¿Qué es el síndrome del trasero muerto y qué se puede hacer para evitarlo?

  • El glúteo es el extensor más potente del cuerpo, el que evita que nos encorvemos con el paso de los años

  • Fortalecer y tonificar el glúteo mediano es imprescindible para dar estabilidad y movilidad a la pelvis

  • El síndrome del trasero muerto provoca dolores de espalda y de la zona lumbar, de las caderas, de las rodillas e incluso de los tobillos

Después de jornadas de ocho horas de trabajo sentados frente a una mesa el cuerpo de resiente y el trasero “se muere”. No es que se muera en el sentido literal de la palabra, sino que los glúteos se atrofian provocando el síndrome del trasero muerto. En Uppers hemos consultado con una clínica especializada en fisioterapia y en rehabilitación para que nos expliquen qué es el síndrome del trasero muerto o la amnesia glútea, por qué se produce y cómo curar el síndrome del trasero muerto.

Este síndrome llega cuando el glúteo mediano deja de desempeñar su función correctamente. Le sucede a muchas personas que permanecen sentadas demasiado tiempo y a aquellas que a pesar de realizar ejercicio no trabajan lo suficiente esta zona muscular. Es el caso de los atletas o los bailarines de ballet. Visualmente nos encontramos ante un “culo plano”, bajo de tono y sin forma, pero lo que ha sucedido es que ese músculo se ha atrofiado.

Los glúteos son un grupo de músculos formado por el glúteo mayor, el mediano y el menor. Juntos proporcionan movilidad y estabilidad a la pelvis. El glúteo mediano está justo delante del glúteo mayor y comienza en la zona media de la fosa ilíaca externa, en la cresta ilíaca.

Es el músculo abductor principal y tienen las funciones de estabilizar la pelvis porque mantiene su equilibrio a la hora de caminar, saltar y correr; se encarga de elevar la cadera contraria a la hora de subir escalones; y actúa sobre la cadera del mismo lado para bajar escalones. El glúteo es el extensor más potente del cuerpo, el que evita que nos encorvemos con el paso de los años.

Qué provoca el síndrome del trasero muerto

Cuando los glúteos medianos no se trabajan ni se fortalecen se da el síndrome del trasero muerto debido a que se alargan. A su vez los flexores de la cadera se tensan. El resultado es dolor en la zona baja de la espalda, en el área lumbar, en la cadera e incluso en las rodillas y en los tobillos. También da lugar a rigidez y puede afectar a la curvatura de la espalda Son áreas que sufren un sobreesfuerzo para compensar la atrofia del glúteo mediano.

Los profesionales sanitarios piden a sus pacientes que realicen una serie de posturas para comprobar si padecen el síndrome del trasero muerto cuando llegan a la consulta aquejados de los dolores que hemos comentado. Tumbado boca abajo en el suelo y con las piernas estiradas, solicitan que se eleve una de ellas concentrándose en sentir el glúteo. Cuando se siente molestia en la zona lumbar o en la parte trasera del muslo puede que se padezca amnesia del glúteo.

Cuál es el tratamiento del síndrome del trasero muerto

Como tratamiento va a depender del paciente. No es lo mismo el síndrome del trasero muerto en una persona sedentaria que en un bailarín profesional. También influye el nivel de afección. El médico especialista será el que determine si son oportunas compresas frías o calientes para el dolor, analgésicos y cuáles son los ejercicios de rehabilitación que convienen.

No obstante, para evitar este síndrome en personas que pasan demasiado tiempo sentadas se aconseja levantarse cada hora y caminar unos minutos, además de subir y bajar escaleras con frecuencia para fortalecer la zona.

Como ejercicios ideales para evitar el síndrome del trasero muerto se recomienda, por ejemplo, apretar los glúteos durante unos segundos con las piernas separadas, mientras se echan los hombros hacia atrás y se meten hacia dentro los músculos abdominales. Otro ejercicio muy bueno son las sentadillas. De pie, con la espalda recta, se separan las piernas y con las puntas de los pies apuntando en diagonal se doblan las rodillas hasta que los muslos queden casi paralelos al suelo, pero llevando las caderas hacia atrás. Después se vuelve a la posición inicial y se repite la sentadilla unas diez veces.

También se pueden realizar elevaciones de las piernas mientras se está tumbado poca arriba. Hay que levantarlas rectas y bajarlas hasta casi tocar el suelo unas diez veces también, pero siempre pegando las lumbares al suelo. Por último, para fortalecer el área está indicado el puente de glúteos. Es decir, tumbado boca arriba, se colocan los hombros y los pies sobre el suelo con las rodillas elevadas en 90 grados para, a continuación, elevar la cadera y bajarla varias veces.

En definitiva, se trata de acostumbrarse a realizar una rutina de ejercicios varias veces por semana que compensen el tiempo que permanecemos sin movernos sentados a la mesa frente al ordenador. Con entrenamiento se fortalecen y se tonifican los músculos lo que aporta tono y fuerza al cuerpo además de prevenir lesiones y dolores de espalda, caderas y rodillas.