El boxeador Evander Holyfield anuncia que quiere volver al ring a los 57 años
El boxeador ha tenido contactos con promotores en Japón para llevar a cabo un nuevo combate
Si hay un boxeador que está en el olimpo de los cracks mundiales es, sin duda, Evander Holyfield. Tetracampeón del mundo en peso pesado y conocido mundialmente por ser la víctima del mordisco de Mike Tyson que le dejó una oreja desgarrada, el boxeador, que ahora tiene 57 años, acaba de anunciar su deseo de volver al ring.
Concretamente, el norteamericano ha confirmado a la revista especializada World Boxing News (WBM) que había tenido contactos desde Japón para una velada de boxeo durante el año nuevo nipón, y que la idea no le desagradaba en absoluto, sino todo lo contrario: "Estaría deseando que los japoneses pudieran ver en directo al cuatro veces campeón del mundo en pesados", afirmó a WBM.
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Sin embargo, a pesar del deseo del propio Holyfield, las negociaciones parecen estancadas en los últimos tiempos: "Nadie ha vuelto a decir nada de lo de Japón. Espero que ocurra, pero no he vuelto a tener noticias. Si ocurre finalmente, perfecto, si no pasa, yo sigo estando bien", añadió el campeón.
Respecto al rival que lucharía contra Holyfield no sería otro que su archienemigo Riddick Bowe, con quien mantuvo un apasionante pique durante varios años en los años 90.
"Quiero hacerlo contra Bowe porque somos amigos, y por el dinero que estábamos hablando estaría bien que fuera un combate a tres rounds", explicó el expujil. Además, todo todo el dinero que se recaudara en este combate sería destinado a obras benéficas y de la caridad, sin buscar el lucro propio.
Holyfield sigue estando en un estado de forma envidiable, toda vez que se retirara en 2011 en Copenhagen después de luchar contra Brian Nielsen. Por su parte, Bowe se retiró definitivamente en 2008, aunque previamente ya había coqueteado con colgar los guantes cuando en 1997 anunciara su retirara para alistarse en los marines.
Si finalmente se lleva a cabo este combate será histórico y dará de nuevo la oportunidad a Bowe de vencer a Holyfield, el único boxeador al que no pudo ganar durante toda su carrera.