes, el 7 de julio, la mujer de Bebeto había dado a luz a su primer hijo, Mattheus Oliveira. Su padre, emocionado, buscaba la forma de homenajear al nuevo miembro de la familia. "Los brasileños me dicen que ese gol marcó mi vida, la mía y la de mi familia. Cuando te dicen eso, hay un legado que permanece", contó el protagonista del gol a FIFATV.

Mattheus Oliveira, una carrera más discreta

Pronto, aquel bebé continuó con el legado futbolístico de su padre, leyenda del fútbol brasileño y español por su paso por el Deportivo de la Coruña. El hijo de Bebeto debutó en el Flamengo (histórico club brasileño) en la temporada 2011/2012. Desde entonces, Mattheus ha pululado por clubs de Portugal (Estoril Praia, Vitória de Guimaraes, Sporting de Portugal) y también por el Coritiba FC de Brasil, aunque volviendo a lo largo de su carrera al Flamengo, el equipo que le vio nacer, crecer y debutar profesionalmente.

Una carrera balompédica más discreta que la de su padre Bebeto, quien se convirtió en una de las figuras más destacadas de la historia del fútbol brasileño al ganar el mencionado Mundial de Fútbol de 1994 en Estados Unidos, la Copa América de 1989 en su propio país o el trofeo 'Pichichi' (que se otorga al máximo goleador de la liga española) con el Deportivo de la Coruña en el año 1993, en una de las etapas más doradas del club gallego, que ganó una Copa del Rey y una Supercopa de España en 1995.

Retiro en Arabia Saudí

El prolífico Bebeto, leyenda indiscutible de la canarinha y jugador franquicia del Depor, se retiró a principios del siglo XXI, en el año 2003. Su último club fue el Al-Ittihad saudí, uno de los equipos históricos del país árabe, después de pasar por Japón, México y Brasil. Dejó el fútbol a los 39 años después de toda una vida dedicada a la pelota, ofreciendo color y magia en las canchas y demostrando que al balón se puede jugar de forma alegre, más allá de tacticismos y estrategias, importantes aunque menos románticas.